El parqué
Nicolás López
Tono mixto
Hay empresas que fenecen sin que ello tenga nada que ver con los avatares de la crisis económica actual, sino por causas naturales derivadas de su longevidad. Por eso, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y las cámaras de Comercio dieron hace pocos días el pistoletazo de salida al Plan de Continuidad Empresarial. Se trata de un programa y una línea de crédito para facilitar la transmisión de negocios entre empresarios solventes que quieren concluir su actividad y aquellos dispuestos a darle continuidad. El objetivo esencial son las pymes familiares.
Los negocios familiares concentran el 85% del tejido empresarial español, con 2,9 millones de firmas que generan 13,9 millones de puestos de trabajo y una facturación conjunta que representa el 70% del PIB nacional. Sin embargo, a pesar de que este colectivo mantiene año tras año su peso, se encuentra inexorablemente con problemas para garantizarse el relevo generacional y, en consecuencia, con una sangría de empresas que lastra su avance. No en vano, más de 50.000 pymes cesan su actividad por motivos distintos a los económicos cada año.
Además, según el último estudio elaborado por VR Business Brokers, el 50% de las firmas pequeñas y medianas que se crean no logran sobrevivir más de siete años en el mercado y del total de nuevas empresas familiares, el 65% deja de funcionar durante la primera generación, sólo un 25% alcanza la segunda; un 9%, la tercera y apenas el 1%, la cuarta. Los emprendedores no sólo tienen que hacer frente una dura competición con las grandes multinacionales o a una coyuntura económica desfavorable: su principal enemigo está muchas veces en casa.
El estudio de la consultora revela que la jubilación del propietario, el fallecimiento del socio o las malas relaciones en la directiva, unido a la ausencia de sucesores es una combinación que engorda día tras días las cifras de destrucción de empresas. En muchos casos se trata de falta de vocación por parte de los sucesores, mientras que en otros es el propio conflicto generacional entre el fundador y sus herederos lo que termina por matar a la empresa.
El proyecto de las Cámaras y el Ministerio de Industria pone a disposición de estas compañías un cuerpo de consultores que realizarán un análisis detallado de la situación de cada una de ellas y buscarán los compradores mejor posicionados para hacerse cargo de las mismas. Igualmente, la iniciativa posibilita que los interesados tengan información completa sobre el negocio y que cuenten con un asesor para realizar todos los trámites de la compraventa. El proceso se establece en cinco fases que consisten en la información para las partes interesadas, la firma de los contratos de prestación de servicios, la realización del dossier de empresa, la búsqueda activa de compradores y el cierre final de la operación.
VR Business Brokers recomienda en su informe la venta, ya que es más rentable que la liquidación, al hilo de las plusvalías que pueden obtenerse. A la vez, propone a los compradores hacerse con este tipo de firmas, dado que disponen desde el principio de una estructura sólida y un negocio consolidado a partir del cual desarrollar sus propias ideas.
Por el momento, este sistema se probará en 11 cámaras, entre las que se encuentra la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Sevilla. Confirmada su validez, se extenderá en todo el territorio nacional, a través de la red de las cámaras de Comercio, que integra más de 400 puntos de atención y servicio a la empresa. El plan se complementa, a su vez, con una línea de créditos de 20 millones que serán puestos a disposición de los emprendedores que decidan adquirir uno de los negocios. La gestión de este montante corresponde a la Empresa Nacional de Innovación, Enisa, adscrita al Ministerio de Industria a través de la Dirección General de Política de Pyme.
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