Debate electoral en Sevilla: Esto no es 'La Clave'

Elecciones 28M

El encuentro emitido por TVE se convierte en una pugna de cinco candidatos contra Antonio Muñoz

El modelo turístico de ciudad, la vivienda y la economía centran los previsibles discursos de los alcaldables

Los Hermanos Marx irrumpen en la campaña electoral de Sevilla

El debate de los candidatos en TVE.
El debate de los candidatos en TVE. / Juan Carlos Vázquez

Esto no es La Clave, aquel mítico programa de La 2 (entonces los españoles la llamaban la segunda cadena) que alentaba la tertulia política y social la noche de los viernes en plena Transición. Lo presentaba el recordado José Luis Balbín y por él, en forma de animado corrillo, desfilaron personajes del momento, desde políticos a rostros conocidos del artisteo patrio, entre ellos la inconmesurable Lola Flores, que dejó testamento verbal cuando dijo aquella lapidaria frase sobre su sepelio: “¡Qué me la metan!”. La faraona se refería al deseo de que la bata de cola la acompañara en el ataúd. Voluntad cumplida dos décadas después, en un mayo también.

Perdonen este flash back (que dirían los modernos), pero la nostalgia me ha embriagado al comienzo del debate que la televisión de todos los españoles ha emitido este viernes en su Canal 24 horas con los seis candidatos a la Alcaldía hispalense: Antonio Muñoz (PSOE), José Luis Sanz (PP), Miguel Ángel Aumesquet (Cs), Susana Hornillo (Podemos-IU), Cristina Peláez (Vox) y Sandra Heredia (Adelante Andalucía). El listado es tan largo que, en plena crisis de natalidad, ya hay aulas con menos alumnos que en el plató de los estudios situados junto al huevo de Colón. Heredia, por cierto, fue incluida a última hora, después de que la junta electoral permitiera su participación, pese a los intentos de sus anteriores compañeros (Podemos) por excluirla.

La emisión comienza a las 22:15 de una noche de resaca futbolera y compitiendo en el prime time con programas de máxima audiencia, como Tu cara me suena. Algo así deben pensar los sevillanos que en algún momento siguen el debate al ver el rostro de más de un candidato.

Muñoz acude con chaqueta y sin corbata; Sanz sí la lleva, una carmesí; y Aumesquet la luce del mismo color que la camisa. Hornillo viste chaqueta roja, Heredia sandalias y Peláez un vestido largo verde botella. El corrillo ya está formado y los candidatos toman posición. Cada uno tiene una intervención inicial a modo de radiografía urbana.

Intervenciones iniciales

El candidato socialista se centra en proyectos de futuro: Agencia Aeroespacial, Fábrica de Artillería, Altadis, Hytasa, Fábrica de Vidrio y Metro. Todo ello lo relaciona con "un modelo claro de ciudad". Sanz echa abajo "esa visión idílica" y habla de suciedad, inseguridad y de falta de gestión. Hornillo prefiere aludir a la desigualdad y al cambio climático, mientras que Aumesquet se refiere a política fiscal. Peláez alerta de los servicios públicos "deteriorados" y Heredia reivindica su condición de "política no profesional", que "no cobra por ser concejal".

Pronto sale a la palestra el modelo turístico de la ciudad. Lo ponen sobre la mesa Adelante, Vox y Podemos-IU. La candidata de esta coalición plantea que la tasa turística se destine a mejorar la situación de los barrios más pobres de la ciudad. Luego viene el asunto de las infraestructuras pendientes. Lo saca Aumesquet. Y Sanz alude después a la falta de calidad del empleo creado. A los 15 minutos el debate está trazado. Cinco contra uno. Todos contra Muñoz. Desde las izquierdas y las derechas. Y con algunos rifirrafes entre los extremos que rompen la línea monótona en la que se sume la charla. Insufrible una noche de viernes.

Sanz desea que el alcalde le ponga "la pelota" de Pedro Sánchez botando. Mucho estaba tardando en salir el presidente del Gobierno. Pero el candidato del PSOE escapa pronto del regate. Sabe que a Sánchez conviene dejarlo arriba de Despeñaperros. Ya lo dice su lema: "Sevilla y sólo Sevilla". El alcaldable del PP recurre a Zaragoza varias veces. La capital aragonesa es para el popular la viva imagen del fracaso del gobierno socialista en Sevilla. Nunca antes la ciudad maña estuvo tan presente en una campaña hispalense.

La espiral demagógica

Se aborda la situación de la vivienda y Sanz se lleva un revés al recordarle el resto de candidatos la responsabilidad que tiene la Junta en este asunto. Peláez aprovecha la ocasión –y en un alarde de mezclar la velocidad y el tocino– habla del “despilfarro” de los Goyas. Hornillo presume reiteradas veces de labor docente en la universidad. El debate entra ya en una espiral demagógica complicada de digerir. Muñoz se limita a dar capotazos con un listado de cifras ante la críticas de sus contrincantes. Recuerda en su actitud a la que mostró Juanma Moreno en un debate de similares características organizado el año pasado en las vísperas de los comicios autonómicos, que le otorgaron la mayoría absoluta.

Dos minutos antes de las 23:30 llega el descanso. La segunda parte se adentra en las empresas municipales. Vuelve a salir Pedro Sánchez y las infraestructuras estatales incumplidas en Sevilla. Sanz no está dispuesto a dejar esa bala en el cajón. El alcalde se limita a mostrar una mueca de sonrisa que le reprocha el anterior regidor de Tomares. La candidata de Podemos-IU promete un Tussam gratis para los sevillanos. Muñoz les afea a todos la visión tan "catastrofista" de la urbe. Exige mayor optimismo. Y cuando ya son las doce, Hornillo (cual conejo de la chistera) saca al gran protagonista del verano 2022: el ficus de San Jacinto.

Aumesquet es el único que se atreve a abrir el melón de los pactos poselectorales. Defiende la versatilidad de la formación naranja para llegar a acuerdos a derecha e izquierda. Muñoz apuesta por seguir gobernando en solitario y por el diálogo. El resto elude la cuestión. El debate llega a su fin tras dos horas de tedio. Definitivamente, esto no es La Clave.

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