Un soplo de aire fresco para el sector oleícola andaluz

Alenta, la Plataforma Tecnológica del Olivar, surge con el objetivo de fomentar y mejorar la competitividad del sector en materia tecnológica y de I+D+i. Es sencillo encontrar el por qué al nacimiento de esta institución: España es el primer productor mundial de aceite de oliva, de ahí la importancia estratégica del sector oleícola. Pero es poco proactivo en materia de investigación y desarrollo, y el olivar necesita la I+D para que el país se anticipe tecnológicamente a nivel europeo y mundial.

La plataforma nace en 2010 con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación a través del Programa Innfluye (de apoyo a plataformas tecnológicas) y forman parte de ella el Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite (Citoliva), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca), la Universidad de Jaén (UJA) y la Asociación Agrupación Empresarial Innovadora del Sector Proveedor de Bienes y Servicios Sector Oleícola (Inoleo). Entre sus retos se encuentra el contribuir a mejorar la calidad, la diferenciación, la obtención de nuevos productos, la olivicultura sostenible y el aprovechamiento de subproductos como la biomasa.

Actualmente las entidades de la Plataforma Tecnológica del Olivar participan en diversos proyectos, a los que se dedican 59 grupos de investigación, "con un creciente aumento de líneas relacionadas con la problemática ambiental del sector del olivar, financiados a través de convocatorias regionales y europeas", indica Carmen Capiscol, responsable de proyectos de I+D+i de Citoliva. Además "los proyectos y actuaciones de investigación y desarrollo tienen siempre un claro enfoque de aplicabilidad dado que suelen estar basados en una demanda tecnológica del sector". Destacan, por ejemplo, Vertigeen que forma parte del VII Programa Marco, y que dará solución a problemas relacionados con enfermedades del olivar; u OiLCA que pretende determinar la huella de carbono de la producción del aceite de oliva, la gestión de sus residuos y los costes que se le asocian.

Son líneas estratégicas del recién creado organismo el aprovechamiento de subproductos de la cadena oleícola, la diferenciación del aceite y comportamiento del consumidor, nuevos productos y nuevos usos del aceite de oliva y olivicultura sostenible. Para abogar por la sostenibilidad, las investigaciones se centrarán en la degradación de los suelos, los usos del agua y lucha contra plagas y enfermedades, las denominaciones de origen y aceite ecológico, la mejora en la calidad del aceite o la innovación tecnológica en almazaras.

El pasado 15 de junio se presentó oficialmente Alenta en Madrid, aunque el pasado cinco de mayo presentó en Geolit (Mengíbar, Jaén), el parque tecnológico del aceite y el olivar, los grupos de trabajo con los que cuenta la nueva plataforma. Además, esta iniciativa se suma a otras similares como Food for life, del sector agroalimentario, la plataforma del sector hortofrutícola y, en breve, la del vino.