Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Jerez/El parque de vehículos eléctricos en España superó las 466.000 unidades al cierre de 2023, durante el que se registraron 125.000 matriculaciones, más del 25% del total. Pese a su aceleración en el último año, el despegue de la movilidad eléctrica en España va más lento de lo esperado y sigue estando lejos del objetivo del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), que aspira a alcanzar los 3,5 millones de vehículos en 2030.
Manuel Muñoz, responsable de marketing y comercialización de Movilidad Eléctrica de Endesa, destaca el esfuerzo realizado por el sector privado, tanto en la automoción para la fabricación de vehículos eléctricos como en la electrificación para la puesta en funcionamiento de las redes de puntos de recarga de acceso público, trabajo que, sin embargo, se está topando con serias dificultades administrativas y burocráticas para cumplir con las expectativas.
“La movilidad eléctrica no tiene vuelta atrás, pero el despegue está siendo más lento de lo esperado”, asegura el responsable de Endesa, empresa pionera en el desarrollo de la infraestuctura para impulsar la movilidad eléctrica, sobre todo con la puesta en funcionamiento de puntos de recarga de acceso público que animen la transición del vehículo de combustión al eléctrico.
Muñoz ha participado esta semana en unas jornadas sobre la electrificación de las flotas organizada por la Federación Nacional de Vehículos de Alquiler (Fenaval) celebradas en Jerez de la Frontera, cita en la que se ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de agilizar los procesos administrativos y normativos para favorecer la penetración de la movilidad eléctrica en España, donde ronda el 13% frente al 22% alcanzado, por ejemplo, en Portugal.
“En general, la situación en España en este momento no es fácil pese al despegue del sector, que lleva cinco o seis años trabajando en movilidad eléctrica de forma muy transversal. Tenemos fabricantes de coches eléctricos, así como empresas de tecnología, de cargadores, de software, de inteligencia artificial, pero hace falta un apoyo decidido de las Administraciones públicas (central, autonómica, provincial y municipal), que están frenando el avance”.
Una queja común de los usuarios es la inactividad de muchos puntos de recarga. Según Muñoz, el problema radica en que muchos de los puntos de recarga están instalados, pero no conectados a la red por demoras en la tramitación. Esto provoca no solo frustración entre los usuarios, sino también pérdidas para los inversores y operadores, que deben cubrir costes sin generar ingresos. Además, estas instalaciones inactivas están expuestas al vandalismo, dado que generalmente no tienen vigilancia porque se gestionan de forma remota.
La falta de una red operativa afecta la confianza del consumidor y, en última instancia, frena el mercado de vehículos eléctricos, motivo por el que el responsable de Endesa asegura que “si las administraciones públicas no se toman esto con seriedad, no vamos a llegar a los objetivos marcados”.
Junto a las trabas administrativas, el precio de los coches eléctricos tampoco anima a los particulares pese a los esfuerzos de los fabricantes por acercarlos al desembolso que hay que realizar por un coche de combustión. Sin embargo, más que el precio, Muñoz critica el mal funcionamiento de las subvenciones, el denominado Plan Moves, que genera incertidumbre en el cliente potencial.
En este sentido, señala que al mayor precio del vehículo eléctrico se suma que las ayudas no siempre llegan y, cuando lo hacen, están sujetas a tributación, algo que no ocurre en otros países, en los que además de más accesibles, se aplican directamente en la compra y desgravan.
Según Muñoz, "en España había una bolsa de clientes con una renta per cápita medio alta que ha optado por el vehículo híbrido o el eléctrico, pero esta bolsa se está agotando y ahora viene una segunda remesa, que son los que no lo tienen tan claro, bien por la dificultad de instalar un punto de recarga doméstico, situación que, por ejemplo, afecta a los taxistas entre otros colectivos, porque tienen miedo a la obsolescencia y a los rápidos avances tecnológicos".
Ante esta tesitura, hay opciones como el renting para el cliente particular que “permite cambiar de vehículo a los cuatro años por si el proyecto de la movilidad eléctrica fuera fallido, pero no es un escenario que veamos, porque aunque sea con retraso, en esto no hay vuelta atrás, porque los fabricantes y la política europea han decidido moverse hacia la movilidad eléctrica, también nosotros, que estamos trabajando en modelos colaborativos para sacar opciones de renting con todo incluido: el vehículo, el punto de recarga, tanto en casa como de acceso público, e incluso la energía”.
Según los últimos datos de la Asociación Española de Fabricantes de Vehículos (Anfac), Andalucía es la tercera comunidad española con mayor cobertura con más de 4.100 puntos de recarga, de los que cerca de mil son de Endesa, que tiene por tanto una cuota próxima al 25%.
A juicio de Muñoz, "Andalucía está bien electrificada para el parque de vehículos eléctricos que circulan por la región", por lo que sostiene que, "más que por el número, lo que hace falta es tener una red de calidad, puntos de recarga rápida y ultra rápida dotados de mayor potencia, sobre todo en el entorno de carretera, donde existen mayores dificultades".
En España, donde el 80% de los cargadores están por debajo de 22 Kw, proporción que en la red nacional de Endesa de reducee al 60%, aunque con aspiraciones de acercarse al 50-50 a un año vista. De esta forma, “se permite una mayor rotación de vehículos y una mayor satisfacción del cliente, ya que se reduce el tiempo de recarga, haciendo que la experiencia sea más parecida a la del repostaje de combustible”, recalca Muñoz.
En cuanto a los planes a corto y medio plazo para Andalucía, Endesa planea expandir en los próximos meses su red para alcanzar los 2.000 puntos operativos en 460 ubicaciones, alcanzando una potencia instalada de 75 MW. Y aunque este proyecto se centra principalmente en las áreas urbanas de Sevilla, Málaga y también Cádiz, y en asociaciones estratégicas con supermercados y centros comerciales, la compañía explora modelos de colaboración con diputaciones para instalar puntos de recarga en los pueblos de zonas rurales, que tienen menos recursos económicos.
En resumidas cuentas, Manuel Muñoz enfatiza que, si bien la movilidad eléctrica en España enfrenta importantes retos, la infraestructura y la tecnología están avanzando. El sector privado está comprometido, pero se necesita una acción más coordinada por parte de las administraciones públicas para superar los obstáculos y apoyar una transición más fluida hacia un transporte más sostenible.
Sobre todo, apostilla, porque hay muchas inversiones en juego por parte de los operadores nacionales e internacionales que están haciendo una apuesta decidida por la movilidad eléctrica, caso de Endesa, que este año celebra su 80 aniversario y está en condiciones de resistir las dificultades actuales, a diferencia de otras empresas, que no tienen la misma capacidad de resistir en el tiempo.
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