Minera Los Frailes aplaza sin fecha las obras para la reapertura de la mina de Aznalcóllar ante el retraso en los trámites de la Junta
La compañía participada por Grupo México pospone la hoja de ruta prevista y, de momento, no marcará un nuevo calendario hasta obtener luz verde al permiso de explotación
Los proyectos de Cobre las Cruces y CirCular de Atlantic Copper, elegidos por Bruselas para obtener materias primas críticas

Sevilla/El calendario para la reapertura de la mina de Aznalcóllar (Sevilla) ha encallado y la hoja de ruta marcada por Minera Los Frailes para iniciar los trabajos de la fase constructiva en el primer trimestre de este año no va a poder cumplirse, toda vez que la compañía continúa a la espera de que la Junta de Andalucía dé luz verde al permiso de explotación, el último escollo administrativo que quedaba pendiente desde que el proyecto inició su tramitación hace ya más de siete años.
La empresa participada por Grupo México se ha visto así obligada a posponer los plazos ante el retraso que está acumulando el citado procedimiento -en manos de la Consejería de Industria, Energía y Minas- y, de momento, no marcará una nueva fecha para arrancar los trabajos hasta obtener la aprobación del permiso, según confirman a este diario fuentes de la compañía. No obstante, precisan que “todo está preparado” para poder reactivar los contratos preadjudicados e iniciar las obras en un plazo de unos tres meses una vez que esté lista la resolución por parte de la Junta.
La previsión que manejaba la Consejería de Industria, Energía y Minas era completar el procedimiento de aprobación del proyecto de explotación antes del cierre de 2024. Sin embargo, esta fecha no solo no se ha cumplido, sino que, a falta de unos días para que termine el primer trimestre del año, sigue sin ultimarse el expediente, que permanece en los servicios centrales del departamento pendiente de autorización, tras el informe favorable que emitió la delegación provincial a la propuesta de resolución.
Desde la consejería que dirige Jorge Paradela aseguran que el procedimiento se encuentra “en su fase final”, aunque no dan plazos. En estos momentos, la Dirección General de Minas está analizando la propuesta de resolución de aprobación del proyecto de explotación y del plan de restauración que elevó la delegación territorial en Sevilla, al tiempo que se está dando respuesta a las alegaciones que se presentaron en el trámite de audiencia. “Se están analizando de manera detallada tanto la propuesta recibida como las alegaciones y, por tanto, no podemos dar plazos”, añaden.
Permiso ambiental
Minera Los Frailes había pisado el acelerador el pasado verano tras obtener a principios de julio por parte del Gobierno autonómico la Autorización Ambiental Unificada (AAU) -el trámite más complejo-, un permiso que, no obstante, sufrió un percance en septiembre quedando suspendido de forma temporal, al no haber respondido en plazo la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente a un recurso de alzada presentado por Ecologistas en Acción, si bien recuperó su vigencia semanas más tarde.
Con la AAU en la mano y el permiso de explotación previsto para finales de 2024, el cronograma de la compañía que ya no se podrá ejecutar marcaba obtener las correspondientes licencias y trámites municipales en el arranque de este año para iniciar a lo largo del primer trimestre los trabajos de la preoperativa de la mina con la construcción de la nueva estación de tratamiento de agua, preadjudicada a Aqualia Industrial, con una inversión de 50 millones de euros.
Hitos del calendario
Los hitos siguientes que había fijado Minera Los Frailes eran finales de 2025 o principios de 2026 para activar un desembolso de 150 millones de euros para la planta de proceso, las labores subterráneas y otras infraestructuras asociadas al inicio de las operaciones, con la vista puesta en completar la inversión en 2027 y extraer ya en 2028 las primeras toneladas de mineral.
La modificación del calendario añade un nuevo contratiempo a un proyecto que no solo acumula un largo recorrido administrativo, sino que tiene abiertos en estos momentos de forma paralela dos frentes judiciales vinculados con su tramitación. Así, por un lado, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), atendiendo a un recurso de Ecologistas en Acción, ha requerido a la Junta la documentación del permiso ambiental. Y, por otro, el pasado 3 de marzo arrancó en la Audiencia de Sevilla, diez años después de la adjudicación en 2015 del concurso para la reapertura de la mina, el juicio por presuntas irregularidades en la concesión a Grupo México-Minorbis, con una vista oral contra 16 acusados, entre ellos funcionarios y técnicos del Gobierno autonómico.
Un proyecto minero de 450 millones de euros
La iniciativa de Aznalcóllar constituye la primera incursión en Europa de Grupo México, que cuenta con quince minas en operación en EEUU, Perú y México y que explotará el yacimiento a través de Minera Los Frailes, en la que también tiene una participación minoritaria la andaluza Magtel. La iniciativa conlleva una inversión de unos 450 millones de euros y la creación de 2.000 empleos, de los que 1.200 serán directos e indirectos, y otros 800 inducidos.
A diferencia de la anterior mina a cielo abierto a manos de la multinacional Boliden-Apirsa, que provocó en 1998 uno de los mayores desastres medioambientales en la historia reciente de España a causa de un vertido tóxico al río Guadiamar, el proyecto actual es subterráneo.
El yacimiento, de 900 hectáreas, cuenta con reservas de 45 millones de toneladas de minerales para un periodo previsto de explotación, como mínimo, de dos décadas. Su planta de tratamiento tendrá capacidad para procesar 2,7 millones de toneladas anualmente para obtener 170.000 de concentrado de zinc, 55.000 de plomo y otras 13.000 de cobre.
Desde Minera Los Frailes defienden que el proyecto se basa en parámetros “radicalmente distintos a los del siglo XX, gracias a los avances tecnológicos que han transformado el sector”. En este sentido, destacan que la operación interna “utilizará sistemas no tripulados y cintas transportadoras, maximizando la seguridad; que no habrá balsas de lodos, de forma que los residuos se reutilizarán para rellenar las galerías; y que se abastecerá con energías renovables para minimizar las emisiones”.
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