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Los salarios de empleos tecnológicos en Sevilla y Málaga ya empatan con los de Madrid o Barcelona

El nivel de experiencia es la variable que más ensancha la brecha salarial

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Un trabajador ante el ordenador. / Europa Press

El auge de la industria tecnológica en Andalucía está recogiendo lo sembrado tras la pandemia. La brecha salarial entre los diferentes perfiles profesionales en este ámbito se estrecha en las principales ciudades con foco tecnológico, como Sevilla y Málaga, donde en algunas vacantes el sueldo ya supera al de Madrid o Barcelona.

Son las principales conclusiones que se extraen del último informe de PageGroup, que analiza la remuneración de los principales perfiles profesionales tecnológicos en España a partir de una muestra de 30.000 entrevistas. En casi todos, las dos ciudades andaluzas están a la cola en cuanto a la retribución, excepto en casos concretos.

En Andalucía, un perfil junior que realiza labores relacionadas con la ciberseguridad comienza a cobrar más salario bruto con menor experiencia que en cualquier otra zona de la geografía nacional. En concreto, la franja salarial en este caso arranca en torno a los 30.000 euros brutos anuales para una persona con experiencia entre uno y tres años y termina superando los 55.000 antes de la década trabajada.

El documento analiza diferentes segmentos de la actividad tecnológica como el análisis de datos, el desarrollo software, la gestión de servidores, la ciberseguridad u otros perfiles de negocio digital y tecnológico. En el caso del analista de datos, el salario de la mayoría de los perfiles específicos en Málaga o Sevilla es parecido al del resto de las ciudades.

El nivel de experiencia marca la diferencia

Y aunque en las dos provincias andaluzas se cobre menos por lo general, la brecha salarial entre ellas y el resto de España es tan reducida que en la mayoría de los puestos ofertados la horquilla salarial es prácticamente idéntica. La particularidad más significativa en la mayoría de los casos se observa en el nivel de experiencia.

A medida que esta variable crece, también crece la brecha salarial entre la retribución malagueña y Sevilla con el resto de España. Especialmente llamativa es la diferencia entre especialistas de aprendizaje automatizado. En este caso, un empleado puede ingresar 30.000 euros brutos más anuales en Madrid o Barcelona que en la capital de la Costa del Sol o Sevilla.

La "calidad de vida" es uno de los argumentos a los que apunta el informe como responsable del desarrollo de centros tecnológicos en diferentes puntos de Andalucía, que han ganado "una posición muy atractiva". En este sentido, el documento destaca el auge que ha experimentado la propia Málaga en los últimos años.

El salario ya no es lo principal

El estudio también recoge diferentes tendencias del mercado laboral como las preferencias de los trabajadores. Aunque el salario no deja de ser un punto importante a la hora de afrontar un cambio de empleo, ganan importancia todos los factores relacionados con el bienestar: la flexibilidad, la conciliación, los planes de diversidad e inclusión y la preocupación por la sostenibilidad o la formación de los empleados.

"Esta nueva realidad hace que las empresas que se hayan adaptado a estas nuevas motivaciones o se adapten rápidamente tendrán mayor capacidad de atraer el talento tecnológico en los próximos años", afirma el director ejecutivo de Tecnología de PageGroup en España, Íñigo Fernández.

La misma fuente reflexiona sobre la evolución del trabajo remoto en el sector tecnológico. En este sentido, según el informe, tanto los candidatos como las empresas comienzan a rehuir de un puesto completamente en remoto y empiezan a centrar sus objetivos en que crezca la modalidad híbrida

"Hemos visto ya en 2023 y creemos que en 2024 se acentuará más, una tendencia tanto desde el punto de vista de los candidatos como de las empresas de tener una preferencia por un concepto híbrido, en el que la flexibilidad sigue estando muy presente, pero la opción de ir a la oficina, compartir con compañeros y tener sentido de pertenencia ha vuelto a ser un valor diferencial", sentencia Fernández.

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