La sevillana Rpow se posiciona en el mercado de almacenamiento energético con crecimientos del 50% anual

Fundada en 2019, el año pasado facturó 2,7 millones de euros y prevé llegar a cuatro millones en 2023

César Martín-Montalvo, CEO de Rpow en la sede de la empresa en Sevilla.
César Martín-Montalvo, CEO de Rpow en la sede de la empresa en Sevilla. / Antonio Pizarro

Sevilla/El almacenamiento de energía limpia es uno de los grandes desafíos que exige la descarbonización total de la economía, que pasa por la electrificación de los procesos que la industria ahora hace con combustibles fósiles.

Hacer frente a ese desafío es una de las razones de ser de la ingeniería sevillana Rpow, especializada en el almacenamiento de energía usando sales fundidas y que nació en 2019 fundada por Andrés Barros Borrero, poco después de que este ingeniero industrial saliese de Abengoa.

Barros decidió que con su nueva compañía quería darle una vuelta de tuerca a la experiencia y conocimientos adquiridos en las plantas termosolares y con el uso de sales fundidas. Esa vuelta de tuerca fue ofrecer soluciones que den calor a procesos industriales, de todo tipo de sectores.

Además, los sistemas diseñados por Rpow permiten almacenar esa energía calorífica en los momentos en los que la electricidad es barata, o si tienen autoconsumo cuando hay recurso natural para generarla, y recuperarla en momentos de precios más altos o que no sea posible generar con renovables.

“Es un proceso totalmente descarbonizado que no produce emisiones de ningún tipo”, destaca César Martín-Montalvo Sánchez, CEO de la compañía sevillana, también ingeniero industrial por la Hispalense como Barros, y que ha desarrollado parte de su carrera en otras ingenierías sevillanas como Ayesa (de 2005 a 2012) y Abengoa (de 2012 a 2022).

En 2019, la empresa comienza como consultoría y en 2020 se les contrata la supervisión, puesta en marcha y operación y mantenimiento Dewa IV, la mayor instalación termosolar del mundo, que está en Dubai.

Por ello, la compañía ha tenido un rápido crecimiento y además de su sede central en Sevilla, tiene oficinas en Dubai y en Houston, en el estado de Texas (EEUU).

La cifra de negocio de 2022 fue de 2,7 millones, tras una progresión exponencial, en los tres ejercicios cerrados desde su fundación, con un incremento interanual superior al 50% de media.

Además, toda la facturación proviene de clientes extranjeros, ya que hasta ahora en España no ha habido tanto desarrollo del almacenamiento basado en soluciones de sales fundidas, un mercado nacional que César Martín-Montalvo espera que despegue en los próximos ejercicios al ser nuestro país uno de los principales productores de energía renovable de la UE y ante el incremento de demanda que va a haber para hibridar la generación con almacenamiento.

Actualmente cuenta con 22 ingenieros en plantilla, procedentes de Abengoa y Sener en su mayoría. El vertiginoso crecimiento de la empresa hace que las previsiones de incremento de plantilla sea aumentar en un 50% su fuerza laboral en 2023.

Las soluciones que plantean también son viables en países donde está regulado el pago por consumo de energía eléctrica para estabilizar la red de distribución por exceso de generación renovable, caso por ejemplo el Mercado de Reserva de Dinamarca.

Eso permite almacenar energía no gratis sino remunerada que luego puede ser liberada a demanda de la producción de la industria.

Retrofit, supervivencia para las centrales térmicas

La ingeniería sevillana también ha desarrollado una solución que permite a centrales térmicas, bien de carbón o de otros combustibles fósiles, adaptar sus instalaciones para seguir generando electricidad con cero emisiones, lo que facilita la continuidad de este tipo de industrias que, en el caso de España se están desmantelando.

Esta tecnología se denomina retrofit y consiste en cambiar la caldera de carbón, gas o fuel por un sistema de sales fundidas que genera el calor en forma de vapor y se alimenta de energía eléctrica, sea renovable o no. Aunque el sistema genera menos energía de la que consume, como la solución es de almacenamiento, permite cargar las sales fundidas con excedentes renovables a bajo precio e incluso cero euros y revenderla cuando el sistema eléctrico lo necesita con un margen económico que lo hace bastante rentable en términos financieros.

Hibridación con el hidrógeno verde y otras renovables

También han desarrollado otra solución específica para las plantas de hidrógeno verde. En concreto, la ingeniería conceptual consiste en captar parte de la energía renovable que está alimentado al electrolizador que produce el hidrógeno verde, bien con energía eléctrica o con calor, para cargar el sistema de sales fundidas y recuperar esa energía almacenada en los momentos en los que el electrolizador tiene que parar por falta de recurso renovable, lo que incide en una mejor amortización de la inversión en esta tecnología que es una de los vectores principales de la descarbonización en la UE.

Infografía sobre el funcionamiento de una planta de generación de hidrógeno verde.
Infografía sobre el funcionamiento de una planta de generación de hidrógeno verde. / Dpto. de Infografía

El uso de este sistema permite que una inversión tan costosa como un electrolizador aumente las horas en las que dispone de energía limpia para seguir produciendo hidrógeno verde.

Tienen igualmente proyectos para hibridar fuentes de energías renovables –fotovoltaica con termosolar–, proporcionando soluciones de almacenamiento a este tipo de industrias que generan energía eléctrica a partir del sol.

Las soluciones de sales fundidas que se desarrollan a partir de la ingeniería conceptual de Rpow son altamente competitivas frente a la tecnología de almacenamiento de baterías de litio cuando la demanda a satisfacer sea igual a superior a 30 megavatios, según explica el CEO de la compañía, que añade que, “como ventaja sobre las baterías, los sistemas de almacenamiento de sales fundidas tienen un tamaño más compacto y una materia más abundante y barata que las necesarias para instalar baterías eléctricas”.

La previsión para 2023 es facturar cuatro millones de euros y consolidar a Rpow como una de las principales ingenierías cleantech del mercado global.

Los clientes actuales y potenciales de Rpow son las grandes petroleras o energéticas que están inmersas en una profunda transformación de su negocio para abandonar progresivamente las fuentes de energía contaminantes y producir con cero emisiones.

Del diseño al producto

En estos años Rpow registró patentes de sus modelos utilidad para el almacenamiento energético en una filial startup denominada Mercury, que estaba especializada en fabricar producto que aplique la ingeniería conceptual desarrollada por Rpow.

Mercury fue adquirida por Kyoto Group y hoy es Kyoto España, que precisamente está dirigida por Andrés Barros, fundador de Rpow, que continúa siendo también el presidente de la ingeniería sevillana.

Fue en 2022, tras ser nombrado Barros director general de Kyoto España es cuando César Martín-Montalvo se incorpora como CEO de Rpow, con el objetivo de continuar el exitoso desarrollo de la ingeniería y acelerar la expansión internacional de la compañía.

En este proceso se enmarca la creación de una filial de Rpow en EEUU, también en Houston, y proyectos de desarrollo comercial en Arabia Saudí y en Polonia.

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