Así son las nuevas piezas que los Hermanos Delgado han realizado para la Virgen del Rocío

Una nueva obra de los Hermanos Delgado para la Virgen del Rocío. Del taller sevillano de la calle Goles han salido un cetro para la Blanca Paloma y otro cetro y un orbe para el Divino Pastorcito. Las tres piezas, realizadas en oro y piedras preciosas, las ha donado el cantante nazareno Manuel Lombo. Fueron bendecidas el pasado martes por el obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra, en una eucaristía celebrada en la parroquia almonteña de la Asunción, ante la Patrona de la localidad onubense.

El diseño de estas piezas tiene ya 13 años. Fue entonces cuando el cantante -gran devoto de la Virgen del Rocío- comunicó a los orfebres sevillanos su intención de hacerle una donación a la Reina de las Marismas. Ese deseo fue tomando forma.

"Apostamos por un estilo barroco, que es el que impera en la mayor parte del patrimonio de la Virgen", explica José Delgado, integrante de dicho taller junto a sus hermanos Francisco y Ángel. "Cuando la idea se le presentó a la junta de gobierno que regía entonces la Hermandad Matriz, gustó mucho", abunda. Durante este tiempo, el donante ha recogido el material necesario, mientras que los orfebres han ido labrando las piezas. El último empujón se ha dado en la pandemia del Covid.

En su ejecución se ha empleado oro de 22 quilates, el más idóneo para trabajar en la orfebrería. También se han utilizado piedras preciosas como rubíes, esmeraldas, zafiros y topacios. Los orbes están realizados en marfil. Llama la atención, en especial, el que sirve de remate del cetro de la Virgen, cuyo meridiano forma una cruz labrada.

Respecto al diseño, José Delgado subraya que "no queríamos que tuviera muchos sobresalientes, de ahí que el cincelado sea muy sutil". Destaca el tramo central, el más liso y cercano a la mano de la Virgen, donde se repite hasta ocho veces el anagrama de María. "Ha requerido de mucho trabajo, por tratarse de piezas pequeñas y muy delicadas", abunda.

Hay que subrayar que el diseño de estas piezas es bastante anterior al de la corona de oro que la Blanca Paloma estrenó en la romería de 2019 -la última antes de la pandemia- y que también salió de este taller. Fue un regalo de las hermandades filiales y asociaciones rocieras, mientras que la del Pastorcito Divino, donada por Almonte, se labró, de igual modo, en dicho obrador. Pese a la diferencia de años, los cetros y las preseas guardan relación. "Forman un perfecto conjunto", asevera José Delgado, quien se ha encargado de diseñar todas estas piezas.

"Estamos deseando verlas en las manos de la Virgen del Rocío y de su Hijo, pues es una satisfacción para nosotros, que somos grandes devotos de la Blanca Paloma", refiere José Delgado, que agradece la confianza depositada por Manuel Lombo en ellos para hacer realidad este deseo.