Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
El Banco de España calcula que el sistema de pensiones provee a cada jubilado de una media de 1,74 euros por cada euro que este aportó durante su vida laboral (un 74% más), aunque precisa que hay grandes diferencias entre los distintos tipos de pensiones.
En su artículo Una estimación del rendimiento financiero del sistema de pensiones, publicado este martes, el Banco de España hace una simulación del rendimiento que los pensionistas obtienen de sus aportaciones al sistema de pensiones una vez que se jubilan, asimilándolo a una inversión financiera.
Para ello, toma datos de 7.627 personas que accedieron a su jubilación en 2017–excluye, entre otros, a quienes accedieron ese año a la jubilación parcial o a quienes se retiraron por incapacidad– y aplica para su probabilidad de supervivencia las tablas de mortalidad del INE, entre otros supuestos.
Un primer análisis, basado en el coste de pensión unitaria (CPU), mide los euros que el sistema entrega en forma de pensión por cada euro de cotización aportado, contabilizados a valor presente y conforme a un crecimiento previsto de la economía del 1,3 % anual.
Con este análisis, el sistema de pensiones provee de una media de 1,74 euros por cada euro aportado, aunque con grandes diferencias entre las pensiones ordinarias (2,03 euros), las anticipadas (1,39 euros), las demoradas voluntariamente (1,74 euros) y las procedentes de jubilación parcial (1,89 euros).
Asimismo, también hay una enorme diferencia entre el 5% de pensiones que menos recuperan por cada euro cotizado (0,92 euros) y el 5% que más obtiene (3,16 euros).
Un segundo análisis mide la tasa interna de retorno (TIR), que también utiliza el valor presente –en el momento de inicio de la carrera laboral– de las cotizaciones totales del trabajador y de la pensión que recibirá durante toda su jubilación, aunque en este caso para estimar una rentabilidad anual prevista.
De esta manera, la rentabilidad de las cotizaciones se situaría en una media anual del 3,5%, que alcanzaría su máximo en las pensiones ordinarias (4,11%) y niveles más bajos en las procedentes de jubilación parcial (3,9%), las demoradas voluntariamente (3,69%) y, especialmente, en las anticipadas (2,8%).
El Banco de España advierte de que estas medias proceden de supuestos muy heterogéneos que afectan al cálculo, ya que, por ejemplo, quienes se jubilan de forma anticipada suelen hacerlo 2,6 años antes que quienes lo hacen forma ordinaria, pero con una carrera de cotización mucho más larga (40,7 años frente a 33,6 años).
A modo de ejemplo, señala que si un trabajador se hubiese jubilado en 2017 a los 65 años con 38 años cotizados y una base de cotización del 45% de la base máxima de cotización generaría una pensión de 1.338 euros.
Si lo hiciera de forma anticipada a los 63 años, esta pensión sería de 1.124 euros y si trabajase hasta los 67 años, de 1.445 euros, un incentivo “muy limitado” en términos de rentabilidad para el Banco de España, ya que aunque la cuantía sería mayor, recibiría esta pensión durante menos tiempo.
Temas relacionados
También te puede interesar
Luis Calabozo, director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil)
“Los productores de leche necesitan modernizarse para garantizar el aprovisionamiento”Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
“Avanzando desde Andalucía: claves para la internacionalización de pymes”
El vídeo resumen del encuentro “Avanzando desde Andalucía: claves para la internacionalización de pymes”Lo último
29 Comentarios