Análisis
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Airbus recorta empleo
Sevilla/En 2018, el sector aeroespacial andaluz facturó menos que el año anterior por primera vez en una década. Exactamente 2.530 millones de euros, un 3,1% menos. Aunque seguía siendo prácticamente el triple que lo contabilizado en 2007 era un importante toque de atención para una industria vital para la economía local.
Sin embargo, esta bajada del negocio general no afectó al empleo. El sector, con una preeminencia del eje Sevilla-Cádiz, generó 15.931 puestos de trabajo, lo que suponía un 1,7% más que en el año precedente.
Los datos de 2018, compilados y analizados por el clúster de empresas Andalucía Aerospace, son los más recientes que se tienen totalmente contrastados.
Para cuando se publique el análisis del sector del ejercicio 2019 lo previsible es que la facturación vuelva a bajar, por la caída en la producción y entregas del A400M y el bajo rendimiento comercial que ha sufrido durante algunos años el C295.
Ambos aviones son modelos de transporte militar y ambos se ensamblan en Sevilla. Las dos plantas ubicadas en la la provincia sevillana (San Pablo y Tablada) se dedican casi exclusivamente a paquetes de trabajo militares y las empresas de la cadena de suministro siguen su estela.
El A400M, por ejemplo, pasó de representar un 26% en 2017 a un 11% en 2018, tras el anuncio de Airbus de reducir la cadencia de producción para garantizar la supervivencia del programa hasta al menos 2030, si se mantiene el actual escenario de falta de nuevas ventas.
La planta de Airbus en El Puerto de Santa María también depende en gran parte de los programas de carácter militar.
En el eje Sevilla-Cádiz, sólo se salva la planta de Puerto Real, cuya actividad va ligada a los programas civiles de Airbus, de la bajada mundial de las ventas de productos relacionados con la Defensa, soportados por los presupuestos públicos, que durante los años de la gran crisis se vieron drásticamente mermados.
El anuncio de Airbus de realizar un ajuste de 2.362 empleos en los países con actividad en su división de Defensa y Espacio deja claro el mal momento de este tipo de negocio.
De este recorte, a España le tocan 630 puestos de trabajo, de los que se prevé que unos 210 sean en Sevilla y otros 40 en El Puerto.
Según la fórmula que se usa en el sector, cada empleo que pierde en la empresa tractora supone otros tres en la industria auxiliar.
Esto significaría, como alertaron ayer tanto CCOO como UGT en Andalucía, una perdida de unos 850 puestos de trabajo totales en Sevilla. Además, de entorno a 150 en Cádiz. Dos provincias completamente interconectadas en lo referente a la industria aeronáutica.
"Ya se sabe que cuando Airbus se resfría, la industria auxiliar enferma de gripe", recordó ayer el secretario general de Industria de CCOO de Andalucía, José Manuel Moreno Cerrejón.
Los sindicatos tienen claro, y esa será su principal estrategia a la hora de negociar el plan de ajuste planteado por Airbus, que la solución para Sevilla y Andalucía es lograr paquetes de trabajo de índole civil, donde el negocio está en clara expansión, como demuestra los miles de millones de beneficio que la compañía cosecha cada año en esta división.
El consejero de Economía, Rogelio Velasco, afirmó que la Junta de Andalucía está en contacto con la dirección de Airbus de cara al ajuste planteado en España y otros países, situación que achacó a la "crisis temporal internacional" que ha obligado a la compañía a "redefinir" la plantilla. Velasco subrayó que Airbus es una empresa "seria y rigurosa" que mantiene 3.100 puestos de trabajo en Andalucía, por lo que su contribución a la economía andaluza es "muy importante". El titular de Economía precisó que desde la Junta están en contacto y colaboración con la alta dirección de Airbus, de la que destacó que va a establecer conversaciones con los sindicatos para llegar a un "acuerdo pactado por ambas partes". Así, insistió en que "con la cartera de pedidos que hay, la situación del sector aeronáutico va a ser a medio plazo muy fuerte y magnífica".
Según las estimaciones de los expertos, harán falta cerca de 40.000 nuevos aviones en los próximos 20 años. Y Airbus junto a la ahora maltrecha Boeing son las únicas compañías capaces de producir un número tan enorme de unidades.
"Tiene que venir carga de trabajo civil a España. No basta con rebajar los costes salariales. Ya reclamamos una línea de ensamblaje del A320 (el avión más vendido del mundo) para Sevilla y Airbus decidió montarla en Toulouse. Otros países tienen que compartir este tipo de carga de trabajo con zonas como la andaluza muy dependientes de los programas de Defensa", explicó Moreno Cerrejón, quien añadió que precisamente por este motivo la mayoría de plantas de Airbus y empresas de la industria auxiliar están teniendo problemas en los últimos meses y no encaran un futuro nada halagüeño.
En términos prácticamente idénticos se expresó ayer el vicesecretario de de Industria de UGT en Andalucía, Manuel Ponce. "Ya hubo despidos en 2018 por motivos similares. No podemos seguir así. Hay que buscar una solución a medio y largo plazo y la única es traer otro tipo de carga de trabajo que no sea la relacionada con el área de Defensa. Si entre todos no conseguimos esto, el sector en la región seguirá degradándose año tras año", aseguró Ponce.
Esta muerte lenta de una industria estratégica es lo que quieren evitar los responsables sindicales oponiéndose completamente al ajuste laboral presentando por Airbus Defence and Space.
Ayer mismo, en Madrid, los cinco sindicatos con representación en Airbus, CCOO, UGT, CGT, SIPA y ATP, anunciaron un calendario de movilizaciones que comenzará hoy con concentraciones en todos los centros de trabajo de Airbus en España.
Además, desde CCOO y UGT se indicó que ya se trabaja para convocar una "gran movilización" a nivel nacional en defensa del sector aeronáutico, que podría realizarse a mitad de marzo.
Aunque estas medidas se concretarán en las asambleas de delegados que ambos sindicatos prevén celebrar entre la semana próxima y la siguiente.
Hay que tener en cuenta, que hasta el próximo 3 de marzo no volverán a reunirse el comité sindical europeo y la dirección de la compañía para comenzar a negociar el ajuste.
En dicha fecha, se intentará establecer una hoja de ruta en una negociación que se prevé larga y compleja y no se esperan resultados concretos al menos hasta junio.
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