Análisis
Santiago Carbó
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Paro registrado y afiliación
El mes de julio deja en Sevilla malas noticias en lo que se refiere al paro y no tan malas en afiliación a la Seguridad Social. Así, la provincia suma 1.037 parados más el mes pasado, hasta 187.406, en la que es la mayor alza desde 2011. En 2017 y 2018 también había subido el paro -frente a una tendencia a las caídas de los años anteriores- pero en proporciones bajas: 99 y 105 personas respectivamente.
Ahora asistimos a un mes de julio bastante peor, en gran parte por la actividad agraria, pero también por servicios y construcción, sector que eleva el paro en 91 personas también por primera vez desde 2011. Sólo la industria ejerce de elemento compensador, con 224 desempleados menos.
La capital mantiene una tendencia parecida a la de la provincia, quizás levemente mejor por la menor incidencia de la agricultura. El paro se elevó en julio en 338 personas, un 0,51% (frente al 0,57% provincial), hasta las 67.046. En un año, desde julio de 2018, el desempleo se ha reducido en 2.848 personas (-4,07%), lo cual significa que el ritmo de descenso es menor que el del resto de la provincia, que en su conjunto ha reducido el número de parados un 5,43%
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, estamos ante una caída de la ocupación de 3.229 personas, hasta 738.928, pero, a diferencia de lo que sucede con el paro, esto no es motivo de alerta. El número de cotizantes baja casi siempre en julio -lo lleva haciendo ininterrumpidamente desde 2008- y, además, este último mes es el que ha registrado una caída más atenuada desde 2016.
En 2017 Sevilla restó 3.896 afiliados y en 2018, 4.626. El bajón -normal si tenemos en cuenta que el verano en Sevilla suele ser de un menor dinamismo laboral- se concentra en unos pocos sectores: educación, con 4.246 menos en régimen general; hostelería, con 2.480; y agricultura, con 1.628. El resto incluso mejora, con sanidad (1.626) a la cabeza, seguida de administración pública (513), industria manufacturera (617) y construcción (414), actividad esta última que sí genera empleo pese a aumentar el paro, lo que quiere decir que la demanda de puestos de trabajo supera a la oferta.
En la evolución anual, los datos son bastante similares a los de meses anteriores. Se observa una fuerte pujanza en la creación de empleo y de hecho el ascenso anual de la afiliación, de 26.193 personas entre julio de 2018 y julio de 2019, es el mayor desde 2007. Esa pujanza no se traduce, ni mucho menos, en una bajada similar del paro: son 10.527 personas menos en las listas del paro en un año, una cifra de todas formas similar a la de los meses anteriores y que en cualquier caso es mayor que los 7.875 que había en julio de 2018.
Si los datos anuales son mejores que los del año pasado. ¿Se puede hablar de desaceleración? Pues en cierta medida, sí. Si reducimos el plazo de un año a seis meses observamos que el número de afiliados a la Seguridad Social se ha incrementado en lo que va de año sólo en 658 personas, frente a las 1.841 del año pasado. Sin embargo, la bajada del paro, de 7.266, es muy similar a la del año pasado, aunque recordemos que hablamos de desempleo registrado. Los datos de la EPA son bastante peores.
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