“Los divorciados se cubren las espaldas ante un nuevo confinamiento”
Javier Soto, fiscal coordinador de Familia
“Los progenitores colaboraron y la COVID causó menos problemas de lo esperado”
“Las nuevas formas de familia demuestran que sigue siendo el pilar de la sociedad”
Javier Soto Díaz, fiscal coordinador de Familia e Incapaces en Sevilla, analiza en esta entrevista el impacto de la COVID sobre los regímenes de visita de los hijos de divorciados y los problemas a que se enfrentan los siete fiscales de esta materia en Sevilla.
— ¿Surgieron muchos conflictos durante el confinamiento por el régimen de visitas de los hijos de separados?
Se plantearon algunos problemas porque hubo progenitores que no aceptaron que sus hijos se quedaran en un solo domicilio durante todo el confinamiento. Pero la mayoría lo aceptó y los conflictos fueron menos de lo esperado. Por ejemplo hubo un padre que se confinó aquí en Sevilla con su hijo mientras su ex esposa, residente en Almería, exigía que se cumpliese el régimen de visitas. Pero el juez le dijo que no se podía trasladar al menor cada dos semanas a Almería. Cuando terminó el confinamiento la madre pidió que se le compensara en días y que su hijo estuviera todo el verano con ella pero no se le dio la razón porque el estado de alarma fue una causa de fuerza mayor y el padre no había abusado de la situación para impedir que la madre viese a su hijo.
— ¿Colaboraron los progenitores para cumplir el régimen de visitas?
El porcentaje de colaboración de los progenitores separados ha sido bastante aceptable y sus hijos no han sufrido más que cualquier otro menor.
— ¿Durante la pandemia se produjeron resoluciones contradictorias entre los diferentes juzgados de Familia?.
El confinamiento supuso una situación tan novedosa que al principio se dieron algunos palos de ciego pero al final, al menos aquí en Sevilla, se unificaron los criterios. La decisión fue que el régimen de visitas que se podía cumplir, se cumplía, y el que era perjudicial para el menor no se llevaba a cabo.
— ¿Cómo afectó la COVID a los juicios de familia?.
Cuando nos incorporamos en junio estábamos un poco asustados, se hizo un calendario y todos los juzgados empezaron a señalar bastantes juicios, pero con la precaución de dejar entre uno y otro un tiempo añadido para la limpieza y que no se aglomerara la gente. Ahora casi estamos al día gracias al esfuerzo de los jueces y a la creación del nuevo juzgado de Familia, que también ha traído consigo un nuevo puesto en la Fiscalía. Aún así, haría falta en Sevilla un séptimo juzgado de Familia.
—¿Sirvió la habilitación judicial de parte del mes de agosto?
No, se hicieron muy poco juicios.
“Los padres piden custodias en previsión de un nuevo confinamiento”
—¿Han observado un aumento de los divorcios después del confinamiento?
No lo hemos notado pero lo que sí han aumentado son las modificaciones de medidas porque los padres se han querido cubrir las espaldas después de ver lo que pasó con el confinamiento. En previsión de un nuevo aislamiento, piden que el régimen sea más específico y quieren más custodias compartidas, parece que les da mas seguridad que los fines de semana alternos.
— ¿Se conceden muchas custodias compartidas en Sevilla?
La media nacional es de una por cada cuatro y en Sevilla estamos un poco por encima de esa media. El problema de la custodia compartida es que muchos padres piensan que con ella no tendrán que pagar pensión pero son dos cosas diferentes, muchas veces hay que pagarla aunque haya custodia compartida.
— ¿Observan nuevas circunstancias en materia de Familia?
Tuvimos el caso de un español que tenía un hijo en la República Dominicana con una mujer de aquel país, el padre se trajo al niño a España y entabló una nueva relación con una señora que durante siete años convivió con el niño y lo educó como si fuera su hijo.
Pasado ese tiempo, el padre desapareció y se fue con otra mujer y al mismo tiempo la madre biológica dominicana se trasladó a España y consiguió un trabajo como empleada de hogar. La resolución que se ha alcanzado es curiosa porque el niño sigue con la mujer que lo ha educado y que lo considera su hijo y a la madre biológica se le ha concedido un régimen de visitas. Y ha sido una resolución de conformidad con todas las partes.
“Defendemos las visitas de los abuelos como transmisores de valores”
— ¿Que reflejan estos nuevos modelos de familia?
Estas nuevas formas que surgen demuestran que la familia sigue teniendo mucha fuerza y sigue siendo un pilar fundamental de la sociedad española. Por eso sigue habiendo muchos procedimientos de abuelos que luchan por el régimen de visitas con sus nietos y de hermanos que lo hacen con un incapaz a quien consideran “secuestrado” por su tutor.
Siempre que hay conflicto con el régimen de visitas de los abuelos nosotros lo defendemos porque son una figura importante en nuestro país como transmisores de valores.
— ¿Que piensa de la disputa entre divorciados por sus embriones congelados?
Es un problema que no está resuelto. La congelación de embriones es una práctica admitida pero en caso de divorcio hay un derecho de los dos donantes a pronunciarse sobre su destino. Recientemente la Audiencia de Sevilla vio un caso y valoró que tanto el padre como la madre tenían derecho a pronunciarse, aunque llegó a la solución salomónica de que decidiera la clínica de fertilidad por transcurso del plazo legal.
— ¿Que papel tiene el fiscal en la jurisdicción de Familia?
Muchas veces se identifica al fiscal con el área penal pero si en todas las facetas somos protectores de los derechos y libertades, ese aspecto de protección tiene tanta o mas relevancia en la civil porque afecta a menores, discapacitados y mayores. Aquí no solo hay que saber de leyes, hay que tener mucho sentido común. Cada tema es una persona y hay que mirarlo con mucha delicadeza. Es SU divorcio y SU problema, y más si hay menores por medio.
— Acaba de cumplir 30 años de su ingreso en la Carrera Fiscal, ¿que casos son los que mas le han impresionado?
Los casos de asesinato en la Audiencia y algunos juicios de incapaces. Recuerdo una misma mañana en la que tuve cuatro juicios por personas enfermas de Alzheimer y todas eran menores de 50 años. Me fui muy afectado a casa, pensé que un día estás aquí y mañana no estás. Otra mañana tuve tres juicios de chicos jóvenes que habían quedado incapacitados como consecuencia de accidentes y me entristeció mucho.
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