El papa Francisco, con una medalla del Rocío de Triana
Le ha sido entregada durante la peregrinación rociera a Roma
El Sumo Pontífice ha recibido en audiencia a la Hermandad Matriz y las filiales en el Vaticano
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Una de las imágenes del día. El papa Francisco ha lucido durante unos minutos la medalla de la Hermandad del Rocío de Triana. Le ha sido entregada por un grupo de miembros de la corporación sevillana durante la audiencia que el Santo Padre ha mantenido con la Matriz de Almonte y las filiales en la peregrinación conjunta a la Ciudad Eterna con motivo del 31 aniversario de la visita de San Juan Pablo II al santuario de la Blanca Paloma, que tuvo lugar en junio de 1993.
Esta peregrinación ha reunido en la capital italiana a más de mil participantes de las 120 filiales y la Matriz almonteña. La programación cultual ha comenzado este miércoles 18 de diciembre, festividad de la Virgen de la Esperanza, bien temprano. Lo ha hecho a primera hora de la mañana, con las luces del alba, en la Plaza de San Pedro, y con el sonido de la gaita rociera y el tamboril. Como en una diana floreada de las que tienen lugar para despertar a los peregrinos en la romería de Pentecostés.
Han sido los momentos previos a la audiencia que ha mantenido Francisco con los rocieros en el Vaticano, donde de nuevo el presidente de la Matriz, Santiago Padilla, le ha pedido que visite el santuario de la Blanca Paloma. En este encuentro varios rocieros de Triana le han entregado la medalla de la hermandad, que el Sumo Pontífice ha lucido durante unos minutos, como un gesto de cortesía. Instantes captados por los teléfonos móviles presentes.
Rosario vespertino
La jornada ha continuado con una eucaristía en la Basílica de San Pedro y seguirá esta tarde con un rosario en los jardines del Vaticano, presidido por el simpecado verde de la Hermandad Matriz, que se emplea en este tipo de peregrinaciones.
Este simpecado estará expuesto a la veneración de los fieles en la iglesia de Montserrat, en la Ciudad Eterna, donde permanecerá durante todo 2025, Año Jubilar, para que oren ante él todos los rocieros que se encuentren en Roma.
Como acto paralelo, cabe destacar la cena de confraternidad rociera que tendrá lugar cerca de la Embajada de España en Roma, en la Plaza de España.
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