“Si el sevillano piensa en la persona, me vota a mí”
Juan Espadas, candidato del PSOE a la Alcaldía
El alcalde y candidato socialista a la reelección, Juan Espadas, está convencido de que seguirá cuatro años más al frente del Ayuntamiento, con más concejales y con votos procedentes incluso del sector conservador de la ciudad.
Sevilla/–Aspira a cuatro años más de alcalde. ¿Después se marcharía o desearía un tercer mandato?
–Cuando me plantearon hace dos años si yo me veía intentado batir el récord de los tres mandatos de Alfredo, dije algo de lo que estoy convencido. Dos mandatos me parecen un tiempo razonable para consolidar un proyecto. Cuando uno se presenta, lo importante es tener un proyecto. Y luego tener capacidad para ejecutarlo. Un mandato es insuficiente. Necesitas primero una tarea de reorganización, consolidar cimientos, cambiar pautas e inercias. Ocho años es un buen período de tiempo. Ahora estamos en el ecuador de un proyecto con cimientos sólidos que puede dejar Sevilla dentro de cuatro años en una situación infinitamente mejor de la que estaba en 2015. Seré coherente y dentro cuatro años dejaré el testigo a quien tenga que seguir.
–Se le ve seguro de la reelección.
–Llevo ocho años en la vida municipal. Es mi tercera campaña. Supongo que eso me da confianza y seguridad, sobre todo porque ahora me presento como candidato a la reelección. Estoy gobernando, he transformado ya proyectos o ideas de mi programa en acciones. Hay un proyecto europeo que nos ha concedido una red de wifi muy amplia y gratuita para la ciudad, que era una propuesta discutida en el Pleno y aprobada. Quien la ha gestionado ha sido este gobierno. Yo como gobierno tengo esa seguridad que usted ve, por lo tanto no me presento para contar ideas sugerentes e imaginativas, sino como un gestor que gobierna, que ha dado muestras de credibilidad y confianza. Si no fuera así, los ciudadanos me lo estarían diciendo en la calle y en las encuestas.
–¿De qué logro se siente más orgulloso estos cuatro años?
–De haberle dado al gobierno de la ciudad un estilo de dirección diferente. No sólo hay que tener modelo de ciudad, sino un modelo de dirección que consiga traducir en resultados las ideas.
–¿A qué se refiere cuando alude al estilo de gobierno?
–Por ejemplo, los empresarios lo han entendido perfectamente. Se trata no sólo de aprovechar las oportunidades que te plantea un empresario, que te indica lo que necesita, sino de buscar tú como gobernante las soluciones y promover las actividades de los sectores donde entiendes que la ciudad debe crecer, como en el sector aeroespacial, en el Puerto o con las energía renovables… Eres tú como gobernante el que busca a los empresarios, el que busca las oportunidades. El gobierno del señor Zoido era pasivo, un gobierno que se limitaba a decir que había crisis, que la situación era mala y que por eso la gente no venía a invertir. ¡Es que hay que ir a buscar las soluciones! En los territorios capaces de generar riqueza y empleo se encuentra siempre una administración que es capaz de ser sugerente y atractiva para la iniciativa privada. Donde se da esa combinación, ese círculo virtuoso, es donde se dispara el crecimiento. Eso requiere de un estilo de gobierno no sólo empático, sino de alguien que se remanga y que habla el mismo lenguaje que los empresarios. Yo en eso creo que tengo ventaja respecto a algún antecesor… Usted me entiende.
–(…)
–Sí, sí… Yo he estado en ámbitos de formación y gestión empresarial. He tenido responsabilidades de gestión técnica, me muevo mejor a la hora de intentar llegar a un acuerdo con un empresario, ponerme a negociar con una compañía aérea y explicarle por qué Sevilla es rentable en términos económicos y empresariales. Hago de primer comercial de la ciudad. Cuando negocio el vuelo Sevilla-Nueva York no me preguntan por los turistas, sino por cuántas empresas hay en el parque científico y tecnológico de la Isla de la Cartuja que sean de interés para hombres de negocio de Nueva York. ¡Yo me tengo que saber esos datos! Para eso los empresarios tienen que confiar en mi y yo confiar en ellos. Ahí hay unas sinergias, una forma de entender el papel del Ayuntamiento que verdaderamente es innovadora. De verdad, esto no es humo. Me siento aún más orgulloso todavía de esa micropolítica que ha distribuido la inversión por los 108 barrios de la ciudad: actuaciones en centros educativos, en calles, avenidas, arbolado, etcétera.
–Usted es reconocido y elogiado por los sectores conservadores de la ciudad. ¿Eso se traducirá en votos el próximo domingo?
