"En la profesión médica está la autoexigencia continua"
Federico Argüelles. Especialista en Digestivo y Medalla de Oro de la Sociedad Andaluza de Digestivo
Hijo y nieto de médico, a Federico Argüelles le viene la profesión en los genes. A sus más de 20 años de experiencia profesional, sigue siendo un enamorado de su trabajo del que, asegura, le gusta “todo”. Los últimos años de dedicación a la Enfermedad Inflamatoria Intestinal en el que define como “su Hospital Virgen Macarena”, le han llevado a la cima de la especialidad en una comunidad donde es referente y en la que ha sido recientemente reconocido con la Medalla de Oro de la Sociedad Andaluza de Patología Digestiva.
- Como experto en patología digestiva de referencia en Andalucía, ¿cree que está la comunidad a la vanguardia mundial en cuanto a la atención del paciente con problemas digestivos?
- Sí, sin duda. Vivimos en un mundo globalizado y la medicina también es una medicina global y, a día de hoy, la atención que se realiza a los pacientes con problemas digestivos en Andalucía está siguiendo las guías internacionales y por tanto es una atención a la vanguardia mundial. Estamos con multitud de expertos muy bien formados y contamos con un material también que permite la atención de los pacientes, desde mi punto de vista, con excelencia.
- Por supuesto todo es mejorable, si estuviese en su mano elegir, ¿qué aspectos de la sanidad pública cambiaría para mejorar los servicios de atención a la patología digestiva?
- Uno de los efectos que más ha tenido la pandemia ha sido una cierta demora a la atención de los pacientes porque, lógicamente, se le ha dado prioridad al Covid y ha habido que retrasar ciertas exploraciones, sobre todo, en la primera ola. Se dejaron de hacer, por ejemplo, muchas endoscopias y eso ha supuesto cierto retraso. Yo diría que es mejorable el tiempo que tardamos en realizar algunas pruebas o el tiempo que transcurre desde que se realiza hasta que los especialistas vemos a los pacientes. Si bien es cierto que se está haciendo un esfuerzo por tratar de reducir esos tiempo y de atender lo mejor posible a los enfermos.
- La pandemia que estamos viviendo está afectando a la atención de todos los pacientes no Covid, ¿qué efectos ha tenido dentro de su especialidad y cuáles cree que puede tener esto a medio y largo plazo?
- Como en el resto de especialidades, el mayor efecto de la pandemia ha sido el hecho de que muchos pacientes que se atendían en consulta se están asistiendo en consulta telefónica y esto, es cierto, que merma un poco la calidad. Pero también es verdad que había que hacerlo para no propagar el Covid. A día de hoy estamos tratando de recuperar el mayor número de consultas presenciales posibles y estamos tratando de disminuir el tiempo de atender a los pacientes y realizar las pruebas digestivas y creo que, aceptablemente, eso se está consiguiendo.
- Centrándonos en lo profesional, pero sin obviar lo personal, ¿cómo ha vivido usted la pandemia?
- Creo que debemos seguir haciendo un reconocimiento a los compañeros que han estado en primera línea del Covid porque lo han pasado muy mal. Nosotros lo hemos vivido de otra forma. Angustiosa, sobre todo, al principio por el desconocimiento que había. Luego nos hemos ido tratando de ajustar a los distintos cambios que se iban produciendo y aportando nuestro granito de arena atendiendo a nuestros pacientes y tratando de colaborar con el hospital de la forma en la que nos lo solicitaba.
- Está muy comprometido con la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, cuya unidad coordina en el Hospital Virgen Macarena, ¿cuál es la situación actual de la enfermedad y de su tratamiento?
