Los tontos del impacto
El Fiscal

Están los dogmas de la Iglesia, las profundas convicciones, los criterios fijos y, por último, los estudios de impacto económico. Nos cuentan la barrila de que Sevilla logró un impacto económico de 53,9 millones de euros con la Magna del 8 de diciembre. ¡Toma del frasco! Todos a aplaudir. ¡Sí, señor! ¡Un éxito! ¿Usted no duerme mejor tras conocer las conclusiones del sesudo estudio? Qué alivio, Tito Livio. Resulta que el estudio confirma que solo un 15% de los asistentes eran de fuera de Sevilla. Pues menudo efecto... gaseosa. “La procesión atrajo a casi 700.000 personas, consolidándose como un evento de gran magnitud en la ciudad. El 85% de los asistentes fueron locales, procedentes de Sevilla y su provincia, lo que subraya el profundo arraigo de este tipo de manifestaciones en la identidad de la ciudad”. ¿Y cuánto han cobrado los analistas por semejante conclusión? Pasen el platillo que echamos unas monedas. No emplean el término “magna” porque está mal visto por la oficialidad eclesiástica, pero se hartan de denominar la procesión como “evento”. ¡Hala, a estudiar los impactos en otro sitio! Como le gritaron a cierto torero que no ponía donde debía: “¡Trinca la pastora y tira pa casa ya que el invierno es largo y hay que comer!”.
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