La reforma laboral ocultaba casi medio millón de 'parados' a finales de año
En diciembre había 443.078 fijos discontinuos inactivos sin contar en el paro, según reconoce el Gobierno
¿Qué pasará ahora con los fijos discontinuos?
Madrid/Los cambios introducidos en el mercado de trabajo por la reforma laboral aprobada el año pasado provocaron la sustitución de miles de contratos temporales por fijo discontinuos, lo que provocó que empleados que iban al paro porque su empleo es estacional pasasen a ser contratados sin actividad –y por tanto desocupados, muchos con derecho a prestación de desempleo–, con lo que ya no figuraban en las listas del paro, dado que mantienen un vínculo con el empleador.
El Gobierno ha cifrado por primera vez ese desfase, dado que, hasta ahora, las cifras de contratados como fijos discontinuos pero inactivos no se hacían públicas, un montante de casi medio millón de trabajadores.
En concreto, en diciembre de 2022 había 443.078 demandantes de empleo excluidos del paro registrado por ser fijos discontinuos en periodo de inactividad, según los datos detallados por el Gobierno en una respuesta parlamentaria a dos senadoras del PP.
La respuesta, fechada el 27 de febrero y adelantada este martes por el diario El Mundo, detalla que de esos demandantes de empleo –incluidos en la estadística del servicio público de empleo (SEPE) en el grupo trabajadores ocupados– 268.402 eran perceptores de alguna prestación por desempleo y 174.676 no recibían prestación.
La cifra de trabajadores fijos discontinuos en periodo de inactividad, según las cifras de la respuesta al Senado, arranca enero en 246.076, tocan pico en diciembre y registran la menor cifra en mayo con 136.113.
Las cifras que dan la foto mensual no se pueden comparar con otros ejercicios.
La estadística que cada mes publica el SEPE detalla el total de demandantes de empleo y de ellos desglosa tres categorías que se excluyen desde 1985 de la cifra de paro registrado.
La primera es la de ocupados, es decir demandantes que teniendo ya un empleo buscan uno mejor o compatibilizarlo con el que ya realizan.
En este grupo, figuraban 1,1 millones en los datos de diciembre de 2022 pero no se detallaba cuáles de ellos eran fijos discontinuos, una modalidad que ha ganado peso este año tras la reforma laboral.
La segunda categoría es la de demandantes con disponibilidad limitada, es decir, los que estando sin empleo indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo, y que eran 273.619 en diciembre.
Y la tercera son los demandantes de empleo no ocupados, los denos, que sumaban 198.069 en ese mes.
El paro registrado de cada mes, 2.837.653 en diciembre, no incluye ninguna de las categorías anteriores.
Críticas del PP
La estadística se contabiliza de la misma forma desde 1985 pero desde que ha aumentado el peso de este tipo de contratos al absorber buena parte de los que antes eran temporales, se ha solicitado al Ministerio de Trabajo el detalle de los datos.
Desde el Ministerio de Trabajo han señalado que se sigue trabajando para dar esos datos desglosados de forma precisa y depurada.
"Nos insultaron por decir que el Gobierno estaba maquillando las cifras del paro. De nuevo se descubre que teníamos razón. Necesitamos un Gobierno que se preocupe más por el bienestar de los ciudadanos que por salir bien en la foto", ha criticado en Twitter el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo.
El Gobierno lo considera un "falso debate" creado por el PP
El Gobierno considera que la contabilidad de los empleados fijos-discontinuos es un "falso debate del PP", ya que siempre se han contabilizado de la misma manera.
Así lo han trasladado fuentes del Ejecutivo, tras conocerse este martes que el número de trabajadores fijos-discontinuos en periodos de inactividad no contabilizados en los registros del paro que cada mes publica el Ministerio de Trabajo osciló entre las 136.000 y las 443.000 personas en 2022, dependiendo del mes que se tome como referencia.
