"El destino de Rilke era Toledo, el frío de la meseta lo lleva al sur"

Carmen Rivas Rubiales | Profesora, licenciada en Filología Clásica

"El destino de Rilke era Toledo, el frío de la meseta lo lleva al sur" / José Ángel García

El libro Viaje al sur. Rilke en Ronda (Fundación Unicaja) de Carmen Rivas Rubiales (Sevilla, 1961) lleva prólogo de Antonio Pau; las voces de Félix Grande y Francisca Aguirre recitan poemas y recuerdos de Marie von Thurn und Taxis. Tributo a Cristóbal Aguilar, que lo retrató; a Nicomedes, que esculpió su estatua; a Jaime Ferreiro, que ganó el concurso de artículos en el homenaje de 1966. A José María Prieto Soler, que zamarreó todo el legado de Rilke, y a los pastores de Ronda. En la imagen, en la Caridad junto al soneto de Mañara que anotó Rilke: “Luego el vivir es una amarga muerte. / Luego el morir es una dulce vida”.

-¿Cómo llega a Rilke?

-Por Cernuda. En el homenaje que le hacen en Ronda en 1966 hay poetas del 27. Dámaso Alonso y Gerardo Diego, que dice que Ronda era para él la ciudad de los toreros y desde entonces sería también la de Rilke.

"¿Checo? ¿Austrohúngaro? ¿Alemán? Rilke es el primer poeta europeo porque no tiene patria"

-¿Y cómo llega a Ronda?

-Mi padre trabajaba en los Amarillos, de cobrador, después de administrador.

-Hermoso oficio para hablar de un viajero.

-Yo reivindico el viaje de Rilke a Ronda como un viaje andaluz, porque antes pasa por Córdoba y Sevilla después de estar en Madrid y ser huésped del hotel Palace el año que abrió.

-¿Era Ronda su destino?

-Su destino inicial es Toledo, fascinado por El Greco, pero el frío de la meseta le hace buscar el Sur. Cumpliendo un sueño que había tenido un hijo de su gran amiga Marie von Thurn und Taxis. Su familia creó lor primeros transportes, de ahí la palabra taxi.

-¿Qué ve en Córdoba?

-Estuvo sólo tres días, pero muy importantes. Se sumerge en el islam, empieza a leer el Corán. De hecho, cuando llega a Ronda le entran ganas de estudiar árabe y de ir a Tánger.

-Llegó a escribir que "Sevilla no le dice nada"...

-En su libro Rilke en Andalucía, Rof Carballo dice que Sevilla, como Viena, es una ciudad donde la alegría oculta la muerte. Estuvo una semana, antes de la fiesta de la Inmaculada. Vio a esos niños vestidos a la manera austriaca, no les llama seises. La catedral no le gusta, la ve tan supertriunfal que quiere triunfar sobre Dios. Visita las Atarazanas y el hospital de la Caridad, apunta en su carterita el soneto de Mañara. Rilke había escrito dos poemas sobre don Juan.

-¿Fue un viaje interior?

-Entre 1910 y 1914, Rilke pasó por cincuenta residencias diferentes, siempre invitado. El viaje a Toledo lo planifica en el castillo del Duino, a la vista del Adriático.

-¿Viaja para escribir?

-La llama su Gran Tarea. Se lo financia su editor, Kippenberg. Félix Grande dice que no se sabe si Rilke cuando llega a Ronda huye o se busca a sí mismo.

-Sus poemas son carteles publicitarios de Ronda...

-En dos personajes griegos, la última página del Ulises de Joyce y el Soneto XXI del Orfeo de Rilke aparece Ronda. En la entrada de la prosa y de la poesía contemporánea.

-Fue secretario de Rodin.

-Le llevaba la correspondencia, vivían en el mismo edificio. Rodin le enseña que la angustia es cosa. Le escribe desde Ronda una carta el día de Año Nuevo.

-¿Qué sabía de España?

-A Rodin le dice que España es un heroísmo sin objeto. El único español con el que se carteó fue con el pintor Zuloaga. Fue a su cumpleaños en París, al que también asisten Degas, Albéniz, Rodin. Pensó escribir una biografía suya.

-A la que menos le escribe es a su mujer...

-Clara Westhoff era escultora. Tuvieron una hija. No se llevaban mal.

-Está en Ronda de diciembre de 1912 a febrero de 1913. ¿Cómo vuelve?

-Vuelve a Centroeuropa en los albores de la Gran Guerra (hoy se cumplen 105 años de su inicio). Consiguieron sacarlo del frente y mandarlo a un archivo.

-¿Qué mujer fue más influyente?

-La rusa Lou Andreas-Salomé, que volvió majarona a media Europa. Freud, Nietzsche, Rilke. A ella le cuenta que ha superado en Ronda una tentativa de suicidio.

-¿Toledo o Ronda?

-Las dos tienen Tajo, el río y el abismo, y las cadenas de los cautivos cristianos que trabajaban en las minas árabes de Ronda, liberados por los Reyes Católicos, fueron hasta Toledo.

-¿Y la ciudad torera?

-Todos los días pasa junto a la plaza de toros, pero no le dice nada. De su época con Zuloaga escribió el poema Corrida.

-El libro lleva las cuatro rutas de Rilke en Ronda.

-Hablé con un cartógrafo y un biólogo para detalles de pájaros y árboles. Están hechas a partir del epistolario español de Rilke, una veintena de cartas.

-Un poeta epistolar...

-Compra las postales y los sellos en el bazar La Alianza. A la baronesa Sidoney le escribe en alemán y las descripciones en francés.

-Nace en Praga y muere en Suiza...

-Es el primer poeta europeo porque no tiene patria. Rilke apátrida, dice Antonio Pau. Elige el alemán para escribir, y los alemanes lo reivindican por eso. ¿Checo? ¿Alemán? ¿Austrohúngaro? Antes de la Unión Europea, su concepto de patria es Europa.

-Llega al hotel Reina Victoria y está solo, como el Overlock de Stephen King.

-Pero le escribe a su editor que vendrán nuevos huéspedes. Mariano de Villalonga, con los nueve hijos de sus dos matrimonios.

-¿Qué hay de Rilke en Ronda?

-Una avenida, una autoescuela, un pub. La estatua de Nicomedes en el hotel mirando al tajo. Yo doy clase en el colegio Fernando de los Ríos, junto a la iglesia de San Francisco donde hace su primera visita.

-Llevó una vida de paseos, cartas y poemas.

-En Ronda escribe el poema Almendros en flor y La trilogía española. A Heidegger le pidieron que diera los diez mejores poemas en alemán. Sólo dio tres. Uno de ellos la Trilogía.

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