Ganarle la batalla al calor y al favoritismo

La jornada de los candidatos

Todos los candidatos animan a la participación y agradecen el trabajo de los interventores y las personas que componen las mesas electorales

Cola para votar de electores, una de ellas con perrito
Cola para votar de electores, una de ellas con perrito / Antonio Pizarro

A quien madruga, Dios le ayuda. Se cumple en el caso de Susana Serrano, candidata de Unidas Podemos al Ayuntamiento de Sevilla. Es la más madrugadora. Llega a votar a la Agencia Tributaria, antiguo teatro San Fernando. El primer en votar en este colegio electoral ha sido un sacerdote. Otro cura viene de su parroquia, deposita el voto y es entrevistado.

El triunfo del Valencia contra pronóstico es un aviso para navegantes del favoritismo. Susana no vio el partido. Tenía una agenda demasiado apretada: cumpleaños de su madre en Sanlúcar de Barrameda, teatro en el mercado de Triana, música en el festival Interestelar. "El resultado del partido me lo dijo un taxista". Raro es el colegio electoral por el que no pasan restos de la euforia valencianista. Exhaustos, pero contentos. No ganaban una Copa desde 2008, con Rita Barberá en la alcaldía de Valencia y Francisco Camps en la presidencia de la comunidad. Entonces fue contra el Getafe, no contra el Barcelona. El único triplete es el de las elecciones: municipales, europeas, autonómicas en más de media España. Como los buzones de Correos: Sevilla, Provincias, Madrid, Extranjero. El voto de los pueblos y de los países. El equipo de Susana Serrano iba a vivir la noche electoral en Las Letanías, el Polígono Sur.

Álvaro Pimentel

Álvaro Pimentel, candidato de Ciudadanos, tampoco vio el partido del Valencia. "Estuve en una comunión, vi algo por el móvil". Vota en el colegio Marie Curie, barrio de Los Bermejales, en su callejero una invitación a votar en las Europeas. Calles que llevan nombres de ciudades como París, Berlín, Bolonia, Marsella, Burdeos, ciudad de la que vino Zidane para marcarle un gol al Betis. El colegio electoral de Pimentel está en la calle Chipre. Detrás ya no hay nada. Una señal para indecisos: Todas Direcciones. Entra empujando el carrito donde va su hijo Fran, nueve años, con una pierna escayolada por un lance balompédico.

El hijo de Pimentel acertó el resultado de la final y dice que este partido de las urnas lo va a ganar su padre. Décimo de los once hermanos, un simbólico equipo de fútbol cuyo primogénito es Manuel, el que fue ministro y ahora escribe libros apasionantes y se dedica al mundo editorial. "Un día bonito para Sevilla y para Europa", resume Pimentel en un animadísimo colegio electoral. Las urnas están en el gimnasio. Los candidatos tienen que esta en forma.

Beltrán Pérez

La calle Bergantín está en la barriada Elcano, suena a poema de Espronceda. Un homenaje a los que dieron la vuelta al mundo, que duró tres años, casi una legislatura. Beltrán Pérez quiere darle la vuelta a las encuestas. "Ese alcalde bueno", dice Virginia Pérez al verlo aparecer. Un correligionario le dice que han incluido su nombre en las peticiones de una misa. Tampoco vio el partido de la final de Copa. "Me fui a andar".

Llega tutelado por políticos con quinquenios. Javier Arenas se estrenó como candidato al Ayuntamiento en 1987. Juan Ignacio Zoido, en 2007, "el año que nació mi hijo Fernandito y el Sevlla ganó la Copa del Rey". Beltrán apuesta por "un gobierno fuerte, estable, transformador". Saluda a todos loa apoderados, el primero el de Adelante Andalucía. Va a pasar el día recorriendo los colegios electorales.

Juan Espadas

Juan Espadas, alcalde en funciones y candidato a la reelección, haría suyas las primeras palabras de la novela de Truman Capote Desayuno en Tiffany's. "Siempre me siento atraído por los lugares en donde he vivido, por las casas y los barrios". Vota en el colegio público Calvo Sotelo, de la calle Arroyo, junto al colegio mayor San Juan Bosco, "porque vivo en la calle José Laguillo". Su colegio eran los Salesianos. El mundo ha dado muchas vueltas, pero reconoce rostros familiares de su infancia, de su juventud. Se fotografía con todos los interventores.

Espadas y Beltrán Pérez coinciden en un punto. Animan a la gente a votar "para ganarle la batalla al calor", en palabras de Beltrán, "no hay que quedarse en casa, aunque la temperatura sea más alta que en las elecciones de abril", como si el calor fuera uno de los adversarios a batir y los candidatos tuvieran que hacer uso de esa cursilería del cooling break que se anunciaba en Televisión Española para referirse a las paradas de los jugadores para refrescarse. Espadas sí vio el partido. No se lo tuvo que contar un taxista ni seguirlo por el móvil, aunque la presencia en el palco del dueño del Valencia, Peter Lim, de Singapur, y una ciudadana negra que representaba a la Fifa, desplazaron a los alcaldes de Sevilla y Valencia al gallinero de autoridades, sin derecho a saludo de los campeones.

Cristina Peláez

Cristina Peláez, candidata de Vox a la alcaldía, partido que se estrena en estos comicios municipales, es la que votó más cerca del estadio donde se disputó la final de Copa del Rey, en la residencia de Mayores de Heliópolis.

El Ayuntamiento también está habilitado como colegio electoral. Allí se dirige José Miguel Luque, concejal del PP, censado en el casco histórico. La campaña se inició con una Feria, la de Abril en mayo, y ha acabado con otra, la Feria del Libro. Antes que los colegios electorales, ya habían abierto los puestos de filatélicos y numismáticos del Cabildo. La Sevilla de Rinconete y Cortadillo muestra sus vestigios. El cuponero que vende "el 13, la suerte del triunfo del Valencia". El mendigo que anima a unos turistas en la puerta de San Miguel de la catedral. "Se puede pasar".

Malestar en el PP

En el PP, a nivel interno, hay cierto malestar con Juanma Moreno. El presidente de la Junta va a seguir la noche electoral en Málaga, donde el porvenir político de Francisco de la Torre es menos incierto que el de Beltrán Pérez. Además, Málaga ya ha recibido el gordo con el premio al mejor actor del Festival de Cannes para Antonio Banderas.

Espadas pasará la tarde en casa con los suyos y después irá a la sede a seguir el escrutinio. Palabra que suena a quiniela, que este domingo es una mezcla de municipales y europeas, con los partidos de Segunda y de la Liga italiana.

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