La guerra por el Este
Elecciones municipales Sevilla
Espadas rescata la promesa de la descentralización en el distrito que concentra 90.000 vecinos con derecho al voto. El PP contraataca con una ‘delegación’ que reparte propaganda en la misma zona
Sevilla/Los consultores políticos mantienen que se puede ser alcalde de Sevilla en estos momentos con 90.000 votos. Hay alguno que apura y se atreve a vaticinar que incluso con menos apoyos. La clave es el actual contexto multicolor, con hasta cinco partidos políticos con opciones de lograr actas. Dejemos aparte el caso de Zoido en 2011 –insólito en la democracia– con una mayoría absolutísima con 166.000 votos. Soledad Becerril alcanzó la Alcaldía en 1995 con 107.000 votos. Monteseirín en 1999 con 115.000. Y Espadas en 2015 con 103.000. Los tres tuvieron que aliarse con otras fuerzas. Y ahora, efectivamente, la composición del Pleno estará, al menos sobre el papel, mucho más fragmentada. Por eso, si se le añade el pronóstico de una participación no muy alta, como se augura tras haber acudido a votar las Cortes sólo un mes antes, la Alcaldía de Sevilla podría estar asegurada con esa cifra. El distrito Este-Alcosa-Torreblanca tiene, precisamente, un censo de 90.000 votantes, superior al de Cádiz y casi tres veces el de Soria. Es uno de los distritos gigantes de la capital. La guerra por el Este es fundamental.
Los socialistas saben perfectamente de la importancia de este distrito. Se pueden permitir el lujo de resbalar en Triana, San Pablo-Santa Justa, el Casco Antiguo y, por supuesto, en Los Remedios, siempre y cuando tengan garantizado el Este y el Cerro, dos distritos que concentran gran parte de la población. Juan Espadas, alcalde y aspirante a repetir en el cargo, se fue ayer a Sevilla Este. También los hicieron los números uno y dos de Adelante Sevilla, Susana Serrano (Participa Sevilla) y Daniel González Rojas (Izquierda Unida). Beltrán Pérez tenía anunciada la agenda en otras zonas de la ciudad (Alamillo, Pirotecnia, Porvenir y Heliópolis), quizás por eso varios de sus correligionarios –el edil Ignacio Flores al frente– se fueron a repartir propaganda, cómo no, a la calle Cueva del Agua... en el distrito Este. Tres de los cinco partidos dedicaron el domingo a cumplir con el precepto... del Este.
El alcalde rescató una vieja reivindicación municipal: la descentralización por medio del fortalecimiento de los distritos. Y su pariente más próxima: la participación ciudadana. En el comunicado socialista se hizo alusión a la necesidad de aumentar el número de los distritos, algo que ya ocurrió en 2005, siendo alcalde el socialista Monteseirín. El Pleno ya aprobó una nueva reordenación que cambió el mapa de seis a once distritos. Con el paso de los años, Monteseirín quiso crear el distrito número 12 con la Isla de la Cartuja, pero aquella iniciativa nunca prosperó.
Espadas quiere más distritos. Su rival directo en las urnas, Beltrán Pérez, fue delegado de coordinación de distritos y Participación Ciudadana de 2011 a 2015. Los distritos tienen presupuestos muy cortos, unas competencias muy limitadas en la práctica, pero sirven para algunas cosas que los políticos nunca reconocerán: tener más organigrama de personal –lo que aumenta el personal de confianza con la debida gestión previa ante Recursos Humanos– y colocar a los afines en los diversos talleres municipales. No es poco. Y, por supuesto, dan para hacer sonar el sonajero de la descentralización y la participación ciudadana, dos asuntos de los que absolutamente nadie habla en la barra de un bar a la hora del desayuno con sus compañeros de trabajo. El PSOE ha hecho sonar estos días otra matraca, otra vieja idea: la ampliación de la Feria por medio de la ‘solución Costillares’, un plan que Zoido venteó en sus últimos meses como alcalde. Es curioso que basta tirar de hemeroteca, como se hace en ciertos programas de televisión de ámbito nacional, para comprobar que en política casi nunca hay nada nuevo.
Por cierto, el candidato del PP había dedicado la jornada del sábado a prometer una “revolución” en los distritos. Se aprecia con claridad cómo los grandes partidos se siguen con evidente descaro tanto en cuestión de temas como por los movimientos geográficos. Por eso, Pérez mandó salir del burladero al secretario general del partido y número cinco de la candidatura, Juan de la Rosa: “Llama la atención que este sábado el PP planteara una revolución en la gestión de los distritos y este domingo salga al alcalde con un planteamiento similar”. Las acusaciones de copieteo “a la desesperada” entre los partidos son todo un clásico.
