La patronal lanza el Hub & Lab de Construcción Avanzada e Industrializada de Cádiz
La Federación de Construcción de la provincia gaditana presenta los avances de este intercambiador para impulsar el camino de la industrialización
Aspira a ser un referente en Andalucía y España en esta adaptación a la nueva realidad del sector
La construcción de Cádiz busca nuevas inversiones y más capacidad productiva para la industrialización del sector
Cádiz/La inversión de una empresa vinculada a la Federación de Agrupaciones Empresariales de la Construcción de la provincia de Cádiz (FAEC) para dar el paso hacia modelos de construcción modernos inspiró a la patronal para crear un grupo de trabajo hace dos años que desemboca ahora en la creación del Hub & Lab de Construcción Avanzada e Industrializada, el denominado CAI. "La industrialización es el camino", sentencia Jorge Fernández-Portillo, secretario general de FAEC, que reconoce la necesidad de acelerar su implantación en el sector.
La federación ha aprovechado la cuarta edición de Feria de Construcción de Cádiz, Exponconstruye, que se ha convertido en un referente de la construcción en Andalucía, como reconocen dirigentes de entidades como FADECO Protomores o FADECO Contratistas, para presentar este intercambiador que incluso cuenta con un espacio físico, un vivero de ideas, en el polígono del Trocadero de Puerto Real.
Desde que se conformara hace dos años, con la participación entonces de 15 empresas, el grupo de trabajo ha intentado recoger todo el conocimiento posible recorriendo España entera, con visitas a fábricas del levante español y el norte donde la construcción industrializada está más avanzada que en Andalucía. Les guiaba una ilusión, sostiene el responsable de FAEC: "Que en un breve plazo de tiempo pudiéramos traer a la provincia de Cádiz a enseñarle fábricas". Con las ideas más claras se creó un grupo de trabajo más reducido hace un año con implicación de integrantes de la federación, de la Fundación Laboral de la Construcción, la Universidad de Cádiz (UCA) y diferentes expertos para crear este hub, el intercambiador, con la ayuda de fondos públicos de la Diputación Provincial de Cádiz. "La federación lleva 50 años desempeñando el papel de intercambiador, como dice nuestro presidente, de todo lo que se le pone por delante, y ahora en pleno cambio de paradigma en el sector suma otro cuartel general a ese rol: de la calle Hibiscos, 1 en Cádiz y Expoconstruye que ya lo es pasamos a tener estas oficinas en el polígono Trocadero", explica el secretario general.
El propósito es responder a las necesidades de los promotores, que saben que el futuro pasa por la industrialización que, aunque desconocen si será la solución definitiva para el sector, exige una aceleración. "La federación puede ayudar mucho y contribuir a la aceleración de la industrialización en la provincia de Cádiz, en Andalucía y en España", deja claro Fernández-Portillo. Hasta la fecha han definido cuatro áreas de trabajo: seguridad y salud, I+D+i, formación y mentorización y cambio de cultura sectorial.
Las oficinas del CAI, en el polígono Trocadero de Puerto Real
Las oficinas del Hub & Lab de Construcción Avanzada e Industrializada se ubican en el polígono industrial del Trocadero de Puerto Real. La responsable de Comunicación, Comercial y Márketing de FAEC, Marisa Rodríguez, detalla que las nuevas dependencias, en la calle Francia, 1, "en un punto estratégico en la Bahía de Cádiz, muy cerca de la Universidad", se distribuyen en dos plantas donde tendrán espacio las distintas áreas de trabajo del intercambiador. Cuenta además con un vivero de ideas, con una participación importante de Ikea, y un aula de formación ya en funcionamiento desde mediados de año, "con dos formaciones". "Os invito a visitarlo, ya está dotado de equipamiento, para empezar a rodar", comenta. Beatriz Laborda, de Ikea Business, explica que la colaboración con FAEC se remonta a hace tiempo, porque además la construcción supone un segmento importante de actividad para la compañía. "La red de Ikea para empresas, que es el canal de negocios, hace proyectos de interiorismo para locales, oficinas, y en el ámbito de la construcción pisos piloto y cocinas y armarios integrados en las nuevas promociones de vivienda", detalla. En las instalaciones del CAI han tenido la oportunidad de encargarse del interiorismo "a partir del alma del proyecto". "Patrocinamos de alguna manera el vivero de ideas, lo que nos va a permitir estar cerca de los autónomos, las empresas y las start-up", añade.