–Yo creo que se traduce en confianza. Más allá de lo que vote cada uno, se pueden producir dos efectos. Uno, que como consecuencia de que has generado confianza y de que la gente pondera más la personalidad del que quiere que sea su alcalde que la marca del partido, puede que voten efectivamente a la persona. Lo digo muchas veces: si el 26 de mayo hay mucha gente que vota pensando en la persona, creo que voy a tener un magnífico resultado, porque la gente me traslada que genero confianza.
–También hay gente que le valora a usted e incluso a alguno de sus concejales, reconoce su trabajo y esfuerzo en muchos asuntos, pero después confiesa que no puede meter en la urna una papeleta con el puño y la rosa.
–Hay dos perfiles. Está el voto ideológico, que es un voto militante que estoy convencido que voy a conservar porque todas mis decisiones han sido coherentes con mi proyecto socialista. Hemos duplicado inversiones para hacer frente a la situación de emergencia social. Además de eso hemos generado confianza en sectores donde hay gente que no vota al PSOE. La confianza no se ha producido por el proyecto ideológico, sino por las personas. Y hay miembros de mi equipo de gobierno que trasladan la misma confianza que traslado yo, y que tienen un mismo círculo de personas que les va a votar a ellos.
–¿Está usted seguro?
–¡Les va a votar a ellos! Sí, sí. Si se decide primar el voto a la persona, tendremos votantes que no han votado nunca al PSOE. O puede ocurrir que las candidaturas como las del PP o Cs no sean atractivas para el votante clásico de esos partidos, sobre todo en el caso del PP, que es el partido que está fraccionando su voto y entregándolo a otras formaciones. Si eso así, a lo mejor lo que tenemos es una abstención de votantes del PP, que finalmente no voten al alcalde porque es del PSOE, pero que tampoco voten al PP porque no les gusta la lista.
–¿Usted quiere seguir gobernando en solitario o prefiere un ejecutivo de coalición?
–Quiero un gobierno del PSOE. Necesito cimentar una mayoría. No me voy a dejar hipotecar por un partido pequeño que me condicione el interés general. Hay que huir de ese miedo. Espadas no va a cambiar. Si no tengo la mayoría suficiente, esperaré a ver si alguna fuerza política quiere gobernar con nosotros y plantea algo razonable, si no es así seguiré gobernando con más fuerza y espero que con mas concejales. Pero nunca hipotecando el resultado.
–Sánchez Monteseirín, varios años después de dejar la alcaldía, confesó públicamente: “Es difícil ser alcalde de Sevilla por el carácter de los sevillanos”.
–Creo que uno de las claves para tener una confianza amplia, transversal, más allá de las ideologías, está justamente en mimetizarte con una idiosincrasia muy especial de los ciudadanos de Sevilla, que no se trata de esa sevillanía que a veces criticamos. No, no. Ocurre también en otros pueblos y ciudades. Es verdad lo que decía Alfredo. Hay veces que si intentas no pensar en que tienes que ser el alcalde de todos, pues seguramente no concitas un cariño transversal, sino un cariño sectorial, de un lado o de otro. Me he esforzado enormemente por no preguntarle a nadie qué vota, sino gobernar en función de las necesidades de la ciudad. De los problemas de la gente. Y de hacernos más fuertes. He pensado siempre cuánta gente respalda realmente mis decisiones. ¿Solo los que me votaron a mi o más gente? Si yo obtuve 100.000 votos en 2011 y después 103.000 en 2015, no crecí tanto. Por tanto, ¿a quiénes debo buscar? A gente que no me votó porque no le generé confianza en 2015 o a gente que no ha votado al PSOE, pero que si yo le genero confianza, me pueden votar a mi.
–¿Su partido qué dice de sus buenas relaciones con los considerados sectores tradicionales de la ciudad? Usted se entiende muy bien con la Iglesia y quiere traer al Papa a Sevilla. Reconocidos socialistas le han cuestionado por eso en las redes sociales.
–Mi partido es un gran partido que da un margen de libertad grande a su gente. No hay un pensamiento único o unidireccional. Me siento absolutamente cómodo con los principios de la socialdemocracia europea. Por lo tanto, a partir de ahí he dado ejemplo de aquello en lo que creo, porque en mi ciudad hay mucha gente que piensa como yo. ¿Hay más gente de una ideología que de otra en las hermandades? Hay gente de todo. ¿Los que decimos ser creyentes somos solo de una orientación ideológica o tenemos varias orientaciones? Hay elementos que son transversales, que no son de izquierdas ni de derechas, la gente lo que reconoce en mi es que estoy siendo honesto. Digo y hago lo que creo, nadie me ha llamado al orden, y además no lo aceptaría. Soy un socialista con 22 años de militancia que trabajo para que mi partido sea un partido de gobierno y más fuerte.
–¿Veremos alguna vez el Cercanías entre el aeropuerto y la estación de Santa Justa?
–Creo que es la obra pública más sencilla, de menos coste y con mayor rentabilidad que se puede hacer en este momento.
