La reforma laboral convertirá en indefinidos a una gran parte de los temporales andaluces

Hasta dos tercios de los 700.000 del sector privado podrían pasar a indefinidos o fijos discontinuos

La CEA advierte que las empresas se lo pensarán más ahora antes de contratar

Trabajadores de la construcción en una obra
Trabajadores de la construcción en una obra

Los efectos de la reforma laboral se van a dejar sentir sobre todo y principalmente en Andalucía. La comunidad afronta este cambio legal con una tasa de temporalidad del 33,5% (35,1% en el sector privado) y la norma -en una gran parte- está enfocada a combatirla. Se elimina el generalizado contrato de obra y servicio, se acotan las causas por las que se puede contratar a alguien por un periodo determinado, se reduce el tiempo máximo de encadenamiento de contratos, se penaliza la contratación exprés (de tres días o una semana) y, sobre todo, se generaliza la figura del fijo discontinuo. Ya no solo es aplicable al sector turístico sino a cualquier actividad y sector. Juan Carlos Hidalgo, secretario de Empleo y Relaciones Laborales de UGT, lo explica: "Imaginemos un programa de fomento de la lectura. La empresa adjudicataria trabaja todos los años ocho meses y siempre recurre a los mismos trabajadores. A esos se les hace fijos discontinuos, porque hay perspectivas ciertas de trabajo, como en los hoteles".

En Andalucía, hay solo 31.600 fijos discontinuos (media de 2021). Muchos más, 253.200, tienen contrato de obra y servicio y 124.200 tienen contrato estacional o de temporada. Estos últimos pasarán a ser, previsiblemente, fijos discontinuos y probablemente también una gran parte de los de obra y servicio. De la tipología de contratos temporales que había, se mantienen solo el suscrito por circunstancias de la producción, vinculado solo a aumentos de la demanda no ligados a la estacionalidad. Si estos incrementos son imprevistos, el máximo de días de contratos es de solo 90 días. También continúa el de sustitución, aunque con causas muy delimitadas.

Hidalgo aventura que, si la reforma se aplica en todos sus términos, "dos tercios de las personas con contrato temporal (en total hay algo más de 700.000 temporales en el sector privado, al público no le afecta la reforma laboral) deben pasar a indefinidos, sobre todo en construcción, hostelería y comercio y otro tercio quedarse para contratos puntuales que se tienen que justificar por hechos productivos". José Manuel López Mayorga, presidente del Consejo Empresarial de Relaciones Laborales de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) confirma esa percepción, aunque con prudencia: "Creo que sí, que puede ser correcta, me estoy aventurado".

"En el sector de la construcción la preocupación es máxima"

Uno de los sectores en los que más impactará la reforma laboral es el de la construcción. El secretario general de la patronal Fadeco Contratistas, Jorge Fernández-Portillo, afirma que “la preocupación en el sector es máxima, especialmente en pymes y pequeñas contratistas muy intensivos en mano de obra”. Y es que el contrato de obra y servicio desaparece, lo que obliga a las empresas a hacer fijos discontinuos a la mayoría de los que estaban con esta modalidad. También se extingue el contrato fijo de obra (que, pese a su nombre, era temporal), que permitía que el trabajador encadenara obras en la misma provincia durante tres años. En un principio, la negociación no contemplaba ninguna especificidad para un sector al que se le iba a dar la vuelta como un calcetín en las relaciones laborales, pero finalmente se creó una mesa paralela. Y se acordó crear la figura del contrato indefinido adscrito a obras de la construcción, que contempla la misma indemnización por despido que el contrato fijo de obra (el 7% del salario bruto anual), más flexible de lo habitual.Pero esto solo es posible en una serie de causas muy específicas y tasadas.Si el empresario quiere despedir por otro motivo, como un fuerte vaivén del mercado, tendrá que asumir una indemnización normal. “El impacto en las cuentas de las empresas no va a ser desdeñable”, dice Fernández-Portillo.

La parte empresarial considera que con el acuerdo social en la reforma ha "salvado los muebles" ante el riesgo de derogación completa que estaba reflejado en el acuerdo de coalición PSOE-Unidad Podemos. Pero no oculta la complicación que supondrá su aplicación para miles de empresas. "La contratación se va a complicar mucho y van a tener que prestar mucha atención a quién contratan y cómo lo contratan", afirma López Mayorga. El representante de la CEA asegura que "todas tendrán que hacer una planificación anual de las plantillas y de la contratación temporal que pueden necesitar para atender campañas, y van a tenerse que plantear hacer fijos discontinuos o fijos a los que tenían un contrato de obra y servicio". Estamos, dice, ante un nuevo esquema, un cambio de mentalidad, que "puede que retraiga la contratación" (la empresa se lo pensará más) y que implicará un aumento de los ERE y despidos objetivos como forma de extinción de la relación laboral.

En la parte sindical, Yolanda Carrasco, secretaria de Condiciones de Trabajo de CCOO Andalucía, afirma que la reforma supone "un cambio de paradigma en las relaciones laborales", ya que "pone el foco en las personas trabajadoras y no en las empresas" y permitirá a muchos "desarrollar su proyecto de vida, con una especial repercusión en mujeres y jóvenes".

"La reforma va a contribuir a darle la puntilla al campo"

Asaja votó en contra de la reforma laboral en la votación interna dentro de la CEOE. El responsable de relaciones laborales en Sevilla, Felipe Gayoso, asegura que la norma“contribuirá a dar la puntilla al campo”, sobre todo por la complicación que supone hacer fijos discontinuos a los jornaleros. Estos trabajadores suelen encadenar trabajos de muy distinta naturaleza y eso hace que las plantillas sean muy inestables y varíen mucho. Eso hace que el llamamiento para trabajar a los fijos discontinuos sea muy complejo para el agricultor. La organización agraria ha pedido una reunión con el delegado del Gobierno para exponer las “montones de dudas” que tienen sus asociados. “Muchos van a a ir a cultivos más mecanizados y menos intensivos en empleo”, dice Gayoso.

Los sindicatos temen, pese a esta visión optimista, que la aplicación no sea completa. Para que lo sea, dicen, debe "descender el fraude en la contratación", afirma Hidalgo. Según un informe de CCOO, el 40,8% de los contratos que la Inspección de Trabajo revisó en 2020 fueron transformados a indefinidos y eso significaría en una extrapolación que más de 300.000 contratados temporales andaluces (unos 324.000) podría estar en fraude de ley. Juan Carlos Hidalgo, de UGT, asegura que faltan inspectores para vigilar que la ley se cumpla. Más allá de este temor, lo cierto es que en enero ya se ha notado el efecto de la reforma con un aumento sustancial de los contratos indefinidos en enero. En 2021, los contratos fijos firmados fueron el 6,28% del total y en enero el porcentaje subió al 8,09%, con una cifra total que es récord histórico: 34.967.

López Mayorga, de la CEA, asume que este cambio de paradigma va a obligar a las empresas a asumir más costes (al ser las indemnizaciones extintivas mayores) y complicará más la contratación, pero en general dan por bueno el acuerdo. La reducción de la temporalidad es una exigencia ineludible de la Unión Europea, al fin y al cabo, y los empresarios le dan valor, sobre todo, a que se mantiene "el 80% de la reforma laboral anterior". Entre otras cosas, no se toca el despido objetivo por causas económicas u organizativas de 20 días por año trabajado y el improcedente de 33 y se mantiene intacta la posibilidad de las empresas de descolgarse del convenio o la distribución irregular de la jornada de trabajo.

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