Una muesca en una historia de siete siglos
El Fiscal
El incendio sufrido ayer en el atrio de San Antonio Abad dará para una breve reseña en los anales de los próximos siglos
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La Semana Santa desubicadora
Algún día aparecerán unas líneas en una suerte de Anales del recordado Juan Carrero donde se dará cuenta del incendio ocurrido a mediodía de un sábado de octubre en el atrio de San Antonio Abad. Sin heridos, solo con daños materiales. Tal vez alguien contextualice que sucedió en plena era de los excesos y a menos de dos meses de una Magna. No será más que una muesca en una historia de siete siglos. Una reseña para dar cuenta de la alarma provocada, los daños en las paredes y la arquería, un cuadro de Ricardo Suárez destrozado y una columna muy afectada que no puede ya cumplir con su función. Por fortuna no han sido los tiempos en que se apreciaban hasta uniformes de militares con sables colgados junto al santo, gorras y todo tipo de prendas en agradecimiento a gracias concedidas. El efecto de tea pudo ser mayor. Nunca faltaron voces que a lo largo de los años advirtieron de los riesgos de cientos de llamas en un atrio de máxima afluencia por la gran devoción que se profesa al santo, el influjo de los grandes almacenes del Corte Inglés con un generoso horario de apertura comercial y ser una zona muy bien comunicada con los transportes públicos. Todo quedó en un susto y con un balance de daños reversibles. El sagrario y los sagrados titulares, intactos. El interior de la iglesia, intacta. Lo dicho: una muesca.
Impresión. Nadie dudará en cualquier caso que resulta estremecedor contemplar la imagen de una gran bola de fuego justo en ese sitio por el que está tan acostumbrado a pasar tantísimas veces antes de entrar en el templo, un lugar que es un acudidero, un refugio, el sitio donde se recuerda a los que no están, se acude en las horas de la Santa Madrugada y se enseña a los más pequeños a querer. Pero nada nos debe perturbar de forma especial. Hay que seguir adelante, demostrado está que no hay accidente ni turbamulta que pueda romper nada, absolutamente nada que está asentado desde los tiempos en que no sabíamos de la existencia de América.
Obra perdida. En el incendio ha quedado destrozado el óleo sobre lino en el que Ricardo Suárez representó a San Diego de Alcalá por encargo de la junta de gobierno entonces presidida por Antonio Rodríguez Cordero. Fue entonces cuando se decidió poner la anterior obra (del XVIII) en el interior de la casa y encargar un nuevo cuadro dándole libertad al autor. Suárez pintó al santo de la Sierra Morena con el hábito de fraile, mirando al cielo, con la cruz en la mano, la otra en el pecho y asomando una llaga. Lamentablemente el óleo se ha perdido.
De película. La historieta del ex vestidor de Los Panaderos que ha sido trincado haciendo pintadas en la puerta de la capilla de la calle Orfila y otros actos vandálicos en el domicilio de un alto cargo de la cofradía daría para un buen guión de mini-serie de plataforma de televisión. Personas ajenas a este mundillo se sorprenden de hasta dónde pueden llegar algunos a la hora de reaccionar ante un cese, pero en el fondo no hay nada que no ocurra en otros ámbitos. ¡Qué decir del fútbol o de los carnavales! Las decepciones, las reacciones airadas, los desencuentros y hasta ciertos ajustes de cuentas (aunque sean de Mortadelo y Filemón) están a la orden del día allí donde hay personas. No se lleven tanto las manos a la cabeza y tengan más sentido del humor (que es algo muy serio), sobre todo cuando no ha habido que lamentar daños de consideración. Para añadir tensión a los días vividos en la corporación nada peor que el resultado del cabildo electoral celebrado el viernes, donde el ganador superó por un solo voto a la otra candidatura. Esperemos que la vida interna de la corporación no se resienta, no queden brechas y haya paz.
¿Un archivo secreto? Hay fotografías de gran belleza. Hay un archivo con estampas inéditas de sagradas imágenes que han pasado por el taller del prestigioso IAPH. Se hicieron por interés científico, como corresponde a los procesos. Los años han pasado y no sabemos si las hermandades se interesaron por el material, si se les ofreció o no, o si ni siquiera saben de su existencia. Sería bueno que se fueran publicando con el tacto debido. En una ocasión vimos unas imágenes bellísimas de la Amargura, pero hay más y de otras muchas imágenes.
Pastora de Santa Marina. Los preparativos de la coronación canónica prevista para 2025 van muy bien. Los hermanos se están esforzando en que verdaderamente sea algo extraordinario. La elección de la Plaza del Triunfo para la ceremonia religiosa será un hito que contribuirá a ese carácter. De madrina bien podría ejercer la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, que ha visitado varias veces la sede de la corporación y ha mostrado interés en conocer su dilatada historia y su vasto patrimonio. ¿Y el padrino? Quien mejor que el jefe de la Fuerza Terrestre, que tiene la consideración de teniente de hermano mayor horario. Andrés Martín, el hermano mayor, ya estuvo en el Cuartel General de la Fuerza Terrestre para entrevistarse con el teniente general Melero en noviembre del año pasado. El Rey de España es el hermano mayor honorario. Seguro que esta coronación es un buen motivo para que muchos conozcan los siglos de historia que hay tras la devoción a esta imagen. Siempre tengan presente un dato: fue fundada por Fray Isidoro de Sevilla el 23 de septiembre de 1703.
Policía Local. Llega la hora de tener muy claro que el 8 de diciembre nos jugamos mucho con independencia de que se esté a favor o en contra de la Magna. Cómo lo tendrá de claro el alcalde que ha levantado el reparo del interventor para poder soltarle 500 euros a cada agente para pagar las horas extras o directamente que trabajen si les tocaba descansar. Las cofradías deben ser conscientes del gasto de dinero público que se tendrá que hacer, de los riesgos que se asumen y de que inmediatamente después comienza la movilización de la Navidad. Los cuerpos de seguridad se pasarán un mes tensionados tras la prueba de fuego del día 8.
Felicidad. La del hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, que ha sido abuelo de un precioso nieto. La vida es eso que pasa cuando no se está ante la Esperanza o con un nieto en brazos. Dicen que el nieto no trajo un pan debajo del brazo, sino nada menos que una rosa de oro. Que sigan los debates sobre logística cofradiera, que seguro que Cabrero sabe ahora cuál es la prioridad sin orillar la responsabilidad. Habrá que brindar con un dedito de chinchón.
Elecciones. Resulta sorprendente que en algunos procesos electorales leemos mensajes y proclamas que son un calco de los de los partidos políticos. Hemos evolucionado de las promesas del fomdento del "culto, formación y caridad" a las apuestas por la "cohesión interna" y las medidas para poner al hermano en el centro de la vida de la hermandad. ¿Será que las consultoras han desembarcado en este mundillo o es puro mimetismo? Las mujeres están en todas las candidaturas, pero en número escaso. La paridad no ha llegado de momento, pero al paso que vamos ya verán quién es el primero en plantearla como un mérito. Lo que sigue estando en crisis y suele ser la madre de todas las batallas es el voto por correo.
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