–¿Y por qué a esta ciudad le cuesta tanto todo? Cuarenta años para una línea de Metro, casi otros cuarenta para un proyecto en la Encarnación…
–Es una de esas decisiones que incomprensiblemente no se han tomado. Creo que en el pasado no nos creíamos que el aeropuerto fuera a generar las cifras de pasajeros de hoy. Sólo así se entiende que esta obra no se haya hecho. Ha habido una estrategia de reposicionamiento de la ciudad, de crecimiento, de atractivo de la ciudad, y el aeropuerto empieza a crecer. Vamos a terminar por encima de los siete millones de pasajeros este año. Crecemos a un ritmo del 20%. Esto es lo que justifica la inversión de Aena en el aeropuerto.
–Hasta Jerez tiene tren al aeropuerto.
–Es una obra del Ministerio de Fomento. Esto es tan sencillo como irse al Ministerio y presionar.
–¿El alcalde va a ir al Ministerio a pelear por el proyecto?
–¡Ya he ido! Yo fui cuando estaba Iñigo de la Serna de ministro y ya lo he hablado con el actual, Ábalos. Yo tengo mi dossier del proyecto que lo empecé a preparar cuando estaba en la oposición. Pero fíjese, la próxima vez que vaya al Ministerio no voy a ir solo, sino con los empresarios, cosa que no hemos hecho y que vamos a empezar a hacer: pelear una infraestructura yendo el alcalde con los empresarios. Es que no es lo mismo. Esto no es un tema político. Estoy convencido de que esta inversión, que es chiquitita, la veremos.
–¿Y veremos caer más negocios tradicionales del centro?
–Cuando hablamos de decisiones empresariales de terceros, yo no puedo asumir las responsabilidades como propias. Hablamos de una sociedad global, con internet, con comercio electrónico… La pregunta sería qué va a hacer usted para facilitar y generar una competencia más fácil para estos negocios.
–Responda usted mismo a su pregunta.
–Hemos creado una marca de calidad para negocios tradicionales. Estamos trabajando con negocios como el de la Campana para tratar de darles cierto estatus que permita medidas fiscales, urbanísticas, etcétera para que puedan competir mejor. No podemos ir mucho más allá. No podemos atentar contra la libertad de mercado, como bien sabe usted. Hablamos de la Campana, del Rinconcillo, de la tienda de sombreros… Podemos reducir algún impuesto. Pero la fiscalidad municipal mueve muy poco. Podríamos ayudar a promocionar estos establecimientos, llevar hasta ellos a los turistas de cruceros. ¡Habrá que llevarlos!
–¿Qué es lo que más cansa de la política municipal?
–Clamar en el desierto. Cuando intentas explicar asuntos como el Metro. Soy el único que plantea el Metro de forma clara y contundente. Se necesita un documento firmado donde pactemos la financiación entre las Administraciones: el Estado, la Junta y el Ayuntamiento. El presidente de la Junta, con el que estoy siendo riguroso y prudente, me pidió tiempo y le expliqué que llevo tres años trabajando con el Gobierno central y con la Junta con lo que de verdad puede sacar adelante el proyecto: un cronograma de inversiones recogido en un documento. ¡No tengo respuesta! Y ningún candidato habla de un documento. Las decisiones las tiene que tomar la Junta. ¿Qué es lo que le facilitó a la Junta? Que el Estado entre y que el Ayuntamiento, si hiciera falta alguna aportación, la estudiará. Para mi el proyecto es prioritario. Todo el afán político es quién coge la bandera del Metro. ¡Si no es la bandera! Es la concreción. El presidente de la Junta, tengo que hacer la critica, lo único que ha dicho es que va a poner unas cantidades para actualizar los proyectos. ¡Eso ya lo hizo la consejera Josefina Cruz! ¿Qué le pido al presidente? No le pido que diga qué cantidad va a poner el año que viene, porque soy una persona seria. Sé que no se puede empezar la construcción en 2020. Hay que hacer una tramitación. Le pido que firme un documento, que aproveche que hay voluntad política en Madrid, donde voy a pelear igualmente. ¡Y no me contesta nadie! Lo primero es llegar a un acuerdo entre las tres partes y firmar.
–¿A usted qué le parecen los nuevos edificios de líneas rompedoras de la calle Santander o de la calle Castilla?
–En el conjunto histórico sería enormemente más cuidadoso de lo que se ha sido con algunas edificaciones. Tengo que reconocer que en eso coincido más con usted que con otros. Para mi hay un cinturón de patrimonio histórico de la ciudad que no debe cambiar con respecto a su identidad. Eso es fundamental. Así de claro se lo digo. Hoy no tendríamos los pueblos blancos de Cádiz si alguien no hubiera apostado por preservar sus valores.