De acuerdo con una respuesta del Gobierno en el Senado a una pregunta escrita formulada por las diputadas del PP Ana Isabel Alós y María Teresa Ruiz-Sillero, a la que ha tenido acceso Europa Press, el Ejecutivo detalla el volumen de trabajadores fijos-discontinuos que estaban inactivos en cada uno de los meses de 2022.
En los datos que Trabajo publica mensualmente sobre la evolución del paro y la contratación en las oficinas públicas de empleo, los fijos-discontinuos se contabilizan dentro de los contratos fijos y se excluyen del registro del paro aquellos que en ese mes se encuentren en un periodo de inactividad, lo cual ha sido muy criticado por la oposición, que entiende que esos trabajadores, al estar inactivos, están realmente parados.
Enero, primer mes de entrada en vigor de la reforma laboral, arrancó con 246.076 fijos-discontinuos inactivos no computados en los registros del desempleo. De ellos, 175.060 percibían prestaciones y 71.016 no la cobraban.
En febrero, los fijos-discontinuos inactivos ascendieron a 227.999 (68.563 sin prestación); en marzo bajaron a 197.579 (de ellos, 124.987 no cobraban prestación); en abril totalizaron 149.227 (79.696 sin prestación), y en mayo, mes en el que el buen tiempo suele ser más estable y la hostelería se prepara para el verano, los fijos-discontinuos sin actividad marcaron su mínimo anual, con un total de 136.113 trabajadores (66.248 sin prestación).
A partir del verano de 2022, el número de fijos-discontinuos inactivos empezó a repuntar, aunque de manera progresiva. En junio sumaron un total de 189.450 (93.119 sin prestación); en julio subieron a 251.010 (83.628 sin prestación) y en agosto totalizaron 266.084 (92.436 sin prestaciones).
En septiembre volvieron a bajar los fijos-discontinuos sin actividad, hasta las 187.401 personas (84.119 sin prestación), para después repuntar en octubre hasta los 294.224 (146.079 sin prestación), subir en noviembre a 397.144 (177.412 sin prestación) y acabar el año en 443.078 (174.676).
Estos trabajadores entran y salen de la actividad según sean llamados por las empresas y, con la reforma laboral, sus contratos adquirieron los mismos derechos que los indefinidos.
El número de parados registrados por las oficinas de empleo cerró el año pasado en 2.837.635, la menor cifra en un cierre de ejercicio desde 2007, según publicó entonces el Ministerio de Trabajo. Si a esa cifra se le suman los 443.078 fijos-discontinuos que estaban inactivos en diciembre de 2022, la cifra de desempleados se elevaría a 3.280.713 personas.
Recientemente, el Observatorio Trimestral del Mercado Laboral que elaboran la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y BBVA Research, señalaban que este tipo de contratos estaban presentando tasas de baja elevadas, fundamentalmente por transiciones a la actividad, duplicándose en comparación con las existentes antes de la reforma laboral.
Para Florentino Felgueroso, investigador de Fedea, esta reforma no aborda una cuestión fundamental: cómo mejorar la situación de los trabajadores intermitentes durante su estancia en la inactividad. Así, señaló que, aunque pueden cobrar indemnización si son despedidos o paro si reúnen los requisitos para ello, no perciben nada si dejan su empleo, y ello pese a ser el "eslabón más débil" del mercado laboral.
Felgueroso recordó que en Francia y otros países, la empresa abona un salario o una compensación económica a los trabajadores intermitentes y estacionales a los que manda a la inactividad. En la misma línea, Marcel Jansen (Fedea) ha apostado por que las empresas asuman cierto coste por sus fijos-discontinuos cuando estén inactivos.
"Convendría que las empresas asuman una parte, que el coste no sea sólo para la sociedad (...) Hay facilidad para que las empresas releguen a la inactividad a los trabajadores a coste cero", subrayó Jansen hace unos días.
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