Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
El aumento súbito de los tipos de interés en el último año ha disparado el número de pymes en Andalucía que tiene problemas para financiarse. Han pasado, en términos porcentuales, del 31,7% de 2021 al 54,8% de 2022. Son ya más de la mitad y el aumento es de 23 puntos porcentuales en solo 12 meses.
Esta es una de las conclusiones del 'IV Informe Anual Financiación Pymes y Autónomos en Andalucía', elaborado para la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) Garántia por la consultora Abay a partir de un sondeo de 1.002 empresas.
La principal causa que esgrimen las pymes es el aumento de los costes de financiación motivado por el aumento de los tipos de prácticamente cero a una media del 7%. El 31,6% apunta a ello, frente a solo el 9,3% que lo hacía en 2021.
Pero no solo es eso: también suben la falta de garantías requeridas (pasa del 17,1% al 19,8%); la incomprensión del negocio por parte de las entidades financieras (del 4,2% al 11,1%) y la falta de capacidad de financiar por parte del mercado (del 2,9% al 7,6%).
Esta mayor dificultad para lograr financiación se produce en un contexto de crecimiento económico y en el que hay una necesidad de muchas empresas de tener liquidez para hacer frente a los retos actuales. "La transición energética va a producir grandes transformaciones, hay un avance rapidísimo en digitalización y robotización de la industria, y los ciclos de innovación son cada vez más cortos", señala Maribel Martínez, director de Abay, quien apunta, también, a que el tablero geopolítico tras la guerra de Ucrania condiciona, también, la actuación de las pymes exportadoras.
Además, el 70% de las empresas, la gran mayoría, está en una situación estable o en recuperación, la base de pymes exportadoras crece respecto al nivel previo a la pandemia (del 6,7% al 9,1% del total), e igual ocurre con las innovadoras (del 7,6% al 10,9%). Y el 11,9% de las empresas que busca financiación (39.194) afirma que creará empleo si llega a obtenerla. Según los cálculos del informe, esto supondría la generación de 68.429 puestos de trabajo en tres años.
El estudio también refleja la otra cara de la moneda. El número de pymes en situación de vulnerabilidad casi se duplica, al aumentar en 14.000 y situarse en 30.957, el 5,1% del total, un porcentaje en cualquier caso aún pequeño pero que refleja bien las consecuencias de la pandemia para muchas empresas. Y el tamaño medio es aún inferior al que había en 2019. El 73,6% factura menos de 300.000 euros, frente al 66% de antes de la pandemia. "Hemos perdido músculo", señala, gráficamente, el presidente de Garántia y de la CEA, Javier González de Lara.
Para recuperar dimensión y crecer las pymes siguen necesitando gasolina en forma de liquidez. Tras la explosión de los créditos ICO todavía hay un 56,3% de empresas que asegura que tiene necesidad de financiarse, y aumentan, entre ellas, las que quieren invertir en equipos productivos (del 23,5% al 25,5%), las que quieren hacerlo en digitalización y sostenibilidad (20%), las que buscan comprar inmuebles (del 12% al 13,6%) y desean aumentar el gasto en I+D (del 3,2% al 4,5%). Mejorar el circulante sigue siendo, de todas formas, la principal necesidad (73,3%), pero con tendencia a la baja (4,9 puntos menos que en 2021).
Las empresas que tienen más necesidad de financiación son las de más de 10 trabajadores, las que ya tienen una estructura y requieren de liquidez para crecer. Un 80% de ellas, ocho de cada diez, está en esa situación.
El aumento de los tipos de interés ha hecho que las pymes, por otro lado, recurran menos a la financiación bancaria. Lo hacen el 65,3% de las que busca algún tipo de liquidez, frente al 76,2% de 2021. Sigue siendo un porcentaje alto, pero es el menor desde 2018, fecha en la que se inició la elaboración del informe.
La financiación externa no bancaria sube del 20,7% al 36,9%, y dentro de sus distintas fórmulas el aplazamiento del pago a proveedores y el leasing o arrendamiento financiero son las opciones preferidas. El crowdfunding y el crowdlending son residuales aún entre las pymes andaluzas.
También la financiación con fondos propios. Esta fórmula la usaron en 2022 el 34,9% de las pymes, siete puntos más que 2021.
El estudio dedica un apartado a la relación entre las pymes y las sociedades de garantía recíproca, dedicadas a facilitar la financiación de pymes y autónomos mediante el aval préstamos ante las entidades financieras. Concluye que aumenta el conocimiento sobre ellas, pero los datos dejan claro que queda mucho camino por recorrer. El 41,3% de las pymes señala conocer bien sus servicios (12,3%) o haber oído hablar de ellos (29%), porcentaje que aumenta al 75% en el caso de las empresas medianas. Pero todavía hay un 58,7% a las que les suena a chino. La realidad es que solo el 3,2% de las pymes andaluzas usa este tipo de instrumentos a pesar de que el 89,1% de las que lo han experimentado asegura que ayudan a mejorar la financiación bancaria. "Les ayudamos a mejorar el acceso a la financiación, maximizar la garantía y a poder acceder a inversiones que, de otra manera, no podrían, además de darles un asesoramiento adecuado", afirma Antonio Vega, director general de Garántia. En 2022, según señala Javier González de Lara, presidente de Garántia y de la CEA, la sociedad incorporó avales por valor de 213 millones de euro, un 5% más que en 2021, y cuenta con una cartera viva de 734 millones de euros y más de 14.500 operaciones. Cuenta con 23.300 socios al cierre de 2022, y es líder en España, dentro del ámbito de las SGR, en el apoyo al sector agroalimentario, a los autónomos y a las empresas de nueva creación.
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