–Como cada vez vienen más turistas, podemos caer en el terrible error de para qué preservar esa identidad si el modelo funciona.
–No, no, no.
–Habría que vender algo tan difícil como es el criterio. Le recuerdo que muchos parques temáticos son un éxito.
–Hay que hacer cumplir las ordenanzas.
–Pero si muchas veces esas construcciones que son verdaderos adefesios están bendecidas por la Administración…
–Sí, pero fíjese. Al anterior equipo de gobierno se le fue la mano con los veladores, ¿y qué pasó? Que ahora nos ha tocado a otros tener que corregir eso.
–Y ahora se nos ha pasado la mano con los turistas…
–No, no, no. Un día tendremos que hablar usted y yo tranquilos sobre por qué un crecimiento de turistas no tiene que suponer miedo a una invasión. Sevilla tiene una capacidad de carga mayor de la que creemos. Lo que tenemos es que desplazar a los turistas un poco. Es que tenemos que organizar los flujos.
–Ninguno viene a visitar la planta de Airbus o la Zona Franca, sino la Giralda y el Alcázar.
–No, no. ¡Pero tenemos que llevarlos por la calle San Luis a la Macarena! Tenemos que llevarlos al Parque de María Luisa. Tenemos que llevarlos por el río. No podemos tenerlos en torno a los tres bienes patrimonio de la humanidad. Tenemos que conectarlos con Córdoba y que en Córdoba los conecten con nosotros. Nuestro proyecto de turismo es andaluz.
–Acaba el mandato y seguimos con la Avenida sin sombra.
–Sabe usted que la única posibilidad de sombra son los macetones con arboles de más porte de los que hay ahora. No estoy de acuerdo con el tipo de árbol que se ha puesto. Usted tiene mi compromiso personal como alcalde que no parar hasta que no demos con un arbolado de mucho más porte. Por mi no va a quedar. Es usted el único que me pregunta por esto. Deberíamos haber hecho una inversión más importante. No he tenido suerte en el vivero municipal. Lo que hay ahora es manifiestamente mejorable. Sé que su paciencia no es ilimitada, pero lo haremos.
"El PP se presenta a las elecciones coalición con Vox"
-¿Vox supone una amenaza para usted?
-Lo preocupante es que el PP y su candidato digan abiertamente que su única aspiración en estas elecciones es conseguir la Alcaldía por medio de un gobierno con Vox. Eso es preocupante. Un partido que hace ocho años tenía un mayoría absoluta de 20 concejales y que en estos momentos a lo máximo que aspira es a crear una mayoría de gobierno con Vox... Por cierto que además se arroga los votos de Ciudadanos, pero yo ahí prefiero no entrar. Me parece una falta de respeto a una fuerza política, pero Ciudadanos sabrá si se deja… El PP se presenta a las elecciones prácticamente en coalición con Vox. Vox no se oculta y está dando mensajes claros de cuáles son sus líneas. Es un partido político válidamente registrado que se presenta a las elecciones y el que lo quiera votar que lo vote, pero me parece que el PP ahuyenta a una parte de su electorado si lo más que ofrece en Sevilla es gobernar con Vox. Llevo tres debates en los que el candidato del PP ha discutido ni una sola propuesta de las que ha hecho Vox. Esta vez me estoy enfrentando a un adversario del PP, como en las dos anteriores ocasiones, sino a una coalición encubierta que es la de PP y Vox.
-La denominada izquierda radical, formada por Participa Sevilla e IU, no le ha dado tantos quebraderos de cabeza en el mandato.
-En el día a día cuenta la experiencia política. Esta fuerza política nace de un movimiento social como es el 15-M. Es un movimiento de reivindicación que intenta zamarrear las instituciones, poner en cuestión el modelo. Los hay que defendemos cambios en el modelo, pero no la necesidad de cargarse el modelo. El discurso de la reivindicación no resuelve los problemas. Lo que hace es ponerle el foco al problema. Detectado y asumido el problema, hay que poner soluciones. Y ahí está siempre el mismo problema, el talón de Aquiles de esta izquierda que nunca plantea cómo se genera riqueza, porque no creen el tejido empresarial. Tienen demasiados prejuicios a la hora de buscar apoyos, promover alianzas, buscar inversiones. Tienen recelos, ven fantasmas, especulaciones, cosas raras… Cuando la única manera que tiene un territorio de crecer es que sus empresas, sus pequeños y medianos empresarios, sus autónomos, tengan razones para invertir y para desarrollarse. Si no se genera riqueza no se resuelven los problemas de la gente, no se genera empleo, por eso estas fuerzas se mueven muy bien en la reivindicación y en la pancarta, y es verdad que ha hecho una labor higiénica, de poner el foco en los problemas, de mostrar muy buenas intenciones, peor luego he visto una falta de aceptación de la legalidad en muchos casos y problemas de mera viabilidad en otros.
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