El PSOE ha perdido con Sánchez el 20% de sus votantes en la provincia
El domingo obtuvo 21.318 votos menos que el 20-D, cuando se dejó en el camino otros 41.300 El PP se recupera, pero no logra igualar el resultado de 2011, cuando ganó en 17 municipios y quedó a 62.000 votos de los socialistas
Se ha dicho muchas veces, aunque el resultado final en el color del mapa político en la provincia haga que se olvide: el hecho de que el PSOE siga siendo el partido más votado en el conjunto de los ayuntamientos sevillanos -dejando a un lado la capital- no quiere decir que no sufra desgaste en éstos, sino que el colchón en el que se apoya es tan grueso y amortiguado que es difícil hundirlo, sobre todo cuando sus competidores crecen o merman según el viento político que sopla en el panorama nacional. Sólo el domingo, cuando por primera vez el PSOE se quedó sin la mayoría absoluta de diputados por la circunscripción de Sevilla -empató a cuatro con el PP, Unidos Podemos logró tres y C's, uno- se ha evidenciado esa tendencia.
Y la provincia, aunque los analistas pongan el foco en la capital, ha sido determinante. No es raro. En ella está empadronada el 64% de la población sevillana, esa que históricamente vota izquierda, pero que esta vez se ha movilizado menos. De los 58.877 sevillanos que votaron el 20-D y no lo hicieron el domingo, casi el 70% son de los pueblos. Más de 41.000 sufragios volatilizados sobre todo para el PSOE y Unidos Podemos, porque el PP sí logra crecer ahora.
El PSOE perdió más de 21.300 votos en la provincia, sin contar los 1.823 que se esfumaron en la capital. Se suman a otros 41.329 que, de nuevo sin la ciudad de Sevilla, se dejó en el camino el 20-D con respecto a las elecciones generales de 2011, las últimas de Zapatero. Es decir, desde que Pedro Sánchez es cabeza de cartel para la Presidencia del Gobierno de España, el PSOE ha perdido más del 20% de sus apoyos en la provincia. Ello ha coincidido con la retirada de Alfonso Guerra como número 1 de la lista por Sevilla al Congreso y todo lo que le ha llovido al PSOE-A a cuenta de los ERE, aunque la secretaria Susana Díaz haya intentado marcar distancias. Con todo, logra todavía resultados por encima del 40% en núcleos importantes, como La Rinconada, Osuna, Morón de la Frontera o Coria del Río.
Pero en el envite del domingo, en lo que se entendía como una segunda vuelta tras una legislatura fallida, la sangría de votos ha sido aún mayor para Unidos Podemos. IU y Podemos sumaron en la provincia el 20-D 170.320 votos (sin los 100.320 de la capital). Juntos han logrado 133.943 en los pueblos. Es decir, 36.370 seguidores, el 21,35%, no han aprobado la confluencia o han castigado la apuesta de Pablo Iglesias en estos meses en los que no se ha logrado formar gobierno.
En Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra y Utrera -tres ciudades que superan los 50.000 vecinos- Unidos Podemos ha obtenido casi 8.750 votos menos que los que lograban IU y Podemos por separado. En Dos Hermanas, ha perdido el 22% de los sufragios; en Alcalá y Utrera, uno de cada cuatro. El análisis local explica lo ocurrido a nivel nacional. Y en dos de los grandes municipios en los que el PP ha logrado alzarse de nuevo como primera opción, Unidos Podemos ha sacado incluso menos votos ahora que Podemos en solitario: Mairena del Aljarafe (6.133, 183 menos que Podemos en diciembre) y Écija (3.170 frente a los 3.389 de Pablo Iglesias hace seis meses). Eso sí, el astigitano Miguel Ángel Bustamante, el primero de IU en la lista de Unidos Podemos, es diputado. IU de Sevilla logra gracias a la confluencia recuperar el representante que históricamente ha tenido en el Congreso. En La Rinconada, Unidos Podemos calca el resultado de Podemos y, de nuevo, se esfuman más de 1.300 votos.
Si el objetivo de Pablo Iglesias y Alberto Garzón era la izquierda urbana, en Sevilla no lo ha logrado. Aunque esa conclusión se debe sólo a las altas expectativas que se habían generado. Su resultado es un éxito si se tiene en cuenta que Podemos debutó en las elecciones al Parlamento europeo de hace dos años. Antes hubiera sido impensable que una fuerza a la izquierda del PSOE se hubiera quedado a un diputado menos que el PSOE por Sevilla o que se haya convertido en primera fuerza en unas generales -en las locales, IU ha tenido siempre mucha presencia- en ocho municipios.
Hay que tener en cuenta que en estos dos años, con cinco citas electorales, Podemos ha usado tres denominaciones distintas, su marca, las agrupaciones de electores para las municipales y la conjunta con IU, que a su vez ha vendido otras "confluencias". En muchos municipios, estos precipitados cambios han terminado a la gresca. Hay confusión, más allá de la oportunidad estratégica de salir mejor parado con la Ley D'Hont o de intentar que sectores dispares se identifiquen con un proyecto por definir.
En lo que respecta al PP, ha cosechado en la provincia, sin la capital, 169.734 votos, 14.792 más que hace seis meses, un 9,54% más. Se recupera algo tras el batacazo del 20-D (perdió en la provincia más de 85.000 votos, el 35,7% de los que logró en 2011). El domingo se quedó a algo más de 70.800 votos del PSOE en el conjunto de los municipios (con la capital la distancia es menor aún). No es su mejor resultado. Su techo lo logró, precisamente, en las elecciones generales de 2011, cuando Mariano Rajoy se impuso con la mayoría absoluta: logró ser el más votado en 17 poblaciones (18, con la capital) y quedó a 62.000 votos de los socialistas en la provincia. Hay varios municipios (Castilleja de Guzmán, Los Palacios, Carrión y Mairena del Alcor) en los que se impuso entonces como primera fuerza y ahora no lo ha logrado. Y ese avance se produce, de nuevo, en la comarca del Aljarafe, la única comarca en la que tiene clara penetración -más allá de que carismáticos alcaldes despunten de forma aislada en otras zonas de la provincia- y se decanta por la papeleta del PP en situaciones como ahora.
Ciudadanos ha cosechado en la provincia un total de 85.362 votos, sin los 52.356 de la capital. Ha perdido 1.936 (el 2,21%) de los apoyos que Albert Rivera obtuvo en diciembre.
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