Lebrón prepara la película Semana Santa en 8K
El productor de cine reeditará la célebre obra con la mayor calidad técnica posible, unas imágenes que hoy serían imposibles de grabar
Sevilla/Un sueño que muchos esperamos y que bien puede ser realidad a principios del próximo año. Juan Lebrón, el productor de cine, el antequerano amante de la ciudad de Sevilla, el que hizo posible la película que hoy sería irrealizable, el que logró meter para siempre en nuestras cabezas una hermosa forma de entender y ver la Semana Santa, el que además trata los paisajes andaluces con paciencia y exquisitez propias de prioste de la cámara, el que se acaba de curar para siempre de sus males gracias a su fuerza y a la energía que recibe cada mañana de la luz azul del mar, ese andaluz inquieto, tremendamente inquieto, trabaja en una nueva edición de la célebre película Semana Santa para su difusión nada menos que en 8K. Mayor calidad no cabe.
Estos días se última la financiación de la obra, valorada en 450.000 euros. Todos los pasos siguientes están previstos. Una vez cerrado el asunto del pecunio, comenzará en Hollywood la digitalización y restauración en 8K de todas las imágenes de aquella cinta estrenada con ocasión de 1992. Se encargará del trabajo la empresa líder mundial en conversión de imágenes cinematográficas analógicas a formato digital: Lasergraphics.
A continuación, en los estudios The Mill en Londres, se recoloreará bajo la supervisión de José Luis Alcne, director de Fotografía de la película y ganador de cinco Goyas de entre 17 nominaciones. Más tarde, en los estudios Abbey Road y Metropolis Studios, se trabajarán las nuevas mezclas de sonido y la remasterización completa de la banda sonora de la película. Lebrón cuidará mucho el lugar donde será proyectada esta nueva versión de altísima calidad. Apuesta para este nuevo objetivo por la conocida como The Wall, de 292 pulgadas y 8K de resolución. Se trata de un soporte presentado con éxito por Samsung en Las Vegas.
Una clave para el productor será que la proyección se realice a diario en un lugar sagrado. Tiene claro que la Semana Santa interesa todo el año y que se debe respetar y preservar la razón y el contexto religioso, sobre todo porque la película será vista por muchos turistas. De forma coloquial se dice que será una película para ser disfrutada sentado en el banco de una iglesia.
Hasta siete pases al día se podrán dar. ¿Algún salón del Palacio Arzobispal? ¿El convento de la Encarnación?¿San Hermenegildo? No se sabe. Hay entidades que colaboran en la iniciativa, sabedoras de que no hay otra película que compendie con tanta calidad, sensibilidad y tacto la mejor versión de la Semana Santa. Hoy no podría hacer este trabajo, porque los teléfonos móviles rompen cualquier posibilidad de grabar como entonces. Lebrón quiere cuidar la calidad de la película y la arquitectura donde será proyectada, atractiva para el sevillano y novedosas y didáctica para el visitante. Esta Semana Santa remasterizada debe estar en los circuitos turísticos por su capacidad de facturación.
Quizás sea ya el último eslabón para enaltecer un producto que ha marcado a miles y miles de sevillanos desde su estreno. Se dice que la canción preferida se puede oír cientos de veces, pero con la película favorita no pasa de diez. Semana Santa ha alcanzado esas cifras en los sevillanos, que volverían a verla diez veces más si se ofrece en 8K, tal vez porque además de enganchar con las imágenes que todos conocemos, lo hace también con el sonido.
Si todo va bien deberíamos estar disfrutando de esta nueva obra de Lebrón en enero. Las nuevas generaciones conocerían un concepto de Semana Santa para muchos definitivo e inmejorable. Con Semana Santa en 8K cerraríamos unos años de notables aportaciones al cine sobre la materia, pues venimos de disfrutar de las imágenes y del sonido que la Fox grabó en la década de los veinte, una delicia que nos compensó la ausencia de pasos en la calle.
La Semana Santa ha cambiado tanto desde la Exposición Universal por la masificación, las nuevas tecnologías , la obsesión por la seguridad y la pandemia, que la película de Lebrón (con dirección de Gutiérrez Abril y guión de Colón, nunca se olvide) es un verdadero bálsamo que permite el reencuentro con esa fiesta de siempre. Más necesario y más esperado que nunca. Para vivirla en imágenes y dejar el teléfono en el bolsillo. O en el cajón.
Gran Poder
El faenón de trabajo que se están dando en la hermandad para organizar a la perfección los traslados del Señor es digno de estudio. No hay precedentes. La responsabilidad es muy elevada. Todos quieren que el Señor pase por su templo. Hay párrocos y hermanos mayores que lo reclaman, pero, ay, no todo es posible. Y eso que los trayectos son verdaderamente larguísimos.
Sin cura
¿Se imaginan que una hermandad sume meses sin director espiritual porque ninguno de los llamados quiere asumir la función? Pues así ocurre en una muy señera, donde además, y esto sí que es llamativo, la toma de posesión sigue pendiente. Qué cosas.
Exitazo de un baratillero
Ocurrió el viernes en la plaza de toros, que el baratillero Morante de la Puebla puso del revés. Atrás quedan ahora los tíos del colmillo y la guasa en adobo que lo criticaban en las tardes plúmbeas y de fracaso, o sencillamente por entrar en la capilla de su hermandad a rezar antes de los festejos Cualquir detalle era bueno para meterle el diente cuando el festejo no salía como se esperaba. Testigo de tan sonado éxito fue Joaquín Moeckel, que casualmente estrenaba traje con un forro muy, pero que muy morantista. Un traje amuleto. Si en su día escribimos un artículo titulado El poder de las ideas fijas para el precioso libro coordinado por Olga Olgüin sobre el torero de la Puebla del Río, hoy podríamos volverlo a titular de la misma forma sin error alguno. Primero se reza en el Baratillo y después se torea. Y quien se pique ya tiene doble trabajo. ¿Estuvo el éxito del torero en que le gritaron “¡Aprende Morante!” cuando toreaba Juan Ortega? Algunos críticos son impagables.
El Lagarto de la Catedral: "Espero de todo corazón que las elecciones en la Macarena se celebren sin ningún incidente. El arzobispo vivirá las dos caras de las cofradías en muy poco tiempo: el traslado sublime del Gran Poder y los asuntos terrenales de las luchas por el poder cofradiero"
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