Así queda la reforma de las pensiones tras la aprobación de las recomendaciones del Pacto de Toledo
El texto con las recomendaciones debe ser la guía que use el Gobierno para la futura reforma
El Congreso aprueba el nuevo Pacto de Toledo sobre las pensiones
El Congreso de los Diputados llevará a cabo las recomendaciones especificadas en el Pacto de Toledo del pasado 23 de octubre y el objetivo común de estas especificaciones es flexibilizar lo máximo posible las cuestiones impuestas a la jubilación. Es la tercera renovación del Pacto de Toledo en 25 años que ha salido adelante con la abstención de Vox, ERC y Bildu y dos votos en contra de la CUP.
Estas recomendaciones servirán de cara a una reforma que acometerá el Gobierno en torno a las pensiones establecidas en España. Aunque todo debe girar en torno a un acuerdo social, las bases ya están cimentadas sobre estas recomendaciones que para Magdalena Valerio, exministra de Trabajo y actual presidenta del Pacto de Toledo, es todo un éxito "pese a las discrepancias".
El Pacto de Toledo comienza por "su compromiso en el mantenimiento, mejora y adaptación del sistema público de Seguridad Social y, especialmente, del sistema de pensiones". En este sentido, niega en rotundo que se vaya a realizar un cambio en este sentido.
Las cotizaciones sociales deben ser el eje fundamental de la cobertura financiera. Otro de los aspectos a destacar es el compromiso de acabar con el déficit en el año 2023, un déficit que ha venido de la mano de una serie de gastos que se consideran "impropios". Por ello, el Pacto de Toledo quiere que se sufraguen con los Presupuestos generales del Estado.
Subidas según el IPC
Otra cuestión que se abordó es la relacionada con la subida del IPC, base con la que se pretenden alzar las pensiones. Según el Pacto de Toledo, "la revalorización anual de las pensiones en base al IPC real se presenta como el mecanismo que ha de servir para conservar el poder adquisitivo de las pensiones", siempre y cuando se debata en los organismos.
Ahora le toca el turno al Fondo de Reserva, llamado "hucha de las pensiones". en este sentido, "una vez se recupere el equilibrio de las cuentas de la Seguridad Social" que quedó mermado en el anterior Gobierno de Rajoy, se debe establecer un mínimo, "establecer un remanente mínimo del Fondo de Reserva".
Otro de los temas importantes que tocan las recomendaciones de este pacto son los relacionados con los autónomos. Según el pacto, hay que integrar los regímenes especiales y actuar bajo dos marcos; el de trabajadores por cuenta ajena y otro para los trabajadores por cuenta propia. Debe haber una unificación en las bases, una unificación en la que ya está trabajando el Gobierno.
Periodos de cotización
En cuanto a los periodos de cotización, creen que el periodo mínimo de 15 años ya establecido es acorde a la situación. Ahora bien, el Pacto de Toledo cree necesario que para fijar aspectos relacionados con la cotización hay que tener en cuenta "la facultad de elección de los años más favorables en la determinación de la base reguladora de la pensión". En relación a esto, los incentivos deben verse como "una herramienta excepcional" que no deben cargarse a las cotizaciones sociales.
Son muchas las recomendaciones que recoge el Pacto de Toledo y que cuando sean llevadas a término por el Gobierno se deberá proveer al ciudadano de "información periódica individualizada sobre sus futuros derechos de pensión".
Para ello, y ante el colapso visto en algunas ocasiones en la Administración Pública, se insta al Ejecutivo a crear una nueva agencia de seguridad social que se encargue de gestionar específicamente este tipo de asuntos con sistemas más modernos y una vigilancia acorde.
Revisión de las pensiones mínimas
Para aquellas personas que su índice de cotización no llegue a lo esperado, el Pacto de Toledo también pide la revisión de las pensiones mínimas e intentar mejorarlas. Actualmente, superan escasamente los 700 euros y aún existe una diferencia de género en este ámbito que hay que abolir.
En cuanto a la jubilación anticipada, se apuesta por alargar la vida laboral de las personas y que éstas puedan compaginar la pensión y los ingresos proporcionados con la práctica activa en sus puestos de trabajo. Por último, aparece el concepto de "contributividad", es decir, se valorará el esfuerzo de las personas a la hora de percibir la pensión total.
Otra de las recomendaciones gira en torno a la viudedad. Lo acordado en el Pacto de Toledo habla de realizar una reforma que se atenga a aspectos como la falta de recursos y aquellas personas de 65 años más vulnerables. Además, se apoya "el mantenimiento de las cuantías mínimas para las diferentes modalidades de pensión de nuestro sistema".
Acabar con la brecha de género
Uno de los aspectos fundamentales que se recogen a lo largo de las diferentes recomendaciones es intentar cerrar la brecha que hay de género y que tanto mujeres como hombres reciban una pensión equitativa. Además, también se recogen cuestiones como la incapacidad que podrá contabilizad pensión e incapacidad permanente o, en relación a la migración, se quiere abrir un futuro a la inserción laboral para mejorar la integración de éstos en el sistema.
Para finalizar, se cree conveniente que el Gobierno se presencie ante al comisión una vez al año para explicar un trabajo que estará en vigor durante otros cinco.
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