"En Italia la vela está casi a la altura del fútbol, ojalá se conozca más en España"
Daniel Sánchez Bellido, campeón del mundo de windsurfsub 23
Este joven sevillano acaba de ganar el campeonato del mundo sub 23 de windsurf en la clase Raceboard, disputado en Alemania
"No me veo en los Juegos Olímpicos porque mi clase no es olímpica. Si en el futuro cambiase, lo intentaré"
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-Enhorabuena por su triunfo. Cuénteme cómo fue esa experiencia.
-Muchas gracias. Fue una pasada ir tan lejos a hacer el Mundial, a Alemania, donde estaba todo muy bien organizado, tanto por parte de los alemanes como del comité organizador. Es el mundial más grande que se ha hecho hasta ahora, con más participantes de esta clase. Y fue genial.
-¿Cómo es la clase Raceboard?
-Es la clase por excelencia, la más clásica de todas. El windsurf empezó con una vela y una tabla, y la raceboard sigue ese camino tradicional. Todas son básicamente así pero hay diferencias. Por ejemplo, la categoría olímpica es el foil, que vas literalmente volando. Tiene tabla y vela, pero vuela. No tiene nada que ver con lo tradicional.
-¿Se ve en los Juegos Olímpicos?
-No, pero porque esta clase no es olímpica. Si en el futuro cambiase, lo intentaría, eso es seguro.
-¿Y en la olímpica no hay sitio para usted?
-Yo compito en foil, me encanta, pero influyen otros factores. La raceboard me favorece, pero en el foil hay que ser extremadamente grande de cuerpo. Es como si comparas a un corredor de 3.000 metros con un jugador de rugby. Para el foil hay que pesar más de cien kilos y medir dos metros. Y yo peso 68 y mido 1,75. Intenté ganar peso, cogí tres kilos y medio, pero cuando vi todo el dinero que suponía toda la comida que había que comerse, que era una burrada, asumí que nunca pesaré cien kilos.
-¿Cómo gana un mundial de un deporte náutico un chico de una ciudad que no tiene mar?
-Con mucho arte (risas). A mí siempre me han movido mucho, mis padres me lo han permitido. Mi padre siempre ha navegado, cada vez que podíamos nos escapábamos al Puerto, que es donde llevo dos años viviendo. Acabé bachillerato e hice un grado con el pensamiento de poder compaginarlo con navegar. Sabía que si me quedaba en Sevilla no iba a poder navegar todo lo que quería. Antes de eso, sólo navegaba los fines de semana y entre semana entrenaba lo que pudiese.
-¿Puede un joven deportista vivir de la vela?
-Se puede, pero es muy complicado. Hay condiciones favorables y otras no tan favorables. En España se complica mucho. Si llegas a poder vivir de la vela, no es tan beneficioso como en otros países, donde la vela es mucho más importante. En Italia, está casi a la altura del fútbol. Aquí la conoce mucha gente, pero no es algo que se publicite mucho. Ojalá se conozca más en España. Es un deporte muy grande, muy bonito, que nos ha dado grandes satisfacciones en los Juegos Olímpicos.
-Vamos, que a usted nadie lo para por la calle, ¿no?
-No, no, qué va, jajaja... Aquí sólo nos conocen los que practican vela.
-¿Hace falta mucho dinero para dedicarse a esto?
-Sí, es complicado si no tienes medios. Tienes que tener una infraestructura para llevar material a otra parte del mundo, e ir tú con él. Y luego 15 días de regata, hay que buscar vuelos, alojamientos, a veces tienes que irte en la furgoneta porque no te queda dinero. Y generalmente las competiciones se celebran en países que son más caros que España.
-¿Y cómo se hace entonces?
-Al final no te queda otra que espabilar y buscarte las habichuelas, como se dice. Mis padres no son ricos, ni yo lo soy. Para este mundial estuve buscando patrocinadores, que si echas veinte y cae uno puedes darte por satisfecho. Con eso intentas cubrirte los gastos de la regata. Eso es casi otro trabajo. Yo esta vez conseguí algunos y me han servido porque si no tendría que haber salido todo de mi bolsillo. Y mi bolsillo no es muy hondo ahora mismo, soy estudiante y tengo veinte años.
-¿Qué espera para el futuro?
-No me paro a pensarlo. Al menos no todavía. De momento voy a ver dónde me lleva esto. Se me ha presentado esto del raceboard y me ha salido bien. Eso fue en cuestión de un par de días. Me dijeron que había un mundial y que lo intentara, y dije por qué no.
-Y lo ganó, así como quien no quiere la cosa.
-Bueno, no fue un paseo. No gané hasta el último día.
-¿Practica algún deporte más?
-Hago todo los deportes que puedo. Intento descubrir cosas nuevas. En mayo hice mi primer triatlón, que me lo propuse como objetivo personal. Lo hice a ver qué salía y resulta que salió bastante bien. Es un gusanillo que me ha picado, me ha gustado mucho.
Una vida entre el Puerto y Sevilla
Daniel Sánchez Bellido es un joven sevillano de veinte años, que ganó hace unas semanas el Campeonato del Mundo de Vela sub 23 en la clase Raceboard. Hace dos años se marchó a vivir al Puerto de Santa María, para poder navegar a diario. Hizo un grado de mecánico y después del verano empezará otro de ingeniería de diseño. Este es en Sevilla, ciudad a la que volverá y, por tanto, tendrá que navegar menos. "Pero me escaparé al Puerto cada vez que tenga ocasión. Aunque baje el ritmo, nunca dejaré de navegar".
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