A Dios por la luz de las vidrieras de la Catedral de Sevilla
La exposición de la Fundación Cajasol enseña con detalle el valor de unas joyas aliadas de la fotografía cofradiera
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Sevilla/La Sevilla cofradiera haría bien en visitar la exposición de las vidrieras de la Catedral que se ha inaugurado esta semana en la Fundación Cajasol. Resulta una delicia por el esmero y la originalidad con la que está preparado todo y una oportunidad para contemplar de cerca –como si se estuviera en las cubiertas del templo– la riqueza de colores que genera la luz tamizada. Hay verdaderas lecciones catequéticas en los vidrios que adornan, enriquecen y dan vida a la Catedral. La exposición ha recreado la piedra del templo y los nervios de plomo donde se sujetan los cristales, verdadera artesanía que se mantiene gracias a un programa de restauración muy costoso que el Cabildo afronta desde hace veinte años. A muchos sonarán estas vidrieras porque son el fondo de célebres fotografías que se hacen en Semana Santa y quedan para siempre en el imaginario colectivo. Estas vidrieras son aliadas de los mejores fotógrafos que saben captar su generoso caudal de luz en la penumbra propia de un templo gótico. Entre los contenidos de la muestra resalta la producción de un documento audiovisual único sobre las vidrieras vistas a través del vuelo de un dron por las distintas naves del templo sevillano. Bien merece que el visitante se detenga unos minutos y aprecie perspectivas únicas.
El visitante puede descubrir que las vidrieras que se admiran a pie de suelo, lógicamente desde muy lejos, no pierden un ápice de calidad cuando se contemplan de cerca. En el siglo XV, cuando están datadas muchas de las más antiguas de estas obras de artesanía, se cuidaban todos los detalles aunque no fueran apreciados por la inmensa mayoría, pero se hacía todo con esmero, pues “Dios todo lo ve”. A Dios por la luz, el color, la alegría, la enseñanza de pasajes bíblicos. Las vidrieras son verdaderas joyas desconocidas. En un taller del Cerro del Águila se han reparado algunas de desperfectos concretos, pero los grandes especialistas en su restauración son alemanes. La exposición muestra cómo se desmonta una vidriera para su traslado y arreglo, una labor compleja, arriesgada y delicada.
Los comisarios de la muestra Lumen de Lumine, Jaime Navarro y Ana Isabel Gamero, nos hacen un gran regalo hasta el 24 de junio. La sensación de estar entrando en la Catedral está muy bien conseguida sin necesidad de efectos estridentes. Acudan y comprueben cómo a la entrada pasan por la Puerta de los Palos... Es probablemente el valor añadido más allá de que la gente conozca estos tesoros de siglos que soportan las inclemencias del clima y requieren de un costoso programa de conservación. El propio consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Arturo Bernal, realizó una visita privada a la muestra y conoció una de las grandes bellezas que guarda esa montaña hueca que es la Catedral de Sevilla.
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