Apoyo institucional de la Matriz del Rocío al mundo del toro
Rocío
La hermandad publica una declaración en la que recuerda la importancia que han tenido ganaderos y toreros a lo largo de los siglos en la devoción a la Blanca Paloma
La Virgen del Rocío y el mundo del toro han ido parejos prácticamente desde que se tiene constancia de esta devoción universal. Una vinculación que la Hermandad Matriz de Almonte quiere poner de manifiesto tanto en la exposición Otorga Lo Imposible (que se desarrolla en la localidad onubense hasta el 15 de septiembre) como en una declaración institucional en la que se realiza una defensa de la fiesta nacional.
En un momento en el que el mundo del toro cada vez está más cuestionado por diversos sectores de la sociedad española, la junta de gobierno que preside Santiago Padilla expresa en un comunicado un contundente apoyo al mundo del toro. Una defensa que basa en la relación que ha tenido desde bien antiguo este sector con la devoción a la Blanca Paloma.
Con tal fin, expone una serie de puntos en los que recuerda que la Virgen del Rocío fue venerada desde su origen, en la Edad Media, por ganaderos de las marismas del Guadalquivir y que el mundo del toro constituye una de las señas externas de identidad culturales y antropológicas "más significativas" de la devoción rociera, las cuales perviven en la romería de Pentecostés, a través de "sus atuendos camperos, en sus estampas ecuestres y en sus comitivas romeras".
La Matriz también recuerda que Almonte ha sido tierra de cría de ganado, "incluido el toro de lidia", prueba de lo cual es la importante vacada del canónigo almonteño José Carlos Tello de Eslava (1687-1753), quien fuera hermano mayor de esta corporación y miembro de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Debe recordarse que este ganadero y canónigo fue quien donó a la Virgen las famosas ráfagas de punta redonda, del siglo XVIII, que le confieren esa silueta inconfundible y que ha contribuido a perpetuar su peculiar iconografía.
Otro de los símbolos de esta relación es la presencia de la patrona almonteña, a través de azulejos o reproducciones en talla o cerámica a pequeña escala, en capillas de muchas plazas de toros y en diversos elementos ornamentales de fincas, cortijos y tentaderos, dedicados a la cría de reses bravas, tanto en España como en América.
En el origen de muchas filiales
Una relación que ha llegado a propiciar el nacimiento de nuevas hermandades filiales, como ocurrió, según la Matriz, con el ganadero Manuel Suárez Jiménez en Coria del Río (1849), la ganadera María Martín Serrano en Gines (1928), o el rejoneador Antonio Cañero y el torero Rafael Guerram Guerrita, en Córdoba (1935).
Mención especial adquiere aquí la dinastía sevillana de Los Gallo, en la que Rafael Gómez Ortega le regaló un exvoto a la Virgen con la leyenda Otorga Lo Imposible, que da título a la exposición actual.
También ha resultado fundamental la ayuda de ganaderos y toreros para los diversos proyectos puestos en marcha a lo largo de la historia del Rocío, tanto los desarrollados por la Matriz como por las hermandades filiales. En las juntas organizadas para la coronación canónica de 1919 participaron, por ejemplo, el ganadero José Anastasio Martín Serrano y José Gómez Ortega, Gallito, con su apoderado Manuel de Pineda. Una de las últimas muestras de este apoyo es el nuevo paso de la Virgen del Rocío que realiza el orfebre sevillano Ramón León y cuya financiación corre, en buena parte, a cargo del diestro Miguel Báez Spínola, Litri.
Con esta declaración y la mencionada exposición, la Matriz quiere "devolver al mundo de la tauromaquia tantos gestos de generosidad con la devoción a la Virgen del Rocío y reforzar los lazos de unión". Una relación que quedará a partir de ahora patente en uno de los elementos decorativos que integra el nuevo paso de la Blanca Paloma: un capote bendecido por el Espíritu Santo en el basamento de un varal.
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