Los reyes del 'glamping' se hacen mayores
Glamping Hub, la plataforma de alojamientos turísticos en la naturaleza, se multiplica año a año: emplea a 93 personas ya y prevé facturar ocho millones en 2018
Glamping: fenómeno global que combina la experiencia de acampar al aire libre con el lujo y las condiciones propias de los mejores hoteles. Así define la wikipedia esta palabra que, un día de hace ocho años, escuchó el sevillano David Troya en una clase cuando cursaba un máster en San Francisco.
Troya tomó esa palabra y la convirtió en Glamping Hub, una plataforma de reservas de este tipo de alojamientos que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un referencia mundial. Fundada por el propio Troya y por el marroquí afincado en Sevilla Talal Benjelloun, a los que se unió el norteamericano Rubén Martínez, ha vivido un crecimiento meteórico desde que nació, incluso para una 'start up'.
Terminó 2016 en 5.000 alojamientos en la plataforma, 2017 en 20.000 y ahora tiene 35.000; el número de visitas ha pasado de 2,2 millones hace tres años a casi cuatro en 2017, con la previsión de terminar este ejercicio en seis millones. La facturación bruta era de 1,7 millones en 2016, se disparó a cuatro al año siguiente y en 2018 se irá a ocho. Y el empleo está muy lejos del de 2014, cuando eran 17 personas. Terminó 2017 en 93, entre las dos sedes de la firma, una en Sevilla y la otra en Denver.
¿Cuál es el secreto? En este caso, admite Benjelloun, ser el primero en transitar por un camino no explorado ha sido clave. Él y Troya se conocieron en Sevilla y fraguaron la idea de crear una empresa turística juntos. Troya marchó a cursar su máster, se quedó con lo del glamping y ambos crearon una web que, al principio, era un contenedor de información sobre el tema donde los alojamientos podían publicitarse, no una plataforma de reservas. Pese a que en principio no era ese el proyecto en el que pensaban, Glamping Hub era la primera página que aparecía en el buscador de google, algo que llamó la atención, incluso, de la prensa especializada de EEUU. Aún así, era Troya y Benjelloun tenían otras cosas en mente y, admite el segundo, no le dedicaban el 100% de su tiempo a la página.
A la vuelta de Troya a Sevilla, crean Andalucía Inside, una agencia de viajes de recepción de turistas de alto poder adquisitivo. La realidad, sin embargo, es tozuda: Glamping Hub seguía teniendo el tráfico más alto, con lo cual decidieron apostar por ella. En un punto de esta historia se unió Rubén Martínez, al que Troya y Benjelloun conocieron en Sevilla cuando el norteamericano estudiaba español. Su ciudad natal, Denver, sería a la postre la segunda sede.
Pero el principio fue en Sevilla, una ciudad desde donde se pretendía gestionar un mercado creciente en EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda pero aún muy incipiente en el resto del mundo. El lanzamiento, allá por 2013, fue duro. Sólo eran dos personas, a las que EUSA, el Campus Universitario de la Cámara de Comercio de Sevilla, cedía un pequeño espacio con ordenador y wifi. Calculaban que necesitaban entre 200.000 y 300.000 euros para levantar el edificio técnico de la empresa y lo consiguieron, en el rango alto, gracias a tres business angels de Barcelona.
Que en los tres años siguientes. haya sido protagonista de otras tantas rondas de inversión habla bien de lo bien valorada que está Glamping Hub en el mundo inversor. En ella han entrado desde fondos como los madrileños Axon y Mundi Ventures, uno inglés, fundadores de Trivago, de Lastminute.com, directivos de Booking, de Google y hasta la Agencia Idea a través del fondo Soprea. El Gobierno de Chile hasta le dio 40.000 dólares a cambio de instalarse seis meses allí. El último en entrar ha sido un fondo norteamericano compuesto por antiguos directivos de firmas tecnológicas. La segunda ronda fue de 750.000 euros y de la tercera y la cuarta Benjelloun prefiere no decir la cifra.
Según el fundador de Glamping Hub, “en el mundo de las start ups turísticas el juego es quién llega antes. Es quién puede poner los firewalls (cortafuegos). Se trata de correr lo máximo y poner un montón de obstáculos para que el siguiente lo tenga más difícil”. ¿Cómo? Por ejemplo, teniendo la exclusividad del alojamiento en la plataforma o con el buen posicionamiento web, algo para lo que se necesita mucho tiempo. Esa ventaja es el gran atractivo de la 'start up'. “Como hemos entrado bastante temprano y nos convertido en líderes mundiales hace bastante tenemos una posición privilegiada para decir qué es glamping y qué no –añade Benjelloun–; hemos puesto la norma: acceso a la naturaleza, comodidad como la de un hotel, cama, ducha, agua caliente y alojamiento único, como tiendas safari, árboles y hasta iglús”. Hay precios que van de 60 a 2.500 euros. Hay una tienda safarí en Kenia con su propio mayordomo, un alojamiento en EEUU al que sólo se accede en helicóptero, islas privadas..., así hasta 35.000. Serán muchos más, y de hecho Benjelloun piensa en un potencial de 100 millones en ventas. “No te voy a decir en cuantos años, pero ese es el objetivo”.
También te puede interesar
Lo último