El CAI cuenta con un observatorio que trabaja en cuestiones de seguridad y salud. Vicente Martínez, director de territorial de Seguridad y Salud de la Fundación Laboral de la Construcción en Andalucía, defiende las ventajas del cambio a la construcción industrializada a nivel productivo de eficiencia, eficacia, plazos, calidad o medio ambiente, pero con peso significativo en la prevención de riesgos laborales, frente a la construcción tradicional que tiene una tendencia a la siniestralidad "por la propia naturaleza del trabajo, en altura, exposición a la climatología o la interacción entre oficios". "Se pasa de un oficio tradicional, con muchas variables, con plazos imposibles o con climatología incontrolable a un entorno industrial controlado, con mayor especialización, monitorización de procesos, sistemas de calidad, nuevos profesionales, menor grado de improvisación. Se prevé una reducción de la siniestralidad", expone.
Entre los retos por delante está la transformación de oficios tradicionales, que implica una nueva organización del trabajo, una metodología diferente con una línea de producción, la personalización al dejar de trabajar en cuadrillas, cuestiones que deben ser analizadas. "Es una oportunidad, para la Fundación también, porque aprovecha este impulso de la construcción industrializada en Cádiz, que puede ser referencia a nivel nacional, para acompañar desde prevención al proceso productivo y analizarlo de cerca, también la incorporación de personal, y trabajar en los perfiles formativos en prevención, las nuevas herramientas, los nuevos materiales, cómo interactúa el profesional en fábrica y en obra", comenta Martínez, sobre las funciones del observatorio que ya desarrolla.
A través del hub, la FAEC se adentra en el mundo de la investigación y el desarrollo, gracias a la Escuela Superior de Ingeniería de la UCA, que tiene identificadas tres líneas de investigación: la sostenibilidad, nuevos procesos constructivos y digitalización e innovación, "con el paraguas tal vez de una cátedra", adelanta Jorge Fernández-Portillo. El profesor Alberto Cerezo, que plantea el hub como "punto de encuentro", "una red de colaboración entre universidad, empresas profesionales, para que se intercambie el conocimiento y las buenas prácticas, a la vez que facilite las alianzas estratégicas". El CAI debe proporcionar los elementos necesarios para generar un entorno donde se puedan desarrollar nuevas tecnologías, permitiendo la experimentación mediante pruebas, simulaciones y prototipos de soluciones innovadoras.
Tras tratar la posible colaboración entre FAEC y la Escuela Superior de Ingeniería con profesores de distintas áreas, la conclusión es que una cátedra externa permitiría coordinar y supervisar las relaciones entre ambas partes para impulsar la construcción desde aspectos como la industrialización, la automatización de los procesos, la prefabricación de elementos, componentes y sistemas, la sostenibilidad o la optimación de recursos. "La cátedra promovería la investigación, el desarrollo, la innovación y la mejora de cara a una construcción sosteniblemente exitosa", detalla Cerezo, que concreta los tres ejes de investigación: calidad, sostenibilidad y seguridad. Ya están en marcha seis líneas de investigación.
La formación es otra de las patas que contempla este hub. Luis Miguel Morilla, director de Empleo de la Fundación Laboral de la Construcción en Andalucía, se ha centrado en la empleabilidad. "Necesitamos trabajadores que tengan una cualificación diferente a la construcción tradicional", señala. El trabajo en este ámbito se ha centrado en procesos de selección de personas para trabajar en la construcción industrializada y su formación. En concreto, el hub tenía identificadas las demandas de personal que tenían determinadas empresas y se aprovechó una convocatoria de fondos públicos para su formación. El abandono fue menor al habitual porque tras una primera jornada las empresas realizaron una entrevista. "Se han formado cuarenta personas, y más de la mitad están trabajando a día de hoy", destaca. Sus perfiles son muy diferentes y van desde quienes se han reciclado de la construcción tradicional a personas que no habían tenido trato con el sector.
Para dar el paso a la industrialización, la construcción debe asimilar otra cultura de actividad y producción, y para ello debe aprender la industria. Para ello se ha integrado en el germen del hub el experto Jacob Jiménez, director de operaciones de DSA, empresa dedicada al diseño de líneas de producción y robotización, que aporta el conocimiento del sector industrial. También vicedecano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales, ha identificado tres patas sobre las que se tiene que vertebrar el proyecto: el cambio cultural, la transferencia de tecnología (la inteligencia artificial, la robótica, la automatización) y el acompañamiento, de manera que el hub sea "catalizador de la iniciativa empresarial", con una consultoría personalizada. "Hacen falta emprendedores, para que transforme a través de la provincia el sector de la construcción", defiende.
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