El Gobierno frena el desembalse en el Quema: "No es buen año para que la Junta lo pida"

El Gobierno de España ya se ha pronunciado sobre la solicitud de la Junta de Andalucía para que el vado de Quema tenga agua cuando los rocieros lo crucen la próxima romería. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, estima que "no es buen año" para el desembalse en el río Guadiamar y acusa al Ejecutivo de Juanma Moreno de querer "ponerse una medalla" con los miles de peregrinos que atravesarán este paraje natural -en el término municipal de Aznalcázar (Sevilla)- a finales de mayo, en vísperas de las elecciones municipales.

El estado de sequía que sufre el cauce del Guadiamar a su paso por la finca de Quema se ha convertido en otro motivo de confrontación política entre el Estado y la Junta. La petición cursada por la delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla para que este enclave cuente con agua para la romería del Rocío ha sido cuestionado este viernes por la ministra Teresa Ribera, a cuyo departamento pertenece la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), ente al que se le envió dicha solicitud el pasado miércoles.

Ribera ha mostrado su "sorpresa" por la petición del Gobierno andaluz, al que ha acusado de querer "ponerse una medalla" con los rocieros por solicitar que el vado de Quema tenga agua para la romería. Ante dicha petición, la ministra ha sido tajante: "No es un buen año para que la Junta se pronuncie así".

Postura "contradictoria"

También ha criticado la postura "contradictoria" del Ejecutivo regional en un año marcado por la falta de lluvia, que ha dejado en una situación crítica el campo andaluz. "No se puede uno quejar de que hay sequía y simultáneamente hacer una petición de estas características", ha insistido Ribera.

Debe recordarse que tal petición la realiza todos los años la delegación del Gobierno de la Junta en Sevilla (responsable del Plan Romero en la provincia de Sevilla) a la CHG. Se hace coincidiendo con el desembalse del pantano del Agrio -que retiene la mayor parte del caudal del Guadiamar- para los agricultores de la zona. Por tanto, el agua no es en exclusiva para los rocieros, sino que se aprovecha el caudal que ya existe para los cultivos. La Confederación intenta cada año que dicha solicitud coincida con las fechas previstas para los desembalses de los regadíos. En mayo de 2023 hay dos contempladas: una para la termosolar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor (que no llegará al vado de Quema) y otra para los agricultores, de la que sí se beneficiaría dicho paraje.

La ministra ha realizado tales declaraciones en una entrevista concedida al programa Espejo Público. En ella ha precisado que "los regantes tienen serias dudas de que el desembalse en estos momentos sea la mejor opción y las hermandades se han mostrado muy cautas, porque también les importa el Rocío". "Estamos a la espera de lo que ocurra, pero es sorprendente que la Junta pretenda ponerse una medalla o generar un conflicto que no toca", ha abundado.

Los Ecologistas: "Los rocieros se quedarán sin pinos"

A la polémica se han sumado también asociaciones en defensa del Medio Ambiente, como Ecologistas en Acción, que ha calificado la petición de la Junta de "alucinante y frívola". "La frivolidad de esta decisión no tiene parangón cuando se está en medio de una de las peores sequías que, junto con temperaturas extremas en primavera, nos trasladan al escenario mil veces advertido de calentamiento global", advierte dicha asociación.

Los Ecologistas no dejan títere con cabeza en su análisis devastador en caso de que finalmente el Quema se llene de agua por desembalse: "Los rocieros tendrán su postal asegurada, los regantes seguirán disponiendo de un agua que en breve podría ser vital para el consumo humano y Doñana seguirá como en los últimos años, seca por encima y salada por debajo, lo que provocará que igual los rocieros pueden tener algo de agua en el Quema pero se quedarán sin los pinos del camino".

Las hermandades, al margen

La petición cursada por la Junta está al margen de las hermandades, que muestran total cautela en este asunto ante la deriva política que ha tomado. No debe olvidarse que semanas previas ambas administraciones han protagonizado otra confrontación por los regadíos de Doñana, que tienen también la sequía como telón de fondo.

Como ya informó Diario de Sevilla, el pantano del Agrio se encuentra a más del 70% de su capacidad, por lo que aún está lejos de entrar en alerta por sequía. Sus reservas tienen como fin prioritario el uso agrario e industrial. La última palabra en este asunto, no obstante, la tiene la CHG, que este viernes aún no ha tomado una decisión definitiva sobre la petición de la Junta.