Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
El pasado mes de septiembre, la Tesorería General de la Seguridad Social alertó en redes sociales sobre una nueva modalidad de estafa. Esta vez, en torno al colectivo de los pensionistas. Sin embargo, en un mundo cada vez más digitalizado como el actual, en el que son más comunes los timos vía SMS, WhatsApp o correo electrónico, lo difícil es desconfiar si recibimos una carta. Es decir, cuando el fraude llama a nuestra puerta en formato físico.
En cualquier caso, el índice de estafas ha aumentado en los últimos años. Según el Informe sobre la cibercriminalidad en España 2023 del Ministerio del Interior, el año pasado este tipo de metodologías delictivas supusieron el 19,2% del total de las infracciones penales, frente al 9,9% que representaban en 2019.
Por lo tanto, informar a la población es clave para combatir una realidad que, cada día, encuentra nuevas vías para esconder los engaños de los ciberdelincuentes, ya sea en formatos puramente online o a través de métodos que se escapen del territorio digital.
La información que ha transmitido la Seguridad Social a todos sus seguidores e interesados partía de la base de anunciar que el organismo no era el responsable de emitir la correspondencia que habían recibido algunas personas. “No, nosotros no te hemos enviado esta carta. Si la recibes no hagas caso”, afirman con rotundidad.
Precisamente, el modus operandi de estos estafadores consiste en el envío masivo de cartas a los pensionistas, con el fin de recopilar datos personales de los mismos. “Desde la Seguridad Social nos ponemos en contacto con usted porque es necesario que nos envíe la siguiente documentación”, recoge la carta como punto inicial del engaño.
Nos encontramos entonces ante una nueva modalidad de phishing o suplantación de la identidad de una empresa para estafar a los usuarios. Asimismo, el contenido de la misiva se centra en solicitar datos personales, debido a que “un (supuesto) ataque informático” ha provocado que se pierda información relativa a los ciudadanos. Algo que, por supuesto, es falso.
Fotos de ambas caras del DNI o NIE, una imagen del extracto bancario donde aparezca la futura víctima como titular y una estimación de la cantidad de dinero que se cobró el mes pasado, son los requerimientos de los timadores. “Ante todo va a haber un incremento de las prestaciones y jubilaciones, por lo que es necesario que se adjunto esta información”, prosigue la carta. Una situación por la que la Seguridad Social ha decidido ser muy clara: “Quieren robarte tu dinero”.
Además, los estafadores piden que la documentación sea enviada a una dirección de correo electrónico que no se corresponde a la de la Seguridad Social. Por ese motivo, hay que tener especial cuidado y comprobar bien la información, antes de proceder al envío de este tipo de documentos de carácter privado.
En cualquier caso, si existe el menor atisbo de duda de estar frente a una posible estafa, es aconsejable ponerse en contacto directamente con la entidad que finge ser, a través de sus distintos canales oficiales, para comprobar la información y, en el caso de que no sea correcta, poner a la empresa o, en este caso, a la administración pública en conocimiento de la situación.
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