"Este país no cuida a los veteranos"
Pepe Begines | Cantante de No me pises que llevo chanclas
Treinta años en los escenarios y decimotercer trabajo a escena, Rock con tomate. Pepe Begines (Los Palacios, 1967) es el alma máter de No me pises que llevo chanclas, el calzado hecho banda musical que reventó en ventas y en los conciertos con su surrealismo a finales de los 80 y principios de los 90. El grupo sevillano actúa el sábado, sin inocentada mediante, en el Antique hispalense. El 6 de marzo tocan en la sala Aliatar de Granada y, un día después, en La Cochera Cabaret de Málaga.
- "Somos el único grupo que nos aprendemos las letras después de grabarlas". ¿El afán lúdico de No me pises que llevo chanclas es una seña de identidad?
-Es una metodología para no perder la frescura. Cuando escribía y cantaba comprobaba que perdía mucho age. Nosotros somos como las margaritas, silvestres, flores del campo.
-Rock con tomate es su nuevo disco. ¿Cuántos millones necesitarían vender para publicar Rock con bogavante?
-Con bogavante no creo que lo hagamos y millones de copias ya no se venden.
-Ya en serio. Dado el carácter arrocero de la zona, ¿no habría sido más redondo Arrock con tomate?
-Ya le echaremos cuenta al arroz, de momento al rock; estamos rodeados por la bases americanas de Morón y Rota y por campos de tomates. Somos arroceros, nos enseñaron los valencianos a sembrarlos, pero antes vino el tomate.
-Con perdón, ¿Buñol no les metió un gol a los palaciegos con la Tomatina?
-No hemos sido muy hábiles a la hora de comercializar el tomate, aunque ya nos estamos dando cuenta de que es un filón.
-¿Tiene plaza en el pueblo?
-No, ni la quiero. Ni plazas ni monumentos.
-Dice Pive Amador en un documental del grupo que usted era viejo con 19 años. ¿Es con 52 un mozalbete?
-El grupo se conserva con una gran salud mental. Ahora que tengo canas, en vez de tintármelas, las utilizo. Buscamos los caminos para seguir en este difícil mundo de la música porque este país no cuida a los veteranos.
-Unos amigos sacan brillo al cuarto de baño con los Chanclas de hilo musical.
-Qué alegría. La música sirve para dar vitalidad. Hay anécdotas muy emotivas. En un concierto en Granada unos padres me dijeron si podía ver a su hijo, en silla de ruedas y en estado catatónico hasta que lo encontraron un día canturreando el Y tú de quién eres. Era lo primero que emitía por la boca y entonces hubo una eclosión en su cerebro. Aún se me eriza la piel por los milagros de la música. Hay libros de Educación Especial con nuestras letras, no cantamos al amor, sino a a la vida con surrealismo y un lenguaje cotidiano.
-¿Se consideran hijos del surrealismo de Silvio o de Toreros Muertos?
-Paco de Lucía me decía que las influencias uno las coge y las hace suyas, por eso son influencias, si no sería plagio.
-Mi torero tiene gafas o Canción de amor a una portera de fútbol bebían de una fuente surrealista. ¿No son estos tiempos más de brocha gorda?
-Son más superficiales. A muchas letras les falta alma, se cantan de carrerilla, como cuando hacíamos los deberes mecánicamente para acabar ligero e irte a jugar. Lo mismo con las letras, parecen que son un castigo.
-Portan la bandera de la España rural. ¿Cree que los políticos están de verdad preocupados por la España vaciada?
-Ahora lo rural es lo más: turismo rural, caminos rurales, despoblación rural. Pero todo se concentra en las metrópolis, las de 10 millones de habitantes ya tienen 20. No quiero llamarlo estupidez. Será por las costumbres del humano tiende a agruparse. Las tribus de antes ahora son barrios. Se puede ser crítico o criticón y yo prefiero ser crítico.
-Pero usted no se menea de Los Palacios.
-No, pero no quiero decirlo muy fuerte para que la gente no se copie.
-Se van a ahorrar un piquito cuando se liberalice el 1 de enero la autopista Sevilla-Cádiz, ¿no?
-Ya era hora, estamos hartos de viajar por autovías que no valen un duro e ir a Cádiz nos cuesta un pico.
-No le han dedicado ningún tema a la lucha contra el cambio climático...
-No es cierto. Este disco es muy comprometido. En El tomate cantante hablamos de transgénicos y de la técnica del abejorro de Los Palacios. En la época de floración un apicultor mete abejorros en el invernadero para que polinicen mejor las plantas; los tomates salen más grandes, sabrosos y más cantidad de cosecha. Eso sustituye a un montón de líquidos y de procesos químicos, todo es más natural, menos contaminante.
-Bolillón es un término coloquial en desuso. ¿Cómo lo llamaría si la canción se concibiera hoy?
-No está en desuso. Hay muchos grupos nuevos que me lo mandan en vídeos. El Bolillón está perdurando.
-El término, no la canción.
-Bueno, usted sabe, imagino que hay nuevas sustancias que lo sustituyen.
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¿Qué aprendió de currar con Kiko Veneno?
-A tratar las letras, a darle capas a las canciones, como las cebollas, y a ser más paciente haciendo las cosas.
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¿El agro-pop nació y morirá con ustedes o tiene otros seguidores?
-Hay grupos que se han proclamado continuadores. ¿Por qué no? Al fin y al cabo, es cantarle a tu entorno, no podemos cantarle al asfalto, a los neones, al cuero o a los rascacielos. Woodstock se hizo en el campo, en una granja, ¿no? Todo tiene mucho de agro-pop.
-¿En Cataluña no vendría bien una mijita de agro-pop en lugar de tanta agit-prop?
-En Cataluña vendría bien un poquito más de amor. Porque si es por identidad, parece mentira que con el idioma, los castellers... ¡Más identidad les hace falta, por Dios! Me quedo estupefacto.
-En la era low cost, ¿sigue igual de lejos Japón?
-Igual. Tuvimos un concierto en Osaka en 2006, la única vez que fuimos, y les abrimos los ojos a los japoneses. Estaba más lejos que las noches de Barcelona.
-¿Qué opinión le merece a un chanclero la moda juvenil de los tobillos al aire?
-Si tuvieran que coger arroz en la marisma, el reúma lo tenían seguro.
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