Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Los parados de larga duración aumentaron casi un 10% en España el año pasado; un 12% de los trabajadores eran independientes, es decir, no tenían ni jefe ni subordinados; y hasta el 40% de los ocupados trabajaron al menos un sábado al mes. Éstas son algunas de las curiosidades que desveló ayer la submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El número de parados que perdieron su empleo tres años antes o más aumentó en 121.300 personas en 2014, un 9,5% respecto a 2013, hasta alcanzar casi los 1,4 millones de desempleados. De este modo, el peso de los parados de muy larga duración sobre el total de desempleados con experiencia laboral previa alcanzó el 27,4%, porcentaje 4,3 puntos superior al de 2013.
Dentro de los desempleados que habían trabajado anteriormente, los parados de muy larga duración fueron los que más aumentaron en 2014 en términos cuantitativos, desde 1.275.700 en 2013 a un total de 1.397.000, lo que supuso un alza de 121.300 desempleados.
La mayor parte de los desempleados existentes en 2014, año que se cerró con una media de 5,6 millones de parados, procedían en su mayoría de situaciones previas de empleo. En total, a cierre del año pasado 5.090.600 parados habían trabajado anteriormente, es decir, que tenían experiencia laboral. De esta cantidad, el 47,6% (2.424.600) dejó de trabajar por haber finalizado su contrato, un 10,5% menos que en 2013. Otro motivo de peso para terminar en el desempleo fue el despido o la supresión del puesto de trabajo, incluyendo las regulaciones de empleo. En total, 864.300 personas se vieron de repente en el paro por alguna de estas razones, 245.000 menos que en 2013, el equivalente al 17% del total de desempleados con experiencia laboral previa.
Los datos difundidos ayer por el INE muestran además que una de cada tres personas, el 36,7%, trabajó en 2014 al menos un sábado al mes, porcentaje similar al de 2013, mientras que el 4,5% trabajó un domingo al mes y un 17,1% lo hizo dos o más domingos (1,2 puntos más que en 2013). Por el contrario, el 60,6% de los ocupados no trabajaron ningún sábado y el 77% ningún domingo.
Lo que sí subió, aunque muy poco, fue el porcentaje de trabajadores en jornada nocturna, desde el 12,5% de 2013 al 12,6% de 2014. Un 6,8% trabajó ocasionalmente de noche y el 5,8% lo hizo en más de la mitad de sus días laborables.
El 92,2% de los ocupados no trabajaron ningún día en su domicilio durante el ejercicio 2014, mientras que el 2,6% lo hizo ocasionalmente y el 4,3% trabajó en casa más de la mitad de sus días laborables.
La EPA de 2014 también revela que el porcentaje de asalariados que fue contratado a través de una empresa de trabajo temporal (ETT) bajó ligeramente, desde el 2,9% de 2013 al 2,8% en 2014, mientras que sólo un 2% (281.000 personas) obtuvo su empleo mediante la intermediación de una oficina de empleo público, el mismo porcentaje que en 2013.
De la encuesta también se extrae que la mayor parte de los trabajadores españoles tienen jefe, pero ningún subordinado. En concreto, casi siete de cada diez trabajadores se encontraban en esta situación en 2014. Del total de ocupados, el 11,7% no tenía jefes ni subordinados (trabajador independiente), el 6,2% era encargado, el 6,4% director de una empresa pequeña, departamento o sucursal, el 6,2% era mando intermedio, y el 0,8% ocupaba un puesto de director de empresa grande o media.
El porcentaje de empleados, es decir, de trabajadores con jefe y sin subordinados, aumentó cinco décimas en 2014 respecto a 2013, situándose en el 68,6%, el mismo incremento que experimentó el porcentaje de trabajadores independientes (sin jefes ni subordinados), que pasó del 11,2% al 11,7%.
La proporción de hombres directores casi duplicó al de mujeres en las empresas de pequeño tamaño y lo triplicó en el caso de grandes o medianas empresas. En el caso del puesto de empleado (con jefe y sin subordinado), el porcentaje de mujeres superó al de varones (76,5% frente al 62%) en 14,5 puntos.
El número de trabajadores que redujeron su jornada laboral para cuidar a personas dependientes se redujo el 12,1% hasta las 283.200 personas, la mayoría mujeres, de las que más de la mitad aludieron a la ausencia de servicios adecuados o la imposibilidad de costearlos.
La EPA pone de manifiesto además que el número de ocupados en las empresas de 250 o más trabajadores se incrementó en 2014 en 17.400 personas, mientras que en las de 50 a 249 empleados la plantilla subió en 73.500 y en las de hasta 10 trabajadores lo hizo en más de 38.000. Por el contrario, los ocupados en establecimientos de entre 11 y 49 trabajadores bajaron en más de 50.400.
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