Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
En el primer trimestre, entre enero y marzo, Andalucía se descolgó con un espectacular crecimiento del 0,7% que se puede calificar de precrisis, ya que no se conocía desde el año 2007. En el arranque del año, la región crecía a un ritmo tres décimas superior al español, casi el doble.
En el segundo trimestre las tornas se han invertido. La autonomía no ha podido mantener el ritmo con el que comenzó el ejercicio y ha visto fuertemente ralentizado su crecimiento, que entre abril y junio fue sólo de tres décimas. Por el contrario el conjunto de España aceleró el ritmo hasta un alza del 0,6%, con lo que el crecimiento fue el doble que el andaluz.
Las principal causa de este cambio de tendencia puede estar en la evolución del gasto de las administraciones públicas. En la región, se detectó un fuerte impulso en el primer trimestre, del 2,3% respecto al final del año y en el segundo la caída es del 0,6%, lo que contrasta con la evolución levemente ascendente a nivel nacional, del 0,5% al 1% entre abril y junio.
El otro aspecto que ha condicionado la dispar evolución andaluza y española es la inversión. En el primer trimestre la formación bruta de capital fijo registró un crecimiento del 2,1% tras dos trimestres consecutivos en negativo. En el segundo, sin embargo, este indicador vuelve a caer, un 0,6%, que es justo la subida a nivel nacional, tras terminar el primer trimestre en negativo (-0,7%) en el conjunto de España.
Las exportaciones siguen en buena línea (+2,5%) aunque suben menos que en el trimestre anterior (+3,2%), y lo mismo ocurre con las importaciones, cuyo ritmo de crecimiento se reduce dos puntos, del 3,5% al 1,5%. Esto último indica que el dinamismo de la economía -reflejado en el aumento de las importaciones- está aún lejos de responder a parámetros estables. Por sectores, servicios crece levemente, del 0,2% al 0,4% del segundo trimestre, lo que está acompañado por otro repunte del consumo de los hogares (del 0,2% al 0,4%). La agricultura cae un 12,8% tras el espectacular trimestre anterior y la industria vive la tendencia inversa, con un alza del 5%. La construcción, por su lado, no deja de caer (-3,7%) y por tanto, no parece haber tocado fondo.
En tasa interanual, es decir, si medimos la evolución de la economía en el transcurso de un año, resulta que el crecimiento andaluz, del 1,1%, es idéntico al español, por lo que al final evoluciones diferentes han convergido en el mismo punto. Según afirma el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, esta vez es la demanda, y no el sector exterior el que impulsa la economía. Así, el saldo entre exportaciones (que siguen creciendo, un 2% en tasa interanual) e importaciones (+1,7%) aporta un crecimiento nulo a la economía, mientras que el gasto de los hogares sube un 1,6% y contribuye en un punto al PIB. El gasto de las administraciones repunta muy levemente, un 0,3% y la inversión aún sigue en negativo (-0,2%) pero en el camino ya de entrar en tasas positivas. Por sectores, la agricultura cae un 2,7% tras un primer trimestre que suele ser muy bueno; la industria avanza un 2,2% y cada trimestre es mejor que el anterior; los servicios avanzan un 1,2%, siete décimas más que en el primer trimestre; y la construcción cae un 1,6%, bastante menos que en los periodos anteriores.
La remuneración de los asalariados registró, por otro lado, un incremento del 0,6% gracias a la contribución del sector primario (+5,6%) y los servicios (+0,9%). El excedente de explotación y las rentas mixtas también crecieron, pero en menor proporción, un 0,3%.
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