Nunca se olvide que, salvo una escandalosa sorpresa, el futuro alcalde lo será gracias a alianzas. Hay quienes, por lo tanto, ya están preparando el terreno para el reparto de los cargos, las competencias y los cupos de gente que hay que colocar. Se nota en el ambiente. Se lee entre líneas. Todos saben que, en el mejor de los casos, tendrán que negociar antes del Pleno de investidura. Cuantos más distritos, como ayer prometió Espadas, más fácil será el previsible reparto. No digamos si tienen que entrar en liza hasta tres fuerzas.
Plan de protección de mascotas
Pérez se dedicó a difundir sus propuestas sobre su proyecto de Sevilla, amiga de las mascotas. No dudó en usar el anglicismo de Sevilla pet friendly. Su antiguo jefe, Juan Ignacio Zoido, resultaba muy simpático cuando presentaba sus propuestas sobre el denominado gobierno abierto y le tocaba pronunciar aquella expresión que en sus labios sigue resultando inolvidable: Open goverment. Respecto a las medidas en favor de las mascotas, Pérez propone la creación de un nuevo centro de protección y cuidado animal que sustituya al actual zoosanitario. Estaría ubicado en el solar adyacente al actual y constaría de un consultorio veterinario, una residencia canina, una oficina de atención al ciudadano, cinco naves de perreras, habitaciones para gateras individuales y talleres, según precisó. Otra medida sería el control de las colonias gatos y el acceso de las mascotas a los transportes y edificios públicos en horarios que no sean de máximo uso. “Lo harán con bozal, atados y previa inscripción del canino en el registro censal municipal”. Y nada menos que cuatro parques caninos por cada distrito.
El candidato de Ciudadanos es, quizás, el de un perfil más tranquilo. Tal vez sea el único que podría presumir de tener garantizada una tenencia de alcaldía. Álvaro Pimentel dedicó la jornada a pasear en bicicleta colectiva, lo que siempre ofrece una imagen amable, de equipo y familiar. El tema escogido fue igualmente árido y reiterativo: las ventajas fiscales y las bonificaciones de tasas para familiar numerosas y monoporentales. Hasta prometió la gratuidad de los servicios que se ofrecen en los centros cívicos y las actividades el Instituto Municipal de Deportes. La familia como centro de toda la acción municipal, proclamó por medio de un comunicado. Al final dejó una crítica, modelo pellizco, para los dos grandes partidos. “En Ciudadanos sí creemos en las familias, en todo tipo de familias porque no nos quedamos en las palabras como el PSOE ni evitamos hablar de otros tipos de familias como hace el PP”.
La formación naranja aludió a su compromiso de extender el bonobús gratuito para todos los mayores de 65 años sin excepción. Zoido lo implantó, pero Espadas lo ha reducido y se concede la gratuidad en función de criterios de renta. Es curioso que el PP y Ciudadanos coinciden en prometer viajes gratis en los autobuses urbanos para todos los mayores. Del bonobús, ojo, sí que se habla en las tabernas, en los encuentros en el ascensor y, por supuesto, en el tiempo de espera de las paradas.
La candidata de Adelante Sevilla a la Alcaldía, Susana Serrano, junto a Daniel González Rojas, Esteban de Manuel y otros integrantes de la candidatura de izquierdas expusieron las propuestas de movilidad de Participa Sevilla y repartieron propaganda electoral en el apeadero del Palacio de Congresos. Se comprometen a desarrollar la red de BTR y a aumentar la frecuencia de los Cercanías. Hoy dedicarán la jornada a difundir sus propuestas sobre servicios sociales.
Los integrantes de la candidatura de Vox no celebraron ningún acto. Dedicaron el domingo al descanso. Como Dios manda.
Juan Espadas, más allá de las propuestas del día sobre distritos, se refirió a las encuestas que le dan la condición de claro ganador de los comicios. Mucha atención porque el socialista se deja querer por el CIS de Tezanos. Lejos de hacer un llamamiento a la prudencia, el actual alcalde se refirió al sondeo como un “caudal de confianza”. Hay que registrar esta expresión entre las diez mejores para aludir a un barómetro por delante incluso de las de “foto fija”, que reducen la importancia del estudio con cierto barniz de humildad, o la que sentencia aquello de “la mejor encuesta será la de las urnas”.
Espadas no tiene problemas en jugar a ganador, en aceptar el papel de favorito y, por lo tanto, en convertir la encuesta en toda una prueba de “caudal de confianza”. Nunca se pierda de vista que está curtido en la peor derrota que ha sufrido el PSOE en la capital, la de las municipales de 2011, y que al mismo tiempo ha probado la miel del triunfo al conseguir ser investido como alcalde. Cuando le recriminaban en sus inicios como líder de la oposición que no fuera más duro contra Zoido, el socialista Espadas explicaba que, al menos en esos primeros meses, no podía atacar a quien acababa de recibir 166.000 votos. Sólo tuvo que esperar –tampoco mucho– para comenzar su labor de fiscalización. Ahora debe tener clara su victoria y que tiene el viento a favor.
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