Las Enfermedades Inflamatorias Intestinales es una enfermedad que está aumentando muchísimo su incidencia. Cada vez hay enfermos más jóvenes, aunque también estamos diagnosticando a pacientes mayores. Entiendo que la situación actual es mucho mejor que hace años, pero también es cierto que seguirnos sin contar con una cura de esta patología. Contamos con tratamientos cada vez más efectivos, que hacen que la enfermedad quede controlada, aunque sigue habiendo pacientes con enfermedad grave que no pueden llevar una vida plena o tienen que pasar por el quirófano. No obstante, creo que hay que mandar un mensaje de positividad porque cada vez hay más terapias, más eficaces y seguras. Y eso es un avance.
- Echando la vista atrás, a sus comienzos, ¿ha cambiado mucho la especialidad de Digestivo?
- La especialidad de Digestivo ha cambiado muchísimo. Ha cambiado mucho en aspectos técnicos, con el desarrollo de endoscopios de alta tecnología que mejoran la visión y permiten actuar mejorando el diagnóstico y el tratamiento. Por otro lado, también hay mejoras en los tratamientos. Por ejemplo, se está tratando de manera muy efectiva la Hepatitis B y la Hepatitis C. Hace años, cuando yo empezaba, la Hepatitis C se trataba con un tratamiento que duraba un año y que inducía muchos efectos secundarios. En los últimos años han aparecido tratamientos orales con los que, en pocas semanas, el paciente se cura. Esto denota que estamos ante un cambio exponencial. En el campo de la EII también ha habido muchos avances terapéuticos y en el manejo de los pacientes. Podemos decir que, en los últimos 20 años, en nuestra especialidad, en general, ha habido un cambio muy grande.
- También es diferente para el paciente, ¿no?
- Por supuesto. En las técnicas endoscópicas, por ejemplo, hemos conseguido más confort a la hora de realizarlas. Es importante llamar la atención sobre la importancia del cribado del cáncer de colon y sobre la necesidad de participar en ellos de todos los mayores de 50 años para los que está indicado. Eso es un avance muy importante. También la forma en la que se realizan ahora las colonoscopias, antes mucho más desagradables. También destaca todo el avance de los tratamientos. Por ejemplo, los pacientes con EII se trataban antes durante mucho tiempo con corticoides, pues ahora ya hay tratamientos distintos y más fáciles de llevar.
- Todos esos avances también les exige a ustedes mucho más cómo médicos…
Para eso está nuestra formación continua. Aprendemos todos los días. Las sociedades de patología digestiva, tanto andaluza como española, tienen programas de formación muy buenos para residentes, para adjuntos jóvenes, y para los que ya no somos tan jóvenes. La medicina es una profesión que requiere una actualización continua. Volvemos al principio, estamos ante una medicina global y, por tanto, todos tenemos que estar constantemente adquiriendo conocimientos nuevos. Aceptamos esa exigencia porque nosotros mismos nos autoexigimos tratar de la mejor manera a nuestros pacientes. Va unido a nuestra profesión.
- ¿Qué parte de su trabajo es la que más le atrae?
A mí me atrae todo. Yo soy médico por vocación. Mi padre era médico y mi abuelo también. A mí me encanta lo que hago. Trabajo muy bien en mi Hospital Universitario Virgen Macarena, del que estoy muy orgulloso. Trabajo con unos compañeros excepcionales, así que mi mayor atracción es poder ayudar a todo aquel paciente que se acerque a mí.
- Lleva años trabajando con entidades de pacientes como la Sociedad Andaluza de Patología Digestiva (SAPD). ¿Cómo ha vivido su reconocimiento con la medalla de oro recientemente recibida?
Obviamente, es un orgullo. Es un reconocimiento que te hacen tus propios compañeros por lo cual todavía te llena más. Es también una responsabilidad. Ser medalla de oro de una sociedad científica implica hacer gala de ello y regirse, lógicamente, por una profesionalidad excelente en la atención de tus pacientes y seguir compartiendo conocimientos, tratar de innovar, de introducir mejoras en el sistema... En definitiva, involucrarte un poco más en el desarrollo de la especialidad de Andalucía y de España.
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