Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Desde hace más de dos décadas los motores diésel se insertaron en nuestra sociedad y los coches que iban equipados con estos motores le fueron ganando terreno a los vehículos de gasolina. Más nuevos, más modernos y más baratos, entre otras cosas. Todos querían un TDI en lugar de un GTI. La necesidad de cuidar el medio ambiente empezó a advertir desde hace unos años que el futuro pasa por el coche eléctrico. Incluso empezaron las estimaciones sobre el año en el que el Diesel desaparecería de nuestras vidas. ¿2030? ¿2035? Lo que pocos podían imaginar era que la gasolina pasaría a ser más barata que el diésel. Y sí, ese momento ha llegado. ¿Qué es más barato: la gasolina o el diésel? Pues con datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la tarifa media del litro del diésel en España, a 28 de marzo, es de 1,861 euros, frente a los 1,837 euros de la gasolina de 95 octanos. Llenar un depósito de 55 litros supera los 100 euros (102,355 euros, para ser exactos).
Para que esto ocurra tenemos que girar la mirada hacia los mercados. Sí, ese ente que se antoja tan abstracto como volátil, pero en el que está inmersa la cotización internacional de los productos refinados, a la postre referente principal para fijar el precio de los combustibles, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).
La cotización internacional del gasóleo ha subido más que la de la gasolina. La guerra de Ucrania comparece como el elemento más desestabilizador de estos mercados, siempre marcado por los efectos opuestos de ofertas y demandas.
A esto debemos unirle el tema de los impuestos y los costes de distribución y almacenamiento. En ocasiones el precio del gasóleo ha podido estar por encima del de la gasolina, pero el Impuesto Especial de Hidrocarburos amortiguaba la diferencia entre ambos en una ligera ventaja a favor del diésel. Ya ni eso puede frenar el brutal aumento de precio que está protagonizando en las últimas semanas.
De momento, el Gobierno bonificará con un mínimo de 20 céntimos el litro de combustible a profesionales y particulares hasta el próximo 30 de junio. Un remedio que satisface las necesidades para algunos, pero que aún encuentra recelos por parte de otros, como la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), que también solicita una rebaja temporal del IVA que grava los carburantes, del 21% al 10%. Calcula que esta medida podría cristalizar en un ahorro de unos 12 euros por depósito.
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