La sequía restará cuatro décimas al crecimiento del PIB andaluz en 2024

Informe de Loyola y la CEA

La economía andaluza avanzará pese a este lastre un 1,9% este año, una décima más que la española, y un 1,5% en 2025

El catedrático Manuel Alejandro Cardenete cree que el paro no bajará del entorno del 17% si no hay cambios en el mercado laboral

El PIB andaluz crecerá un 2,3% en 2023, según prevén la Universidad Loyola y la CEA

Presentación del informe de Loyola y la CEA sobre la economía andaluza
Presentación del informe de Loyola y la CEA sobre la economía andaluza

La economía andaluza crecerá un 1,9% en el año 2024, una décima más que la de España, pero cuatro décimas menos de lo que podría avanzar por el efecto de la sequía en la agricultura, según las previsiones del informe de la Universidad Loyola y de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA).

En la presentación del informe 'Loyola Economics Outlook' con las proyecciones para 2024 y 2025, el catedrático de Economía de la Universidad Loyola, Manuel Alejandro Cardenete, ha informado de que en 2025 el crecimiento previsto de la economía andaluza es del 1,5%, igual que el de España, y los precios empezarán a bajar hasta acabar este año en torno al dos por ciento y en 2025 se establecerán en el 1,7% en España y una décima más en Andalucía.

Ha explicado que la sequía es el gran problema de la economía andaluza actualmente, ya que la agricultura y la industria agroalimentaria tiene un peso de quince puntos en el PIB y, por tanto, la falta de lluvias y, en consecuencia la menor producción, restará este año unas cuatro décimas al crecimiento de la economía general de la región.

El turismo, con un peso en el PIB andaluz del 13% y también la industria, que supone el 10%, son los sectores que están apuntalando la recuperación de Andalucía en 2024, ha señalado.

Las proyecciones de la tasa de paro en Andalucía la sitúan este año en el 17,9% de la población activa y el próximo ejercicio en el 17,7%, con lo que se ha alcanzado, según Cardenete, la tasa natural de desempleo, al igual que sucede en España, donde estará un poco por encima del 11%.

Según Cardenete, por mucho más que crezca la economía la tasa de paro no se mueve de esos niveles naturales porque el problema es la falta de flexibilidad del mercado laboral, ya que, en su opinión, las políticas del gobierno central con subidas rápidas del salario mínimo interprofesional y reducción de la jornada laboral solo introducen rigideces que no ayudan a bajar el desempleo.

En Andalucía, el problema del mercado laboral es el mismo dado que la legislación es nacional y, por tanto, poco puede hacer el gobierno autonómico, ha apuntado el catedrático de Economía, que ha precisado que no defiende un liberalismo "salvaje" como en Estados Unidos pero ha insistido en que en España hay que reflexionar sobre las últimas reformas del mercado de trabajo, ya que no se consigue bajar el paro, que es de los más elevados de la UE.

Otro problema de la economía es que no se ha recuperado la inversión privada que había antes de la pandemia mientras que el resto de indicadores económicos sí lo han hecho, con una previsión de aumento de la formación bruta de capital de aproximadamente del 1% debido a las incertidumbres sobre el contexto internacional.

Sin embargo, en Andalucía se ha producido un fuerte incremento del flujo de inversiones extranjeras, aunque no tira con fuerza la inversión nacional.

En relación al decreto de simplificación administrativa de la Junta de Andalucía, el catedrático de la Universidad Loyola ha señalado que todo lo que apunta a flexibilizar se traduce en crecimiento económico y ha valorado los pasos que está dando el gobierno andaluz para dinamizar el tejido productivo.

En este sentido, el secretario general de la CEA, Luis Fernández-Palacios, ha aplaudido las medidas de dicho decreto para agilizar los procedimientos burocráticos a los que se enfrentan las empresas y ha confiado en que salga adelante en el Parlamento.

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