Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Madrid/La convulsa vida accionarial de Naturgy, que acaba de pasar por una opa fallida tras la ruptura de negociaciones entre Criteria Caixa y Taqa, se mantiene al margen del negocio de la compañía energética: de enero a junio ganó 1.043 millones, una cifra que casi iguala el récord fijado en el primer semestre del año anterior, cuando obtuvo 1.45 millones de beneficio neto, lo que supone sólo un 0,2%.
Tan al margen está de lo que pueda pasar con su accionariado que, independientemente de los movimientos que se puedan producir, anunció este martes que prepara un nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2030. Así lo confirmó en rueda de prensa en la sede de la compañía en Madrid su presidente ejecutivo, Francisco Reynés, en el que también confirmó que las perspectivas a cierre de ejercicio son superar los 1.800 millones de ganancia, en línea con la marca fijada en 2023 de 1.986 millones.
El capital de Naturgy vive en los últimos años una situación de efervescencia. Los fondos CVC y GIP, que juntos suman el 41,3% de las acciones, barajan la posibilidad de vender sus respectivas participaciones. Para facilitarlo, Criteria Caixa, su primer accionista, que tiene un 26,7% del capital, había intentado negociar una opa conjunta con la compañía emiratí Taqa, pero esa operación descarriló el pasado mes de junio y las negociaciones terminaron sin un acuerdo para ejecutar la operación.
Aunque lo movimientos no parecen haber terminado, porque la voluntad de salida de CVC y GIP sigue vigente y Criteria reconoce que buscará alternativas, porque su objetivo es dotar de estabilidad al accionariado de la energética.
En ese contexto, el equipo directivo que preside Reynés puso ayer todo el foco en la vigorosa salud del negocio y en los planes de futuro.
El propio Reynés alejó la idea de que las turbulencias del capital hayan alterado la velocidad de crucero de la compañía, que afirmó que sigue a “pleno rendimiento”. Para demostrarlo enfatizó tres hitos: los resultados cercanos al récord, un acuerdo sobre los precios del gas con Sonatrach para 2024 y la elaboración durante el segundo semestre del año del nuevo plan estratégico.
A preguntas de los periodistas, precisó que la nueva estrategia no se lanza para “convencer” a ningún partícipe para que se quede, sino que busca hacer la compañía “atractiva” tanto para los accionistas actuales de Naturgy como para aquellos que estuvieran dispuestos a entrar en el capital de la energética.
Según Reynés, el plan trata de marcar por donde debe ir el futuro de la compañía y “alinear” a todo el consejo de administración con esta estrategia.
Durante toda su comparecencia, el presidente de Naturgy se esforzó por escenificar una posición de neutralidad respecto de los distintos accionistas representados en el consejo. Apenas se permitió decir que a él le gustaría que en el capital “estuviera el que quiera estar”.
Reynés ha justificado ese nuevo plan estratégico para "alinear" a todo el consejo en torno a esta hoja de ruta, y ha evitado cualquier crítica a aquellos accionistas que se puedan plantear salir del accionariado: "Me gustaría que estuviera (en Naturgy) el que quiera estar", ha dicho.
"No me toca decir nada de los accionistas. Para mí son todos iguales", añadió, al tiempo que expresó también el máximo respeto para quienes libremente decidan dejar de serlo.
Es más, enfatizó que el consejo es un “órgano colegiado” y que todas las decisiones que ha tomado desde que lo preside en 2018 se aprobaron “por unanimidad”.
Respondió así al ser preguntado por si compartía la posición de Criteria sobre la necesidad. Del holding industrial de la Fundación La Caixa se limitó a recordar que es el mayor accionista y el más antiguo, “y por lo tanto el más comprometido" con la energética.
Ante la pregunta de si su renuncia al bonus a largo plazo, comunicada en abril, quedaba revocada al no prosperar la opa, Reynés aclaró que no tomó su decisión " por la posible operación con Taqa", pero sí en el marco de un contexto de los contactos con Taqa.
"Valoro mucho más la libertad que mi dinero, y ante cualquier posible operación que haya en adelante quiero seguir pudiendo actuar de forma libre", argumentó Reynés para justificar aquella decisión.
Ante la redacción de un nuevo plan estratégico hasta 2030, al primer ejecutivo de Naturgy se le preguntó por el proyecto Géminis, que preveía la escisión de sus negocios en dos compañías y que fue anunciado al comienzo de 2022. Reynés no quiso definir bien qué pasará con este proyecto. Por una parte que la coyuntura vivida después del anuncio –esencialmente la volatilidad del sector energético tras la invasión de Ucrania– frenaron su ejecución y agregó que actualmente tampoco s"se dan las condiciones para llevarlo a cabo". Pero por otra, evitó decir que el plan de escisión esté descartado. Según señaló, los planes de futuro de Naturgy se reflejarán en el nuevo plan estratégico, aunque admitió que Géminis no formaría parte del mismo.
Reynés sí enfatizó mucho la importancia del acuerdo suscrito con Sonatrach, que confirmó este martes, que supone fijar los precios para todo el año 2024, con efecto retroactivo desde enero. Además, dijo que trabajarán para recuperar los acuerdos trianuales, conforme a lo establecido en el contrato. En los ejercicios de 2022, 2023 y 2024 se decidió por ambas partes llegar a pactos anuales, ante la volatilidad del precio del gas.
También resaltó que con este acuerdo España se garantiza la seguridad del suministro del gas argelino, a a través del gasoducto Medgaz, que une Argelia con la costa de Almería, y en el que ambas compañías son también socios.
Respecto al resto de parámetros de los resultados, Naturgy informó de que el Ebitda –beneficio bruto de explotación– fue de 2.846 millones, un 0,1% menos que en el mismo período de 2023, apoyado en la buena evolución de las actividades reguladas.
El importe neto de la cifra de negocio cayó un 24,7 %, hasta los 9.071 millones, por los menores precios de la energía en comparación a unos precios "excepcionalmente altos" durante 2022 y 2023.
En este contexto de beneficio récord, el consejo de administración de Naturgy ha fijado un dividendo de 1,4 euros por acción que se abonarán en tres pagos, de 0,5 euros los dos primeros y de 0,4 euros el último. El primer abono de 50 céntimos de euro por acción se pagará el próximo 1 de agosto.
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