"Tengo muchos defectos, pero una de mis virtudes es dejar hablar"
Entrevista a Jaime Cantizano
El locutor y presentador jerezano conduce 'Por fin no es lunes' en las mañanas de Onda Cero los fines de semana
Jaime Cantizano (Jerez de la Frontera, 1973) se crió en la barriada de La Granja, por entonces a las afueras de la ciudad. Allí se forjó su vocación de comunicador que encontró su gran oportunidad al lado Ana Rosa Quintana en las tardes de Antena 3. Con la entonces productora de la estrella matinal, Cuarzo, pasó a las noches con aquel ¿Dónde estás corazón? que le granjeó mucha popularidad. Su rostro le permitió ganarse el cariño, y la atracción, de millones de espectadores, pero Cantizano es sobre todo una voz con personalidad, como demuestra en Por fin no es lunes, en Onda Cero.
–Cómo ha cambiado todo en unos días. Hace menos de un mes le daban la bandera de Andalucía. Nos parece que fue hace años.
–Todo ha quedado atrás. A mí cualquier reconocimiento me supone pudor. En la distinción de la bandera la carga sentimental superaba a lo profesional. Entiendo que fue un reconocimiento a la promoción de mi tierra, a la defensa de Andalucía, de Cádiz, Jerez.
–¿En realidad nunca se desconectó de Andalucía?
–Aunque estuviera en Madrid nunca perdía de vista lo que pasaba en Jerez. Siempre he estado conectado con mi familia y mi entorno. Y en los últimos años también he estado haciendo cosas con Canal Sur. Yo aprovecho todas las fechas libres. Ojalá hubiera podido estar para esta Semana Santa.
–Todavía no valoramos el milagro de la interconexión de internet...
–Ya no hay distancias ni barreras. Yo pertenezco a los emigrantes privilegiados y me vuelvo a mi ciudad cuando me apetece, donde siempre he estado cómodo. Me marché de Jerez para buscar nuevos horizontes profesionales y jugó a mi favor el factor suerte.
–¿Madrid siempre fue su sueño como periodista?
–Sí, desde pequeño tenía claro que como locutor mi destino tendría que ser Madrid y la oportunidad se presentó con Localia. Mi vida ha tenido etapas muy definidas y he pasado por grandes empresas, Antena 3, Canal Sur, TVE. Y después del morning show en Cadena Dial, los fines de semana en Onda Cero. Con el programa Por fin no es lunes me siento muy arropado.
–¿Un programa de fin de semana deja más tiempo libre?
–No, no hay más tiempo libre. En esta profesión siempre ocurren cosas. Y los días fluyen tan rápido. El miércoles ya tenemos reunión de contenido y tenemos a todo el mundo funcionando.
–Ya que su espacio es en fin de semana ¿sabe desconectar cuando los demás están trabajando?
–Yo soy partidario de desconectar y saber hacerlo. Debemos respetar nuestro tiempo libre pero a veces no se consigue. En una profesión tan vocacional como la de la comunicación no es fácil. Cuando te enamoras de una profesión, te arrastra.
–¿Cómo debe ser un programa de fin de semana?
–Una revista que no pierde de vista la actualidad, con voces sabias. Analizamos lo que sucede pero en cuanto sea posible transitamos hacia la vida cotidiana. Tenemos a Olvido Gara (Alaska), a Carlos Quílez, América Valenzuela. Sara Escudero...
–¿Estamos saturados de realidad, de actualidad?
–De lunes a viernes la intensidad informativa, y más ahora, nos deja agostados. En los fines de semana yo soy partidario de hablar con anónimos que guarden grandes historias.
–¿Algún personaje en especial en estos meses?
–La desaparecida Margarita Salas. Era una leyenda de la ciencia en un país como en el nuestro. Fue una conversación agradable e interesantes. Su mensaje fue tan claro y tan fresco. Es una apuesta por un concepto, porque en el resto de la semana devoramos las noticias. Hay que saber escuchar. Yen la mañana de los fines de semana la idea es escuchar.
–Hablaba de anónimos con historias ¿todos tenemos detrás una gran historia, aunque no lo sepamos?
–Yo diría que casi todos tenemos una gran historia personal que contar. Lo noto en cada personaje. Tengo muchos defectos, pero una de mis virtudes es dejar hablar al invitado. Lo que me tenga que contar, que me lo cuente ante el micrófono, que no sea porque me he dedicado a quitarle minutos.
–¿Cómo consigue que el invitado hable de verdad?
–Creando una confianza mutua. Una atmósfera de cercanía. La realidad que me encuentro es que son las diez de la mañana y en un sábado no nos podemos poner intensos. Hay que dejar fluir.
–Usted es de los que transita por Madrid a solas, como está pasando en estos días.
–Pero precisamente yo no veo la ciudad a la hora en que me despierto. Es de noche aún. Y sí, las calles están desiertas como sucede ahora en cualquier momento. Me siento muy afortunado en mi trabajo y en mi horario. Son horas en que se siente la intimidad.
–Mencionaba a sus colaboradores, algunos son mitos.
–Olvido es un referente. cultural. Como Sabino Méndez. Y Boris, que tiene una conversación que siempre sorprende.
–¿Qué cosas le marcaron de la radio local, en aquella etapa de Onda Cero en Jerez?
–Me reafirmó en mi vocación. De las noticias que tuve que contar destaco la del asesinato de Juan Holgado. Me sigue impresionando aquel caso.
–Cuando se levantaba entonces todo era más difícil de producir a primera hora.
–Y por eso lo primero que hacía era leerme entero el Diario de Jerez. Fue una etapa profesional preciosa. Dura, pero entrañable.
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