El mercado se impacienta y obliga a España a colocar letras al 5%

El Estado pagará por las letras a tres y seis meses los intereses más elevados desde 1993 y 1997, respectivamente, y más que Portugal o Grecia.

Efe / Europa Press

22 de noviembre 2011 - 11:02

Madrid/El mercado de deuda se impacientaba con España y obligaba al Tesoro, en la primera emisión tras la victoria del PP en las elecciones del domingo, a pagar de nuevo más del 5% por una emisión de letras, por encima de lo abonado en las últimas semanas por países rescatados como Portugal o Grecia. La presión sobre España obedece, según los analistas, a la urgencia de que el nuevo Gobierno concrete cuanto antes las medidas que va a aplicar y también a la vaguedad de la respuesta de las instituciones europeas para hacer frente a la crisis de la deuda soberana de la zona del euro.

En opinión del banco británico HSBC, España no puede hacer frente por sí sola a la crisis de la deuda soberana de la zona del euro, que exige una solución global y la imprescindible intervención del Banco Central Europeo (BCE). La agencia de medición de riesgos Fitch, por su parte, recomienda al nuevo Gobierno que ponga en marcha ya un "ambicioso" plan de reformas fiscales y estructurales, antes de que el impacto de la crisis de la deuda soberana en España sea aún mayor.

Hay otros elementos intrínsecos de España, como apunta el responsable de la mesa de deuda de Ahorro Corporación, Javier Ferrer, que señala la desconfianza que genera el sistema financiero español, agravada por la intervención del Banco de Valencia. El informe publicado por Fitch advierte también del peligro de que se disparen los costes de la recapitalización de la banca. Es preciso, indica Javier Ferrer, que alguien deje claro la situación concreta del sector financiero español y tome decisiones rápidas en cuanto a los tiempos. El estratega de Citi José Luis Martínez Campuzano, por su parte, resta importancia a la demanda que ha encontrado la subasta de hoy en el mercado, al tiempo que recuerda que el objetivo de colocación era ya de entrada más bajo que en otras ocasiones, entre 2.000 y 3.000 millones de euros, de los que finalmente se han colocado 2.978.

La demanda de las entidades ha rozado los 10.500 millones, con lo que el ratio de cobertura -proporción entre la demanda y el importe adjudicado- ha sido de 3,5 veces. En opinión de Campuzano, "el problema ha dejado de ser la demanda, que ha estado ajustada a la baja con respecto a otras subastas". El tema, aclara, ya no es el riesgo país, sino que se puede hablar "ya abiertamente de una restricción financiera al sector privado difícil de superar, a no ser mediante una intervención en el mercado para cortar la especulación y facilitar liquidez". El mercado, concluye el analista, ya no funciona, pues no asigna precios racionales.

De los 2.978 millones de euros colocados, 2.012,22 correspondieron a letras a tres meses que se han adjudicado con un interés marginal del 5,22%, el más alto desde 1993 -no hubo letras a este plazo entre los años 1994 y 2002-, que duplica el aplicado en octubre (2,35%). Los 965,18 adjudicados en letras a seis meses lo han hecho al 5,33%, el interés más elevado para este plazo desde 1997 y casi el 60 % más caras que en octubre, cuando alcanzaron el 3,35 %. Para el jefe del Departamento de Investigación del IEB, Lorenzo Dávila, estos intereses son "preocupantes" y a la larga podría hacer "inviable" el pago de la deuda.

En la subasta de letras celebrada el pasado 15 de noviembre España adjudicó, por primera vez desde 1997, letras a 12 y 18 meses con un interés superior al 5%. Esa misma semana España ya se vio obligada a subir el interés de sus obligaciones a diez años por encima del 7%, algo que no ocurría desde 1997, lo que provocaba un repunte de la prima de riesgo país y la decisión de mantener como referencia para su cálculo el bono a diez años antiguo, en lugar de sustituirlo por la nueva denominación.

Tras la emisión la prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, repuntaba ligeramente hasta 466 puntos básicos, cinco más que en la apertura pero aún por debajo del riesgo país de Italia, que era de 473 puntos básicos. El riesgo de Italia ha estado por encima del de España desde mediados de agosto, cuando los mercados comenzaron a desconfiar de la capacidad del entonces gobierno de Silvio Berlusconi para afrontar las reformas necesarias.

stats