"En la Circunnavegación hicieron España"

Álvaro de Marichalar | Explorador

"En la Circunnavegación hicieron España"
Álvaro de Marichalar.
F. Javier Franco

17 de septiembre 2019 - 21:06

Álvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada (Pamplona, 1961) es empresario, conferenciante, deportista… pero dice que la palabra que mejor le define es explorador. Autor del libro Rumbo al Horizonte Azul, comenzó a navegar en 1982. Su nuevo reto es dar la vuelta al mundo en moto acuática para conmemorar la gesta de Magallanes y Elcano. Saldrá el viernes de Sanlúcar, ciudad donde hoy dará una conferencia (21:00, La Merced) y mañana celebrará una cena a beneficio de las Hermanas de la Cruz (20:00, Bodegas Barbadillo).

-¿Cómo se le ocurrió afrontar la aventura de dar la vuelta al mundo nada más y nada menos que en moto acuática?

-Llevo diez años planeándola. Son nuestros compatriotas héroes. Ejemplo alto e inspiración perpetua: Elcano, Magallanes, su majestad el rey Carlos I y los casi 300 marinos anónimos que navegaron dándolo todo, incluidas las vidas de la mayoría de ellos. Merecen ser recordados, respetados y admirados. Hicieron España y los españoles estaremos siempre en agradecida deuda perpetua con ellos.

-Con 39 expediciones y 14 récords mundiales de navegación en su currículum, ¿qué tiene de especial para usted este reto?

-Es especial por tratarse de la primera vez que afronto el reto de intentar hacer una travesía tan larga y complicada, pero me motiva exactamente lo mismo que me motivó en todas las anteriores expediciones: vivir una parte de mi vida en la Catedral del Mar, cerca de nuestro Creador, navegando de pie y en solitario en su mar, que llena el 70% de la superficie de nuestro pequeño mundo azul perdido en algún lugar del infinito universo.

-¿Le consta algún precedente o alguna experiencia parecida?

-Jamás se ha intentado. Tampoco planteado. Los riesgos de todo tipo son muy, muy elevados.

-El V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo le brinda una oportunidad única. ¿Supone alguna dificultad añadida el hecho de acogerse al, digamos, programa de la gesta?

-Como toda expedición seria, mi viaje está planteado desde la libertad necesaria para poder adaptarme a los designios de la naturaleza y la imposición de las circunstancias. De todas formas, al ser una expedición conmemorativa, he decidido intentar zarpar en las fechas y lugares de la salida de la Primera Circunnavegación. También intentaré recalar en Filipinas, donde perdió la vida Magallanes, y, si consigo lograrlo, trataré de llegar al lugar exacto de llegada de nuestros héroes del siglo XVI: Sanlúcar y Sevilla. Por ello zarpé ya el pasado 10 de agosto desde Sevilla, llegué a Sanlúcar y me he quedado esperando los mismos 40 días que esperaron ellos hasta poder zarpar el 20 de septiembre de 1519 como espero poder hacer también yo con la ayuda de Dios. Éstas son las únicas tres programaciones que me he impuesto. El resto está por ver. Es muy probable que recorra muchas más millas que las que recorrieron nuestros antecesores, ya que cruzaré el Pacífico por el Norte, desde Alaska hasta Kamchatka (Rusia) después de remontar toda la costa oeste de América del Sur -desde la Antártida, a la que espero llegar-, Centroamérica y Norteamérica, para luego descender toda la costa este de Rusia, Japón, Corea y China hasta las Filipinas.

-¿Cómo será el día a día de esta aventura según sus planes?

-Como llevo haciendo desde 1982, navegaré una media de doce horas diarias, siempre en pie durante el 100% del tiempo de navegación para evitar romperme la espalda a causa de los golpes constantes que da la mar cuando se navega a bordo de una embarcación de estas características. Navegaré en riguroso solitario en la mayor parte del trayecto: no necesito apoyo siempre que en mi camino haya litoral o islas donde poder dormir un poco y aprovisionarme de agua, alimentos y combustible. Mi limitación es la autonomía de mi embarcación: 400 kilómetros que consigo gracias a los grandes depósitos suplementarios de combustible que llevaré conmigo amarrados a mi embarcación. Para trayectos a mar abierto superiores a 400 kilómetros necesito una embarcación de apoyo que lleve el combustible, alimentos y agua necesarios. Por ello, igual que hice en 2002 cuando navegué desde Roma a Nueva York, el océano Atlántico lo cruzaré con el apoyo de un barco.

-Por lo que ha anunciado, en esta expedición las reivindicaciones medioambientales estarán muy presentes.

-Sí, absolutamente. Como siempre hago desde hace 39 años, me dedico a mostrar lo que veo filmándolo. Tortugas asfixiadas por la bolsa de plástico que tragaron creyéndola medusa mientras sufren la agonía de semanas por la codicia de unos fabricantes que nos obligan a consumir y comprar lo que no necesitamos ni queremos. En esta ocasión me apoya Yersin, el barco más limpio del mundo que surca la mar hoy. Además, me acompañarán seis científicos norteamericanos a bordo del barco nodriza que estudiarán la actual problemática del mar de los Sargazos por el efecto de los vertidos plásticos. Para ello, iré recogiendo muestras de algas y agua cada media hora desde mi pequeña embarcación Numancia, llevándolas al barco para su estudio inmediato. También filmaré la pesca ilegal y el vertido de crudo desde petroleros.

... Y ahora la vuelta al mundo en moto náutica

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