La mejor carta de presentación para las exportadoras andaluzas

Una de las escasas consecuencias positivas de la crisis económica estriba en que las empresas andaluzas han aprendido que la internacionalización es básica para su superviviencia. El comercio exterior de la comunidad ha pasado de un volumen de 16.800 millones de euros en 2008, el primer ejercicio de la crisis, a más de 26.500 millones en 2014, lo que supone un incremento del 57%. Pero en un tejido empresarial tan atomizado como el andaluz, no todas las compañías tienen suficiente músculo para acometer a pulmón el salto a la internacionalización. Conscientes de esta carencia, dos jóvenes sevillanos con experiencia previa en el mundo de la auditoría y la banca privada, Ignacio Laffitte y Alfonso García-Valdecasas, fundaron hace tres años Firmagil, una consultora especializada en la selección y comercialización de productos agroalimentarios españoles.

Su método de trabajo consiste en la organización de misiones comerciales de empresas españolas para ponerlas en contacto con una serie de importadores y mayoristas del país, principalmente supermercados y grandes empresas de catering. "Organizamos un evento en el que agrupamos a una serie de productores y durante dos días les presentamos entre 15 y 30 jefes de compras de importadores", explica Ignacio Laffitte, que incide en que las misiones comerciales son beneficiosas para ambas partes. "Los productores ahorran costes de desplazamientos y dietas. Y los importadores, que reciben muchísimos correos cada día, saben que las empresas que les presentamos son interesantes", agrega.

Además del ahorro económico, otra ventaja de la misión comercial respecto a la participación en una feria especializada es que garantiza que todas las empresas importadoras hablen con cada uno de los productores, y éstos obtengan un listado pormenorizado de contactos. Entre sus clientes se encuentran la Cooperativa Santa Teresa de Osuna, la Bodega Delgado Zuleta de Sanlúcar de Barrameda o Caviar de Riofrío.

El Reino Unido es actualmente el principal campo de actuación de Firmagil, aunque la consultora también ha acompañado a empresas españolas a otros países como Bélgica, Holanda o Italia. "En Reino Unido tenemos una alianza estratégica con Tradex Consultancy, una consultora fundada por socios malagueños. Ellos tienen contactos con los distribuidores locales y nosotros con los productores españoles", relata Alfonso García-Valdecasas.

Junto a Tradex, Firmagil ha organizado ya tres eventos centrados en el sector hortofrutícola, el aceite de oliva y productos gourmet. Las próximas dos citas en el mercado británico se celebrarán en octubre y noviembre y reunirán a profesionales del ámbito del queso y la moda, lo que supondrá su primera incursión fuera del ámbito agroalimentario.

Además, la firma tiene un ambicioso plan de expansión. Los socios prevén replicar la alianza de Tradex con consultoras similares de Holanda, Alemania, Francia e Italia. Otro proyecto de futuro es la organización de misiones inversas, ya que proveedores británicos le han trasladado su interés en visitar los centros de producción. "Empezamos desde abajo, en una oficina muy humilde y con fondos propios. Pero desde la profesionalidad estamos creciendo y tenemos muchas perspectivas", señala Ignacio Laffitte.