Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Cohabitación y deslealtad (Federal)
l Los cerca de tres millones de peregrinos que se congregan desde el viernes en La Meca celebraron ayer, junto a musulmanes de todo el mundo, el Aid al Kabir, la fiesta grande del sacrificio. Los musulmanes de todo el mundo sacrifican una pieza de ganado -un carnero, un toro, un buey o un camello- recordando el sacrificio de Abraham. La carne se divide en tres partes iguales, una se la queda quien haya comprado el animal, otra se reparte entre los familiares y la tercera se ofrece a los más pobres. Mientras, y durante los tres días que dura la fiesta, los peregrinos lapidan en la Mina tres columnas que simbolizan al diablo. Luego regresan y darán siete vueltas a La Kaaba para marcar el fin de la peregrinación que todo musulmán en buen estado de salud y con medios económicos tiene que realizar al menos una vez en la vida.
También te puede interesar
Joan-Ignasi Ortuño | Periodista, aforista y cómico
“Cuando crees que todo está perdido, el humor te reconcilia con la vida”
No hay comentarios