"Las marcas venden, pero los que innovan son los fabricantes"
Foro Joly · José Moya Sanabria
El presidente de Persan defiende el papel de la marca blanca y el modelo de relación con Mercadona. Ensalza el apoyo de Susana Díaz a la industria tradicional y pide al Gobierno central que intervenga para que fluya el crédito.
"Se dice con mucha ligereza que sólo las marcas innovan, pero no es así. Éstas venden. Los que innovan son los fabricantes, que pone en el mercado una innovación bajo su propia marca o con la de un distribuidor". Así defendió ayer el presidente de Persan, José Moya Sanabria, la presencia de la marca blanca en el sector de la distribución. Y es que la compañía sevillana es la que se encuentra detrás de los productos de droguería y limpieza que se venden en los supermercados de Mercadona bajo el nombre de Bosque Verde. "Grandes marcas han protagonizado campañas en televisión para ensalzar que son las mejores, pero las blancas son mucho más innovadoras, ya que dan los mismos servicios a precios inferiores", sentenció.
El presidente de Persan, que participó en el Foro Joly celebrado en Sevilla con el patrocinio de Gestiónitas -consultora especializada en la gestión de recursos humanos y fundada por Alfonso Pérez de los Santos-, ensalzó la forma de trabajar de su enseña "siempre intentando hacer mejor todo lo cotidiano" y ajustando cada vez más los costes para poder bajar los precios. "En el año 94 mi empresa estaba en suspensión de pagos y llegó Mercadona ofreciéndonos una salida; no sé si tendré el síndrome de Estocolmo, pero mi concepto de marca del distribuidor es positivo: nosotros tenemos un negocio rentable y el consumidor que la compra creo que es más inteligente que el resto porque obtiene productos de calidad pero más baratos", añadió.
Moya Sanabria, que defendió el modelo de relación de Mercadona con sus interproveedores, admitió que, como en cualquier alianza, "se produce una dependencia mutua". "Es cierto que si Mercadona nos abandonara sería un varapalo importante para Persan, pero también lo es que ellos se encontrarían con un problema porque no sería tan fácil sustituirnos", reflexionó. Persan facturó el año pasado 358 millones de euros, registró un beneficio de 24,5 millones y cerró el ejercicio con más de 700 empleados.
En cuanto a la coyuntura que atraviesan España y Andalucía, el empresario advirtió que sólo la industria tradicional será capaz de paliar el principal problema del país y la región: el paro. "La apuesta por las nuevas tecnologías no dará resultado a corto plazo; el desempleo sólo lo arreglará la industria tradicional, incluida la construcción", aseguró. "Esta semana se ha publicado que la industria aeronáutica factura ya 2.000 millones en la comunidad; doy la bienvenida al dato, pero representa poco más del 4% de la facturación del sector industrial y energético regional", abundó.
En este sentido, ensalzó que la nueva presidenta de la Junta entiende la situación "a la perfección" y "lo ha expresado claramente en sus intervenciones públicas", mientras que consejeros del pasado inmediato "despreciaban a las industrias tradicionales frente a los avioncitos". Moya aplaudió, por ello, la llegada de Susana Díaz al Gobierno andaluz, de la que dijo que ha traído "frescura" y "reconocimiento" a la clase empresarial. "Tiene muy claro que ella tiene que poner unas reglas claras del juego y no intervenir más allá, sólo dejarnos trabajar para que podamos generar riqueza y empleo", explicó. Sin embargo, se quejó, "hay algún partido político marginal que aún no se ha enterado de esto".
El presidente de Persan se mostró enemigo de las subvenciones públicas, mientras que se inclinó por dar un tratamiento impositivo más favorable a aquellos "empresarios que no se llevan el dinero a casa". Afirmó que no se puede gravar igual la actividad empresarial generadora de riqueza que las transacciones que sólo persiguen plusvalías. "No puede ser que ganar dinero en Bolsa tribute igual que si se genera empleo", dijo.
Con respecto a si el Gobierno debería bajar los impuestos en su próxima reforma fiscal, indicó que, si la prioridad del Ejecutivo es el empleo, no sería una mala opción. Y subrayó que, al bajar los gravámenes, las familias tienen más renta disponible, crece su consumo, las empresas elevan sus ingresos y beneficios y, en consecuencia, pueden crear puestos de trabajo. No obstante, lo que defendió rotundamente es que "los que tenemos más, paguemos más". De lo que se mostró en contra fue de que las comunidades autónomas tengan regímenes fiscales diferentes. "Es injusto que en Andalucía haya impuesto de Sucesiones y en Madrid no; es discriminatorio y supone que ellos tengan una ventaja competitiva", añadió.
Poniendo el foco en las reformas llevadas a cabo por el Gobierno de Rajoy, Moya Sanabria resaltó que las comparte todas, aunque le parecen insuficientes. Puso de manifiesto que, pese a la reestructuración del sistema financiero, el crédito sigue sin fluir. "Yo tengo la inmensa suerte de contar con apoyo para mis proyectos, pero sé que otras empresas no pueden decir lo mismo", aclaró. "Creo que el Gobierno, igual que abanderó el saneamiento de la banca, ahora también está legitimado para intervenir en el sector para que la financiación llegue a todos", sentenció.
Otro de los asuntos que le preocupa es la deflación, por lo que pidió al Banco Central Europeo (BCE) que en la reunión de este jueves tome medidas para solventar la actual situación de precios a la baja "que no permite a las empresas registrar beneficios ni invertir ni crear empleo".
Pero la reforma que, dijo, necesita España de forma más inminente es la de las administraciones. Concretó que hay que resolver el solapamiento de las delegaciones provinciales de las comunidades y las diputaciones porque "una de las dos sobra", al igual que emplazó a reducir el número de ayuntamientos. "Es una condición sine qua non para la reactivación económica; el empleo público está sobredimensionado y esto, además, supone un riesgo para el estado de bienestar", avisó.
Con respecto a la educación, insistió en que debe haber un gran pacto de Estado. Subrayó que es un tema demasiado importante para que lo aborde un partido en solitario, "por mucha mayoría absoluta que tenga". A su juicio, un país que no sea rico en mano de obra ni en recursos naturales, tiene que poner el acento en la educación y la tecnología, por lo que emplazó a ponerse de acuerdo y no cambiar las leyes cada dos por tres.
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