“El sector de la automoción vive un momento disruptivo”

Eduardo Pérez-Serrera | Presidente ejecutivo de Terry Automoción

El grupo de concesionarios más antiguo de Sevilla prevé crecer tras facturar 115 millones en 2022 y apuesta por ser un asesor integral para la movilidad

Eduardo Pérez-Serrera, en las instalaciones de su grupo en Sevilla.
Eduardo Pérez-Serrera, en las instalaciones de su grupo en Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/Terry Automoción es una empresa señera en la venta de vehículos en Andalucía occidental y en Sevilla en particular. No en vano, fue el concesionario de coches más antiguo de Sevilla, ya que abrió en 1939 como vendedor de los vehículos Citroën, marca a la que sigue ligada 84 años después.

Tras una larga trayectoria como concesionario de la marca de origen francés, en 2007, coincidiendo con el relevo generacional en la empresa, Terry se convierte en un grupo que gestiona concesiones de varias marcas.

Desde entonces, y particularmente entre 2010 y 2015, el grupo vive una etapa de crecimiento muy fuerte. “Ahora son 11 marcas y se van a incorporar dos más”, detalla Eduardo Pérez-Serrera (Sevilla, 1975), presidente ejecutivo de la compañía, quien también preside la Federación de Concesionarios de Andalucía (Fecoan) y delegado territorial de Faconauto.

En esta etapa de crecimiento, ya bajo la dirección de Pérez-Serrera, el grupo acometió la consolidación de su modelo de negocio en el que se adelantó al proceso de concentración que vive el sector, consistente en dar servicios para varias concesiones en una misma instalación, hasta convertirlos en verdaderos centros de servicios y productos de movilidad.

Ese movimiento de concentración en el que fue pionero se ha extendido en el sector. La propia sede en Sevilla de Terry Automoción –donde transcurre la entrevista– aglutina cinco concesiones de otras tantas marcas: Citroën, DS, Opel, Hyundai y Maserati.

“El sector está en un momento disruptivo”, afirma el empresario, que detalla que la automoción afronta varios cambios de modelo al mismo tiempo: de comercialización, de hábitos de compra, de tecnologías motoras.

Para afrontar ese reto, Pérez-Serrera decidió pronto que era necesario ese modelo concentrado y que presta todo tipo de servicios de movilidad. “No sólo vendemos coches nuevos, también usados o alquiler tradicional de coches”, aunque subraya que “la tendencia que cada vez se arraiga más entre los consumidores es comprar el uso del vehículo por un tiempo establecido, con una previsión de kilómetros y una cuota fija que incluye no sólo el uso, sino el mantenimiento”

“Es un modelo que permite a los clientes tener el coche que necesita para cada momento de su vida y que le permite también acceder a un mejor vehículo a una cuota constante”. Pero también tiene ventajas el fabricante, porque el modelo le está permitiendo hacer hasta tres operaciones por vehículo, un contrato de uso al estrenar el coche, un segundo contrato para un segundo usario que también contrata el uso del mismo cuando ya es usado, pero con una seguridad de que ha tenido un mantenimiento de calidad, y hasta una tercera venta, cuando la marca ya se desvincula de la propiedad”.

Eduardo Pérez-Serrera, en un momento de la entrevista.
Eduardo Pérez-Serrera, en un momento de la entrevista. / Juan Carlos Vázquez

“Terry Automoción –que en 2022 facturó 115 millones de euros, tras comercializar 8.000 vehículos y unas 100.000 horas de taller, además de 15 millones en recambios, y emplea a 200 personas– es hoy por hoy un proveedor líder de movilidad en las provincias en las que operamos. Sevilla y Cádiz, aunque tenemos opciones de crecimiento en proyecto, en otras provincias de Andalucía y Extremadura, aunque no descartamos ninguna zona de España”.

El empresario, como dirigente del sector que es en Fecoan y Faconauto, no oculta la preocupación que hay porque existe una barrera tecnológica para el objetivo marcado por la Comisión Europea de electrificar la movilidad.

“Los datos de ventas en comparación con los de otros países demuestran que nos estamos quedando atrás en la venta de vehículos electrificados, y la razón fundamental es que el despliegue de infraestructura de carga lleva retraso”, lamenta Pérez-Serrera, que incide también en los efectos negativos que está teniendo: “El parque móvil es el más envejecido de Europa y si seguimos retrasándonos nos vamos a encontrar también que los vehículos usados de combustión que ya no tienen demanda en los países que nos llevan ventaja pueden acabar siendo exportados a España para venderlos aquí”.

Para paliarlo, Pérez-Serrera reclama dos medias en las que cree necesario la implicación de las administraciones: “Un despliegue más rápido de la infraestructura de carga que necesita España para electrificar de verdad el mercado e incentivos para democratizar ese proceso para que no se excluya a capas sociales de menor renta”.

stats