"Desde el Egipto antiguo, hemos ido para atrás como personas"
-Una afición como ésta, seguro que viene desde chico.
-La verdad es que fue leyendo una enciclopedia de mi abuelo, en la que se hablaba sobre el alfabeto egipcio. Jugaba a ser un poco Champolion, intentaba descifrar los jerogíficos. Poco a poco me fui haciendo con libros, incluso creé mi propio diccionario, con las palabras que iba descifrando. Era una tontería, un diccionario de un niño de once años, pero ahora soy profesor de escritura jeroglífica de la Asociación.
-¿No se considera un tipo raro?
-Pues la verdad es que sí. Sobre todo, cuando era más pequeño. Que un niño de 11 años se pase las horas con los dibujitos esos tan raros...
-Sería el único del colegio.
-Seguro, y el único del instituto, y el único de la Universidad al que le gustaba la egiptología. Pero a los amigos les llamaba la atención y eso no estaba mal, aunque a veces los cansaba.
-¿Y luego comprobó que hay muchos como usted?
-Claro, cuando llega ya internet es cuando empiezas a conocer otros como tú, y no te sientes tan raro. Somos muchísimos.
-¿No eran muy noveleros los egipcios, usando jeroglíficos cuando había alfabetos más sencillos?
-Es que los jeroglíficos también tenían magia, se pensaba que al recitarlos muchos de los animales representados podían tomar vida. Algunos de estos animales ya aparecen en el propio texto con un puñal clavado por si tomaban vida al leerlo. Había otras escrituras más útiles para la vida diaria pero la jeroglífica se conservó para los monumentos y la magia.
-¿Qué llama tanto la atención del antiguo Egipto?
-Yo creo que se puede resumir en una sola palabra, quizá para su desgracia: el misterio, el halo de misticismo y misterio que existe en torno del antiguo Egipto, más que nada por el desconocimiento generalizado, porque una vez que te metes en el tema ves que no hay tanto.
-¿Hemos avanzado mucho desde aquella época?
-Habría que definir lo que es avanzar, pero creo que como personas quizá hayamos ido para atrás. La sociedad egipcia era muy avanzada en ciertos aspectos. Por ejemplo, los derechos que tenían las mujeres en el Antiguo Egipto no los tenían las españolas durante el franquismo: derecho a herencia, a divorcio, separación de bienes... En tecnología, no eran los más avanzados de su época, pero sí muy prácticos.
-¿De extraterrestres, nada?
-Nada, las pirámides las construyeron los egipcios, hay pruebas de sobra. Lo que pasa es que en ciertas publicaciones parece que si no dicen mentiras no venden. Y eso que resultaría igual de curioso explicar la verdad. Sabemos cómo se hicieron. Hay restos y marcas rampas en muchas pirámides. Pero hay quien ve más lógico que unos marcianitos vinieran y se pusieran a poner piedras.
-¿Es serio que los turistas se paseen en bañador por el Valle de los Reyes?
-En general, abunda el turista que va a Egipto como el que va a las Bahamas. De hecho, por desgracia, a la gente le interesan más las compras en el mercado de Al Jalili que los monumentos. Y a la mayoría le interesa sólo hacerse la foto con las pirámides, y nada más.
-¿Y eso le molesta?
-Si fuese gente que por lo menos respetase los monumentos, me traería sin cuidado. Si dejan riqueza en el país, vale. Pero la mayoría van toqueteándolo todo y se tienen que hacer la foto abrazando a la estatua. No se la pueden hacer al lado, tienen que estar abrazaditos, como si eso les fuera a dar una energía especial.
-¿Y no le molesta andar entre tanquetas?
-A ver, la protección en Egipto es porque el 85% de sus ingresos depende del turismo. Me molesta más ver la saturación del turismo en ciertos sitios que ver las patrullas policiales que están protegiendo precisamente a esos turistas.
-¿Es conveniente leer Sinuhé o ver Muerte en el Nilo antes de ir a Egipto?
-Evidentemente, cualquier parecido con la realidad es meramente casual. Pero ayuda. Con Muerte en el Nilo ocurre que todavía mucha gente que quiere ir a cenar o a tomar una copa al hotel Old Cataract.
-¿Cuál es su sitio favorito en Egipto?
-A mí, la parte que ahora me gusta más de Egipto es el Egipto medio, la zona de Menia, no sólo los monumentos, que para mí tienen un atractivo personal, sino por la gente, que en esa zona es como era en Egipto hace unos años, antes de tanto turismo. De hecho, es muy parecido a como era España hace muchos años.
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