Torrijas
Torrijas / M. G.

22 de marzo 2025 - 04:00

Es de agradecer que la cuaresma esté centrada en los pronósticos del tiempo y en cuestiones que no dejan de ser entrañables en muchos casos: los carteles, el número de vallas o si funcionará el invento para ordenar el paso de las cofradías por la Catedral. En el fondo son asuntos que revelan una cuaresma tranquila, alejada de momento de aquellas polémicas del pasado: los pliegos de la denominada declaración de la renta morada remitidos a las cofradías para obtener más fondos para el sostenimiento de la Iglesia, el orden del Martes Santo, las declaraciones del pregonero de turno, los encierros de trabajadores en la Catedral o en el andén del Ayuntamiento, la seguridad en la Madrugada, el encargo de copias digitales de seguridad de imágenes sagradas... No hace mucho vivimos el día en que un prelado clamó para que nos dejaran vivir la cuaresma en paz. ¿Recuerdan? Hoy estamos expectantes por la lluvia y por la experiencia del Cachorro en Roma. Cada tiempo tiene sus retos. De momento, todos pendientes de la naturaleza. Damos por hecho que traerá guasa. Con tomate.

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