La vinculación de Sevilla con la coronación de la Virgen del Rocío
Aniversario de un hecho histórico
Almonte pertenecía en 1919 al arzobispado sevillano, lo que propició que personalidades y negocios de la capital andaluza se involucraran en este acontecimiento
La romería del Rocío de este año viene marcada por el centenario de la coronación canónica de la Blanca Paloma, un hecho que condicionó el devenir de esta celebración que a partir de entonces empezó a traspasar las fronteras naturales (las comarcas más cercanas de Huelva, Cádiz y Sevilla) y a extenderse a nivel mundial.
En 1919 Almonte pertenecía al Arzobispado de Sevilla, de ahí que muchas de las personas que contribuyeron a que la coronación de la Virgen del Rocío se hiciera realidad estuvieran vinculadas con la capital andaluza, en la que ya se profesaba, desde un siglo antes, gran veneración a esta imagen mariana gracias, sobre todo, a la Hermandad de Triana.
A continuación se hace un repaso de los nombres de sevillanos y entidades relacionadas con la ciudad hispalense que quedaron para siempre unidos a la historia de este acontecimiento, del que se cumple un siglo este sábado 8 de junio.
El cardenal Almaraz
Ocupó la sede hispalense desde 1907, donde permanecería hasta un año después de la coronación canónica de la Blanca Paloma. De origen salmantino, obtuvo el cardenalato en 1911. Seis años después Sevilla lo nombró Hijo Adoptivo. Su hermana María presidió la junta de señoras que se creó para sufragar y organizar los actos con motivo de la coronación. Desde este cargo mostró su desacuerdo con el diseño de la corona que presentó Muñoz y Pabón.
A este prelado se debe el apodo que recibió la camarista de entonces, Ana Valladolid, a la que llamó “domadora de leones”, por ser capaz de apaciguar los ánimos de los almonteños por hacerse con las andas de su patrona.
Muñoz y Pabón
Natural de Hinojos (Huelva) ingresó a muy temprana edad en el seminario de Sevilla. Fue canónigo lectoral. A su pluma se debe el famoso artículo La pelota está en el tejado, publicado en el decano de la prensa sevillana El Correo de Andalucía (rotativo que jugó un papel fundamental en este acontecimiento), donde lanzó la idea de coronar a la Blanca Paloma, habida cuenta del fervor que ya se le profesaba en aquella época.
Algunos historiadores, no obstante, consideran que tal propósito ya había sido manifestado en el cuento El traje de luces, obra del cura de Niebla, Cristóbal Jurado. Sugerencia que, de todas formas, consiguió un amplio eco mediático -y, sobre todo, el apoyo de las principales instituciones y personalidades del momento- gracias a Juan Francisco Muñoz y Pabón.
Sus dotes de escritor se evidencian en las célebres sevillanas que compuso con motivo de este acontecimiento y cuya letra más conocida (“La Virgen del Rocío no es obra humana”) se encuentran bordadas en la saya que estrena la Virgen y en el interior de las nuevas bambalinas del paso.
La herencia de Arfe
Evidentemente hacía siglos que el platero leonés y de ascendencia alemana -autor, entre otros trabajos, de la custodia del Corpus de Sevilla- había fallecido. Pero una de sus obras sirvió de modelo para la presea de la Blanca Paloma.
Se trata de la corona de la Inmaculada grande de la Catedral de Sevilla )la que talló Alonso Martínez), en la que se inspiró Muñoz y Pabón. La idea no resultó del agrado de la hermana del arzobispo, por lo que hubo que introducir algunas modificaciones, como la inclusión de imperiales.
Espinosa de los Monteros
El joyero de la Catedral de Sevilla fue quien se encargó de hacer realidad la corona. Para ello, empleó dos kilos y medio de oro, procedente de donaciones. Contiene 240 brillantes, 14 esmeraldas, 38 rubíes, tres topacios, tres zafiros, cinco perlas grandes y varios diamantes.
Joyería Reyes
Estaba regentada por aquel entonces por José de los Reyes Cantueso, la segunda generación que se ponía al frente de este negocio sevillano abierto en 1880. Ya se encontraba en su actual emplazamiento, en la calle Álvarez Quintero, en un edificio con fachada de corte modernista. La presea del Divino Pastorcito fue diseñada y realizada en esta joyería, que cinco años antes había dado vida a la corona diseñada por Rodríguez Ojeda para la Macarena y que le fue impuesta -también por el cardenal Almaraz- a la Dolorosa de San Gil en la denominada coronación popular.
Librería Sobrinos de Izquierdo
El escaparate de este negocio, que estaba situado en la calle Francos, 19 (en un edificio de Aníbal González), sirvió de expositor de la corona de oro. Se trataba de una librería de temática religiosa, fundada por Benito Lázaro Izquierdo, que pasó a manos de su sobrino Pascual Lázaro González tres años antes de la coronación. En 1933 se denominó Librería Pascual Lázaro, que cerró sus puertas el último día de 1998.
Hermanos Delgado
Un siglo después, el taller sevillano de orfebrería, situado en un antiguo corral de Goles, ha cincelado la nueva corona de oro que luce la Virgen del Rocío por el centenario de este acontecimiento. Una obra que es fruto de la devoción que le profesan las hermandades filiales, no filiales y las asociaciones rocieras y que se podrá contemplar en la procesión de este lunes de Pentecostés.
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