El proyecto para modernizar el regadío del arroz vuelve a cobrar vida
La CHG presenta un proyecto al sector valorado en unos 240 millones de euros
Según UPA, se desarrollaría en cuatro fases y la redacción está ya en adjudicación
El último intento para evitar el tapón salino y ahorrar agua murió en 2015
Parece el día de la marmota, porque los intentos para modernizar el sector arrocero han sido varios en los últimos años y todos infructuosos. El último data de los primeros años de la década de 2010, con Miguel Arias Cañete como ministro de Agricultura. Murió en 2015, con el inicio del trámite ambiental como última noticia conocida.
Casi seis años después, el proyecto vuelve a cobrar vida. O por lo menos a iniciar un nuevo camino. El sempiterno problema del sector arrocero es el llamado tapón salino, el agua de mar que sube por efecto de la marea a lo largo del río. Para contrarrestarlo, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) libera una gran cantidad de agua todas las campañas para este cultivo pero una gran parte se desperdicia por el efecto de la salinidad.
Según informan la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la federación de regantes Feragua, en los últimos días se han celebrado reuniones en las que la CHG ha informado del proyecto y, en la última, se ha presentado formalmente. Consiste, básicamente, en "restaurar y recrecer los canales existentes entre Peñaflor e Isla Mayor, así como la construcción de un tramo de tubería y de un sifón para pasar (el agua) de la margen izquierda a la derecha del Guadalquivir", señala UPA Sevilla en un comunicado de prensa. Se trata, a simple vista, de un proyecto muy similar al anterior, con un presupuesto estimado, siempre según UPA, de 238 millones de euros.
Ahora mismo, la redacción del proyecto está en "fase de adjudicación", afirma UPA. Después habría otras tres fases de construcción que irían "de la mano de la planificación hidrológica de los próximos años y con presupuestos consignados por parte de los ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica". Es decir, que sería el Gobierno el que asumiría el coste de la obra.
Por parte de Feragua, se señala en un comunicado publicado recientemente en su web que se han celebrado diferentes reuniones con la CHG y la Consejería de Agricultura "que hacen concebir ciertas esperanzas sobre una voluntad firme de ejecutar el tantas veces postergado proyecto de modernización del arroz". UPA también considera positivo el paso, pero espera que "no se quede en papel mojado", como en otras ocasiones.
Si finalmente se termina ejecutando, las 37.000 hectáreas de arroz en las márgenes derecha e izquierda del Guadalquivir, de las que dependen miles de familias, ahorrarían según los cálculos de Feragua entre 50 y 75 hectómetros cúbicos (60 hectómetros, afirma UPA) y obtendrían un ahorro energético de 10 millones de kilovatios, "ya que el agua llegaría por gravedad y no sería necesario el uso de sistemas de bombeo (de gran gasto energético)", dice Feragua.
El proyecto de modernización evitaría situaciones como la de la nueva campaña de riego, afectada por las restricciones debido a la escasa cantidad de agua embalsada. La CHG ha destinado 187 hectómetros cúbicos de dotación para este cultivo, un 53% menos que la asignación concesional, es decir, la que tiene por derecho propio. Eso no solo puede reducir la superficie cultivada en la misma proporción, sino que pone en peligro cualquier siembra, especialmente en la margen derecha del Guadalquivir. Allí la salinidad es mayor y el posible agua dulce que llegara podría no ser suficiente para que el cultivo se desarrolle adecuadamente.
El pasado 6 de mayo el sector ya protestó por la dotación asignada. La manifestación convocó a la Junta Central de Regantes de la Margen Derecha del Guadalquivir, pescadores, comerciantes, colectivos sociales, organizaciones agrarias y ayuntamientos de la zona.
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